Esto puede llevarnos a la conformidad sin cuestionar la información, especialmente si estamos en un ambiente donde muchos están siguiendo una tendencia.
Evita estafas digitales comprendiendo las razones detrás de caer en trampas. Te contamos 5 consejos para proteger tu dinero y datos en la era digital que vivimos, donde la desinformación y los engaños son comunes. Protege tu dinero y datos en línea.
“La desinformación está en todas partes y es peligrosa. Sin embargo, existe un tipo particular de información falsa que puede afectarnos más: aquella que nos hace tomar decisiones que impactan nuestra economía. En otras palabras: estafas”. Así lo explicaba Beatriz Vallejo, especialista en ciencias del comportamiento del Detox Information Project (DIP), en el episodio 36 de nuestro podcast “Economía de a Pie”.
La era digital ha traído consigo una avalancha de mensajes y noticias que intentan convencernos de invertir dinero, descargar aplicaciones o compartir nuestros datos personales.
Desde los típicos mensajes de "Usted ha sido seleccionado para un bono por Bancolombia…" hasta "Gana $2.000 diarios dando me gustas", existen numerosas estafas que se disfrazan de ofertas legales. Y aunque algunos pueden identificarlas, aún muchas personas caen en la trampa.
Según el último reporte de la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones (CCIT), se registraron más de 54.000 denuncias de ciberdelitos en el tercer trimestre de 2022. Esta cifra representó un aumento de 11.223 casos, comparado con 2021. En otras palabras, el fraude cibernético no ha hecho más que aumentar con el pasar del tiempo.
Ahora que sabemos que la problemática es real queremos compartirte seis razones por las cuales muchas personas son víctimas de engaños en los medios digitales y cómo podemos protegernos de ellas.
La desinformación es un fenómeno que se ha maximizado en la era digital. Toma muchas formas, como noticias falsas y descontextualizadas. Así como toda aquella información que nos lleva a adoptar una decisión financiera arriesgada.
“La desinformación está en todas partes y es peligrosa. Sin embargo, existe un tipo particular de información falsa que puede afectarnos más: aquella que nos hace tomar decisiones que impactan nuestra economía. En otras palabras: estafas”. Así lo explicaba Beatriz Vallejo, especialista en ciencias del comportamiento del Detox Information Project (DIP), en el episodio 36 de nuestro podcast “Economía de a Pie”.
La desinformación y los fraudes cibernéticos van de la mano. De hecho, en Colombia son muy comunes. Según la Superintendencia de Industria y Comercio, los tipos de fraude electrónico que más se dan en el país son:
Loterías fraudulentas o sorteos falsos: aquí los estafadores informan al consumidor que ha ganado una gran suma de dinero, pero para recibirlo, deben depositar dinero en una cuenta.
Phishing: los estafadores recopilan tu información personal, como datos bancarios y contraseñas, a base de engaños. Por ejemplo: que tu cuenta de banco fue bloqueada y necesitan tus datos para activarla.
Smishing: los ciberdelincuentes utilizan mensajes de WhatsApp o SMS como señuelo para obtener datos personales. Generalmente, ofreciendo trabajos fáciles con salarios poco realistas.
Vishing: implica estafas telefónicas fraudulentas.
Páginas web falsas y suplantación de marcas: los estafadores crean sitios web falsos o imitan marcas de confianza para engañar a las personas.
De acuerdo con Beatriz Vallejo y Jaime Unda, especialistas en ciencias del comportamiento, existen seis razones claves por las que las estafas siguen causando víctimas:
La falta de información es la principal razón por la cual alguien se convierte en una víctima de una estafa. Cuando no estamos familiarizados con un tema específico, somos más susceptibles a la manipulación y a creer en información falsa. Si no comprendemos cómo funcionan las inversiones o los aspectos técnicos de una oferta, es más probable que creamos en promesas de ganancias extravagantes sin cuestionar su veracidad.
Cuando la información o la oferta es de gran relevancia, como la promesa de un salario alto por poco esfuerzo, nuestra vulnerabilidad aumenta. La combinación de desconocimiento y ofertas irresistibles lleva a una toma de decisión financiera precipitada. En situaciones en las que necesitamos algo con urgencia o en las que estamos emocionalmente conectados, es más probable que pasemos por alto señales de alerta y caigamos en estafas.
Los estafadores recurren a la manipulación emocional para engañar a las personas. Los mensajes que generan emociones fuertes, como felicidad, alegría, esperanza o miedo, son más efectivos para persuadirnos. Cuando nuestras emociones están en juego, tendemos a tomar decisiones impulsivas y menos racionales. Los especialistas en comportamiento explican en nuestro pódcast Economía de a Pie que el cerebro tiene dos sistemas:
Sistema piloto automático: opera de forma automática y no requiere un esfuerzo consciente. Se utiliza aproximadamente el 99% del tiempo en nuestras decisiones diarias. Este sistema es propenso a ser influenciado por las emociones.
