Descubre cómo expertos en economía conductual ofrecen estrategias prácticas para mejorar el control financiero, desde usar bolsillos de ahorro hasta métodos de gestión, proporcionando herramientas efectivas para tomar decisiones financieras más acertadas.
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Según una encuesta sobre comportamientos, actitudes y conocimientos financieros en Colombia, publicada por el Banco Mundial, si bien el 94% de los colombianos informó que planificaba su presupuesto, solo el 23% sabía exactamente cuánto había gastado la semana anterior.
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«Simplemente, nuestro cerebro es cómodo… entonces si las cosas pueden estar como están, las deja como están». Así lo afirma Sergio Peláez, miembro del Laboratorio de Ciencias del Comportamiento de Bancolombia en el episodio 28 del pódcast Economía de a pie. Esta frase plantea una verdad que todos hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas: la dificultad para tomar decisiones financieras acertadas. ¿Cuántas veces has pospuesto la idea de ahorrar, invertir o tomar medidas importantes para mejorar tus finanzas? Científicamente, este desafío de tomar decisiones se conoce como sesgo cognitivo, y lleva a las personas a hacer elecciones financieras poco convenientes.
Según una encuesta sobre comportamientos, actitudes y conocimientos financieros en Colombia, publicada por el Banco Mundial, si bien el 94% de los colombianos informó que planificaba su presupuesto, solo el 23% sabía exactamente cuánto había gastado la semana anterior. Esto sugiere que, aunque muchas personas tienen la intención de administrar sus finanzas, la ejecución efectiva es un desafío común.
Tips para ganarle a tu cerebro y llevar un mejor control de tus finanzas
Sergio Peláez, Ana Jaramillo y Laura Cardona son expertos en economía conductual del Laboratorio de Ciencias del Comportamiento de Bancolombia. Esta rama de la economía estudia el comportamiento económico real de las personas, el cual se ve afectado por factores psicológicos y sociales. Gracias a su experiencia en este campo, estos especialistas comparten algunas estrategias prácticas de economía del comportamiento (behavioral economics) que puedes aplicar para que tu cerebro no sabotee tus finanzas.
1. Limita tus opciones
El cerebro siempre está buscando minimizar el esfuerzo que requiere tomar una decisión, explica Peláez. «Cuando le ponemos muchas opciones al frente, simplemente nuestro cerebro se abruma y escapa. Dice: ‘no, por aquí no fue y me voy a la siguiente decisión’». Este estímulo del cerebro humano se conoce como síndrome de parálisis por análisis. Se trata de un fenómeno psicológico que ocurre cuando nos sentimos sobrepasados por la excesiva cantidad de información que manejamos, lo que resulta en una falta de acción debido a la incertidumbre. En el ámbito financiero, este síndrome puede ser especialmente perjudicial. Cuando se trata de invertir, elegir una cuenta de ahorros, planificar la jubilación o tomar decisiones sobre seguros, la abundancia de opciones lleva a la inacción. Esto hace que pierdas oportunidades para mejorar tus finanzas personales a futuro. Una estrategia efectiva para superar la parálisis por análisis en tus finanzas es limitar tus opciones. En lugar de explorar todas las posibilidades del mercado financiero, es importante definir tus objetivos desde el principio. Para ello, deberías identificar tus prioridades financieras. ¿Estás ahorrando para la jubilación, la educación de tus hijos, la compra de una vivienda o un fondo de emergencia? Al definir tus objetivos, puedes enfocarte en las opciones que mejor se ajusten a tus necesidades y metas.
2. Sigue métodos sencillos para gestionar tu dinero
Al cerebro le gusta lo sencillo. Así que si algo te parece difícil, debes tratar de simplificarlo. Para evitar que tu mente te haga trampa, sigue ciertos métodos de ahorro personal y de gestión de finanzas como la regla del 50/30/20. Esta es una estrategia que implica dividir tu dinero en tres categorías principales según tus ingresos:
50% para los gastos vitales
30% para gastos personales como el ocio
20% para el ahorro, inversión o pago de deudas.
Esta regla para presupuestar es sencilla porque solo requiere hacer el seguimiento de tres categorías, proporciona un marco claro de hacia dónde debes destinar tu dinero y te permite establecer límites de gastos sin dejar de darse un gusto. Si este tipo de organización te resulta difícil porque no cuentas con los suficientes ingresos, no importa. Más que seguir una regla al pie de la letra, la recomendación general es empezar por algo. La inacción es el mayor enemigo, así que, en lugar de quedarte paralizado por la complejidad o la incertidumbre, empieza con lo que puedas manejar en este momento. Si no puedes guardar el 20%, intenta con menos: 15, 10, o el 5%. Lo importante es retar al cerebro para quitarle la programación de que ‘ahorrar es difícil’.
Este estímulo del cerebro humano se conoce como síndrome de parálisis por análisis. Se trata de un fenómeno psicológico que ocurre cuando nos sentimos sobrepasados por la excesiva cantidad de información que manejamos, lo que resulta en una falta de acción debido a la incertidumbre.
