El incremento del salario mínimo en Colombia para 2024 quedó definido a través de decreto presidencial, luego de no conseguirse un acuerdo entre empresarios y trabajadores. Te contamos sobre los efectos del ajuste.
Tras no lograr un acuerdo en la mesa de concertación entre trabajadores y empresarios, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, definió a través de un decreto, el incremento del salario mínimo en el país que regirá para este 2024.
Así las cosas, el salario mínimo quedó con un aumento del 12 %, llegando hasta los $1,3 millones; mientras que el incremento en el auxilio de transporte se fijó en 15 % hasta los $162.000.
¿Pero qué implica este incremento? Previo a la definición, desde la Junta Directiva del Banco de la República se mencionaba que esta es una de las piedras angulares del país a corto plazo.
El gerente del emisor, Leonardo Villar, en nombre del directorio, les hizo un llamado a los empresarios, funcionarios y centrales obreras a que se tengan “cautela en el ajuste del salario mínimo” para 2024.
Esto “de tal manera que su aumento no exceda de forma significativa la variación anual del IPC en 2023” y teniendo en cuenta “las ganancias en poder adquisitivo que se obtuvieron en 2023 y que se esperan en 2024 como resultado de la caída prevista de la inflación”.
En la práctica, el Banco de la República aseguraba que la cifra que se acordara o que se definiera por el Gobierno de manera unilateral debería mirar más allá del bolsillo de los trabajadores.
“En este momento el país está combatiendo la elevada inflación que, aunque ha bajado, aún está en niveles altos. Un incremento de salario mínimo muy elevado lo que puede generar son presiones inflacionarias de corto plazo al inicio del próximo año porque hay muchos productos de la economía que se indexan al incremento del salario mínimo”, aseguró Jairo Julián Agudelo, director de Estructuración en Mercado de Capitales de Bancolombia.
Importancia del salario mínimo de 2024 en Colombia
De hecho, en las minutas de la más reciente reunión, la Junta lo calificó como el riesgo más inmediato de cara a lo que pueda pasar con las tasas de interés, por cuenta de que Colombia tiene una economía “altamente indexada”.
En otras palabras, se decía que si había un incremento muy fuerte del salario mínimo para 2024, el banco central podría frenar la bajada de tasas de interés que comenzó en diciembre y que llevó los tipos de 13,25 % a 13 %.
Así lo señaló el director de Fedesarollo, Luis Fernando Mejía, quien afirmó que, si bien es poco probable que vuelvan a subir las tasas, sí podría aplicarse un “freno de mano” en su reducción.
“Un aumento desmesurado del salario mínimo claramente podría poner presiones adicionales a la inflación para el próximo año”, dijo el experto.
Y coincidió con la Junta del emisor en que esto se daría, porque en Colombia, hay un grupo importante de bienes y servicios que están atados a ese indicador. En consecuencia, podría generarse un nuevo aumento de precios y de allí que el Banco de la República “seguramente” tendría que poner una pausa a esa reducción de tasas de interés.
Riesgos de un alza de gran magnitud
Ahora bien, para Mejía, con un alza salarial moderada no hay duda de que el Banco de la República seguirá bajando el costo del dinero durante la primera mitad del 2024 y dándole un respiro al crecimiento económico.
Detrás de esta previsión existe un riesgo latente y es que la inflación -que ha venido bajando y se ubica en 10,15 % anual a noviembre- frene su caída y vuelva a subir, pero también que se genere un coletazo en la población que está trabajando.
Por un lado, el director de Fedesarrollo afirma que, este año, a diferencia de los dos anteriores, no hay espacio para que el salario mínimo incremente muy por encima del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y, por ende, un alza fuerte del salario mínimo tendría consecuencias no solo en el proceso de moderación de los precios sino un deterioro en el mercado laboral durante 2024.
Ministerio de Trabajo | Gobierno, empresarios y centrales obreras discuten sobre el aumento del salario mínimo en Colombia para 2024.
“Las expectativas a un año están en una tasa de inflación que podría estar ligeramente por debajo del 6 %, y tenemos elementos de riesgo como el aumento de salario mínimo y el impacto del Fenómeno de El Niño”, anotó.
Por su parte, Alejandro Useche, profesor asociado de la Universidad del Rosario, coincidió en el efecto que tendría el nuevo salario mínimo en los precios y agregó que esto también podría replicarse en el mercado laboral colombiano.
“Hay que tener en cuenta, y la evidencia creo que ha sido muy clara en estos últimos años, que cuando se aumenta más allá de lo técnicamente recomendado el salario mínimo, el resultado es que se crea una inflación más alta, que termina quitándoles el poder de compra a los salarios y también se dificulta la creación de nuevos puestos de trabajo”, agregó.
Efectos en el empleo y el desempleo
Lo anterior se da, por cuenta de que se generarán mayores costos para el sector privado, de cara a contratar a personal, pues tendrían que asumir cargas adicionales a las salariales.
Es más, Luis Fernando Mejía indicó que los fuertes incrementos de 2021 y 2022 que fueron, 10,07 % y 16 %, respectivamente, generaron mayores costos fijos al sector empresarial colombiano y presionaron la creación de puestos formales en la economía.
Según cifras del DANE, entre enero y octubre de 2022, 3,7 millones de personas tenían ingresos de un salario mínimo mientras que, en el mismo periodo del 2023, esta cifra se redujo hasta 2,5 millones.
En tanto, aquellos que recibían menos de este valor pasaron de 9,6 millones a acercarse a 10,5 millones.
“Si bien aumentos muy grandes benefician particularmente a quienes poseen un empleo formal, también se convierten en una barrera de acceso para quienes aspiran a encontrar un empleo formal y que remuneran menos de un salario mínimo, cerca del 50 % de la población ocupada”, dijo el experto de Fedesarrollo.
Y agregó que no sorprende que aumentos de gran magnitud “hayan conducido a que aumenten la proporción de personas que se ganan menos de un mínimo, porque los ingresos no se mueven por decreto”.
Finalmente, Jairo Julián Agudelo de Bancolombia agregó que, “en una economía que se está desacelerando, un incremento muy significativo en el costo de mano obra puede hacer que las compañías no tengan la capacidad de transferir dicho incremento al mercado porque la demanda no va bien; y eso puede generar un incremento en el desempleo sobre todo en los sectores que son intensivos en mano de obra no calificada”.