Sistema analítico: necesita un esfuerzo consciente para procesar la información y tomar decisiones. Se utiliza solo alrededor del 1% del tiempo. Es más lento y reflexivo.
El primer sistema, al ser emocional (y el que está más presente en el día), es más susceptible a la manipulación, ya que la información que despierta emociones fuertes nos engaña más fácil.
Esto puede llevarnos a la conformidad sin cuestionar la información, especialmente si estamos en un ambiente donde muchos están siguiendo una tendencia.
El efecto arrastre o manada se refiere a nuestra tendencia a seguir los comportamientos o tendencias de la mayoría. Cuando vemos que muchas otras personas creen en algo o están de acuerdo con una afirmación, tendemos a asumir que debe ser cierta. Esto puede llevarnos a la conformidad sin cuestionar la información, especialmente si estamos en un ambiente donde muchos están siguiendo una tendencia. Este efecto puede ser perjudicial, ya que la multitud no siempre tiene la razón, y es importante aprender a pensar críticamente.
La aversión al arrepentimiento se refiere a nuestro miedo a sentir que hemos perdido una oportunidad. Nadie quiere lamentar no haber aprovechado una oferta o una inversión, por lo que actuamos para evitar esta sensación de pérdida. Los estafadores explotan esta aversión al arrepentimiento al presentar ofertas como "únicas" o "por tiempo limitado", lo que nos hace sentir que debemos actuar rápidamente.
A menudo, normalizamos ciertos tipos de mensajes o situaciones porque parecen "profesionales". Creemos que estamos informados como para reconocer fraudes cibernéticos, y esto nos hace menos propensos a prestar atención a los detalles que son señales de advertencia. El exceso de confianza lleva a pasar por alto pistas críticas.
Si bien es cierto que cualquiera puede ser víctima de una estafa, aún existen algunas maneras de protegernos contra ellas. Veamos 5 consejos útiles:
Mantente bien informado sobre conceptos básicos de ciberseguridad y finanzas. Cuanto más comprendas un tema, menos vulnerable serás. Por ejemplo, en internet hay mucha información sobre cómo crear contraseñas seguras, activar la autenticación de dos factores (2FA), detectar correos electrónicos sospechosos, usar VPN para conexiones a redes wifi seguras, entre otras opciones. }
Si algo parece demasiado bueno para ser verdad, verifica las fuentes. Investiga la fuente de la información y asegúrate de que sea legítima y confiable. Investiga la identidad y la reputación de esa tienda digital o la empresa que te está contactando. Por ejemplo:
Comprueba que sus direcciones y números de contacto sean reales. Puedes llamarles o escribirles para estar seguro.
Solicita el NIT de la empresa y verifica si la marca está registrada en el portal web de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).
Busca si hay quejas o problemas legales sobre las supuestas empresas en sitios de consumidores o autoridades.
Nunca des tus datos personales a la primera.
Cultiva un pensamiento crítico al evaluar la información digital. Haz preguntas y busca pruebas sólidas antes de aceptar lo que sea.
Toma decisiones basadas en hechos y datos concretos. Mantén tus emociones bajo control al tomar decisiones financieras. Desconfía de promesas de ganancias rápidas o garantizadas, ya que suelen ser estafa.
Protege tus cuentas y datos personales digitales con medidas de seguridad como la autenticación de dos factores. Contrata firewalls, antivirus y software antiespía. Asegúrate de que los sitios web que visitas sean confiables y utiliza métodos de pago seguros.
En la era digital, la desinformación y las estafas están en todas partes. Nadie está completamente a salvo y todos somos vulnerables en algún momento. La mejor defensa es pensar de manera más racional y menos emocional al evaluar de forma consciente la información y las ofertas que recibimos. Al comprender las razones detrás del porqué caemos en estas trampas, mejoramos nuestra capacidad para evitar ser víctimas de fraude cibernético y mantener nuestro dinero y datos seguros.
La información falsa está en todas partes y es peligrosa. Hay un tipo especial de información incorrecta que puede dañarnos más: la que nos lleva a tomar decisiones que afectan nuestro dinero, en otras palabras, las estafas.
La falta de conocimiento es la razón principal por la que las personas caen en estafas. Cuando no sabemos mucho sobre algo en particular, somos más propensos a ser engañados y a creer cosas que no son ciertas.
Mantente al tanto de asuntos importantes como invertir, manejar tu dinero y proteger tu información en línea. Si comprendes mejor estos temas, estarás más seguro.
Descubre cómo expertos en economía conductual ofrecen estrategias prácticas para mejorar el control financiero, desde usar bolsillos de ahorro hasta métodos de gestión, proporcionando herramientas efectivas para tomar decisiones financieras más acertadas.
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