“Yo soy zurdo y mi cerebro ha estado tan expuesto estos meses, que es como si estuviera aprendiendo a escribir con la mano derecha, estoy aprendiendo todos los días cosas nuevas y estoy expuesto a un mundo totalmente nuevo para mí. ¡Es una nota!
Qué piensa Cipriano López, Vicepresidente de Innovación y Sostenibilidad del Grupo Bancolombia, sobre la banca de hoy y del futuro. Qué tiene por decirles a los colaboradores que se ven enfrentados a la transformación y evolución de la banca
Cipriano es ingeniero mecánico, fue el empresario del año en 2018. Conoce como nadie lo difícil que es transformar compañías, y sabe cómo hacerlo. El VP de Innovación y Sostenibilidad del Grupo Bancolombia llegó al Banco hace menos de un año, pero seguro que ya has oído hablar de él.
Cipriano viene de una industria diferente a la financiera: trabajó por más de 12 años en Haceb. Nada más alejado de la banca que los electrodomésticos. Si ayer fue el responsable del cambio de aquella compañía, hoy su reto es el de “innovar y acompañar a la organización en su transformación y reinvención”.
Sabe que el cambio es ahora, que los bancos, como los hemos conocido hasta ahora, van a transformarse y que ese camino tiene retos importantes.
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“Yo soy zurdo y mi cerebro ha estado tan expuesto estos meses, que es como si estuviera aprendiendo a escribir con la mano derecha, estoy aprendiendo todos los días cosas nuevas y estoy expuesto a un mundo totalmente nuevo para mí. ¡Es una nota!
El cambio no es poca cosa, pero el Banco, lo sabe Cipriano, está en un proceso dinámico, fluido, de evolución continua y el reto es seguir así sin perder el sello de tradición, de respaldo, de garantía, integridad y confianza que ha construido en sus 145 años de existencia.
Todas las empresas en el mundo se ven abocadas a lo mismo, al cambio. “La tecnología no es la que está cambiando los negocios, son las necesidades de los usuarios y sus comportamientos los que están generando el cambio, la tecnología es un vehículo y un catalizador que acelera la transformación y la reinvención de los negocios”, dice Cipriano.
Hoy más que nunca, debemos tener claro nuestro norte (nuestra estrella polar) que es nuestro propósito de promover el desarrollo económico sostenible para lograr el bienestar de todos. Debemos reinventarnos soportados en nuestros valores para aportar desde la innovación aplicada al negocio para satisfacer las necesidades de nuestros grupos de interés, y poder garantizar la sostenibilidad del banco desde lo económico, ambiental y social.
Para esto, contamos también con el equipo de innovación, el cual tiene 6 músculos, que unidos marcan la diferencia: Lab de innovación, Capacidades Analíticas, Innovación Abierta, Nequi, Sostenibilidad e Innovación con impacto Social. Estas capacidades se han puesto al servicio de la Organización para asumir los retos de transformación y evolución del negocio, pero también se han puesto al servicio de la sociedad para resolver los nuevos desafíos que nos pone la coyuntura y la nueva realidad del mundo, en la cual necesitamos ser resilientes y reinventarnos. Es por esto, que la innovación en el banco también está aportando con diferentes soluciones a los retos de la coyuntura; actuamos en tres frentes: salud, alimentación y reactivación económica.
“Tenemos que llegar a ser un banco invisible, que conecta la cotidianidad de las personas, que ya esté embebido en todo lo que tenga que transar. Minimizar los puntos de fricción de los usuarios finales”.
Es por eso que, para Cipriano, la banca del futuro, esa que va a perdurar en el tiempo, debe cumplir con cuatro requisitos:
Integridad.
Confianza.
Experiencia de usuario.
Seguridad/Ciberseguridad.
Advierte Cipriano: «Tengamos presente esta palabra, VICA”. Lo dice así y luego lo explica, porque se trata de un acrónimo que explica el mundo en el que vivimos, que lo describe, incluso.
Volátil: inestable, cambiante en el mercado, en las redes sociales, en las comunicaciones, en las relaciones.
Incierto: como los fenómenos naturales y la vida misma.
Complejo: por la hiperconectividad, la inmediatez y la evolución de la tecnología. La geopolítica, el intercambio comercial, el intercambio de información, los retos sociales y de salud pública.
Ambiguo: lo que hoy nosotros creemos que es lo mejor, probablemente mañana debido a la volatilidad y complejidad, ya no lo será.