3. Usa los bolsillos de ahorro
El cerebro tiene una capacidad innata para simplificar la complejidad de las decisiones financieras a través de lo que se conoce como «contabilidad mental». Esta capacidad divide las finanzas en compartimentos, lo que facilita la toma de decisiones y ayuda a mantener un control más efectivo de nuestros recursos. Una aplicación práctica de esta contabilidad mental se encuentra en el uso de los «Bolsillos de Ahorro». Esta es una herramienta financiera digital que ofrecen las instituciones bancarias para crear compartimentos virtuales. Estos permiten separar saldos de tu cuenta para asignar dinero con un propósito específico, como:
Hogar
Salud
Viajes
Imprevistos
Esto resulta en un mayor control y una mejor gestión de las finanzas. En Bancolombia, por ejemplo, los clientes pueden crear hasta 10 bolsillos por cuenta de ahorros.
4. Dile a tu cerebro que el dinero se está acabando
Si no ves el dinero en tu cuenta bancaria, no lo vas a gastar. Este es uno de los pilares en los que se basan los bolsillos de ahorro. Este concepto, que se apoya en la teoría del comportamiento financiero, nos enseña que la forma en que manejamos nuestro dinero está intrínsecamente ligada a la percepción que tenemos de su disponibilidad.
Si sientes que tu dinero es ilimitado, es más probable que gastes de manera descontrolada. Por el contrario, si le haces saber a tu cerebro que los recursos son limitados, serás más prudente con tus gastos.
Laura Cardona, experta en ciencia del comportamiento, explica cómo darle a tu cerebro la señal de que el dinero se está agotando. Recomienda que cuando recibes el salario puedes:
Por ejemplo, si necesitas 200,000 pesos para gastos personales como salidas y cafés, deja solo esa cantidad en tu cuenta. Esto le da a tu cerebro la señal de que solo cuentas con ese dinero y le impide gastar más de lo planeado.
6. Automatiza de forma inteligente
En la búsqueda de una gestión financiera eficiente y del control de los hábitos de dinero, la automatización es una herramienta clave que simplifica tu vida y garantiza que las responsabilidades financieras se cumplan a tiempo. Como cualquier consejo financiero, debe ser abordado de manera inteligente para asegurar la optimización de recursos. Automatizar tareas como el pago de facturas, créditos y servicios es una estrategia que puede liberarte de la carga mental de recordar fechas de vencimiento y garantizar pagos puntuales. Esto es especialmente útil si tienes muchas responsabilidades financieras. A pesar de sus beneficios, hay que evaluar bien la automatización. Y es que puede ser que hayas automatizado el pago de un servicio que rara vez usas, como un plan de comidas o incluso un servicio de streaming. De hecho, es común pagar múltiples servicios de este tipo, cuando en realidad solo tenemos tiempo para ver una serie o una película los fines de semana. Esto puede llevar al despilfarro de dinero, ya que estás pagando por servicios que no aprovechas por completo. Por ello, aunque la automatización es, en general, beneficiosa, revisa qué decisiones has automatizado en el pasado porque podrían estar trabajando en contra de tus finanzas. El objetivo es verificar si, en efecto, hay decisiones financieras que necesitas corregir para que se alineen con tus objetivos y necesidades actuales.
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Si sientes que tu dinero es ilimitado, es más probable que gastes de manera descontrolada. Por el contrario, si le haces saber a tu cerebro que los recursos son limitados, serás más prudente con tus gastos.
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Conclusiones
Estos consejos financieros, aunque se respaldan en teorías comprobadas como la ciencia del comportamiento para el mejor manejo de las finanzas, requieren de acción y determinación para implementarse con éxito y hacerlos hábitos personales. Modificar nuestros patrones financieros no es una tarea sencilla, nuestro modo de pensar a veces se resiste al esfuerzo que el cambio requiere. Ser conscientes de que tenemos el poder de decidir mejor es el primer paso hacia la mejora de tus finanzas. Cada paso que des en este camino te llevará hacia la toma de decisiones financieras más acertadas y, en general, a una gestión más inteligente de tu dinero.
Puntos claves:
¿Cuántas veces has pospuesto la idea de ahorrar, invertir o tomar medidas importantes para mejorar tus finanzas? Científicamente, este desafío de tomar decisiones se conoce como sesgo cognitivo.
El cerebro siempre está buscando minimizar el esfuerzo que requiere tomar una decisión.
La regla del 50/30/20 implica dividir tu dinero en tres categorías principales según tus ingresos: 50% para los gastos vitales, 30% para gastos personales como el ocio y 20% para el ahorro, inversión o pago de deudas.
Nuestro cerebro tiene una capacidad innata para simplificar la complejidad de las decisiones financieras a través de lo que se conoce como «contabilidad mental».
La automatización es una herramienta clave que puede simplificar nuestras vidas y garantizar que las responsabilidades financieras se cumplan a tiempo.