Él sabe que, infortunadamente, estamos formateados y cableados de manera que nos disguste la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad, y que la ambigüedad nos genere conflicto y frustración. ¡Ahí hay otro reto!
Porque está claro que no solamente se está transformando el banco, también el mundo y la sociedad “estamos rompiendo muchos paradigmas a una gran velocidad, y todos desde lo personal, familiar y laboral debemos reinventarnos y ser resilientes para disfrutar la danza del cambio”.
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De lo que sabe Cipriano es de innovación. Sabe que no se vale dejar a medias los caminos, sin terminarlos de recorrer. “Nos llenamos de una lista de cosas y de pendientes, las empezamos, pero nunca las terminamos. Si queremos ser realmente competitivos y sostenibles debemos ejecutar y cerrar. Si no ejecutamos no metemos goles”, aconseja.
No es un asunto sencillo, porque siguiendo con el símil futbolero, es un proceso donde se valen los autogoles, “porque así se aprende”. Ese error, puede ser una ganancia si se analiza qué pasó, porqué se cometió, qué llevó a cometerlo y, sobre todo, qué se aprendió de él.
“Por eso, una cosa es innovación y otra cosa es innovar. Innovación puede ser todo. Innovar es una acción, es ejecutar y terminar, es sudar la camiseta”.
“Lo importante no es la innovación sino innovar. Porque nos estaríamos quedando en los proyectos, en las iniciativas y no en las terminativas”.
Lograr el cambio requiere rigor, disciplina y método (eso es ciencia), pero también requiere de la intuición (eso es arte).
“Si queremos transformar la forma de hacer banca necesitamos desarrollar unos músculos y algunos de ellos son el conocimiento y la administración de los datos”, cuenta Cipriano.
Destaca, entonces al equipo de analítica, que está construyendo protocolos, procedimientos y políticas que servirán a nuevos modelos o modelos de riesgos más acertados y a un mejor conocimiento de los clientes. Ese equipo —dice Cipriano— es el corazón y está bombeando sangre hacia todos los otros músculos de la organización.
Cuenta, también, que en el Banco se está trabajando con inteligencia artificial para complementar el trabajo más operativo y la automatización de procesos. “Hace pocos días lanzamos nuestro chatbot “Tabot” a través de Whatsapp para generar una experiencia más cercana, ágil y práctica las 24 horas del día, los 7 días de la semana”.
“La analítica y los datos hacen parte de nuestra materia prima, le están generando mucho valor al banco y nos estamos volviendo mucho más expertos para hacer un manejo ético, pertinente e íntegro de ellos”.
Para transformar las organizaciones, hay que empezar por abrir el panorama para ver más allá de lo que se conoce. “La vida tiene muchos más canales, no te quedes en uno solo”, aconseja Cipriano.
Eso se traduce en el día a día en algo simple, pero poderoso: si siempre lees lo mismo, siempre visitas los mismos lugares y tienes los mismos hábitos, difícilmente vas a ampliar tu espectro.
“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”, escribió Cervantes en El Quijote. Para Cipriano viajar es súper importante, pero aclara que no siempre se necesita pasaporte.
“Empieza conociendo tu ciudad. ¿Has ido al tranvía, al metrocable, a las plazas de mercado?, ¿cuándo fue la última vez que visitaste el Centro y fuiste testigo de su transformación?, ¿conoces los parques biblioteca? Medellín, Antioquia y Colombia tienen cientos de lugares qué conocer”.
Cuando exponemos el cerebro a lugares nuevos e inciertos, agrega, lo estamos entrenando en volatilidad, complejidad, incertidumbre y ambigüedad. Y además, lo entrenamos para quitarnos el miedo de enfrentarse a lo nuevo, esto es uno de los primeros pasos para lograr la transformación y adaptación.
“Eso mismo puede ayudar en el día a día y en el trabajo, porque ya no se estará formateado para dar las mismas respuestas o los mismos resultados”.
Y aunque justo ahora es momento de quedarse en casa y explorar lecturas diferentes, meditar, aprender un nuevo idioma, cocinar, hablar con viejos amigos, disfrutar el tiempo en familia e innovar desde lo simple; es un muy buen momento para mirar hacia adentro y evaluar cómo están las 3 bolitas de la vida: Primera, que yo esté bien (física, mental, emocional y espiritual). Segunda, que mi familia esté bien. Tercera, que el banco esté bien. Si el banco y mi familia están bien, nosotros vamos a estar bien.
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