Bancolombia
Comprender las razones de la subida de precios (como el desequilibrio entre la oferta y la demanda), tener estrategias para presupuestar, priorizar gastos y realizar compras inteligentes por PUM y al por mayor son esenciales para proteger tus finanzas.
La creciente demanda pospandemia ha generado un aumento generalizado en los precios, especialmente en tres sectores críticos: alimentos, entretenimiento y servicios regulados.
En un mundo donde la plata parece esfumarse más rápido de lo que llega, la sensación de que el sueldo no alcanza es familiar para muchos. Ya sea por las fluctuaciones del mercado, el aumento de precios repentino o simplemente porque nos dejamos llevar por impulsos al comprar, y mantener el control sobre nuestras finanzas se vuelve esencial.
En este artículo, exploraremos las razones detrás de la subida de precios y compartiremos trucos clave para asegurarnos de que nuestras compras y finanzas personales no se salgan de control.
Antes de explorar estrategias para reducir gastos, es crucial comprender en primer lugar qué impulsa la subida de precios en el mercado.
En Colombia, como en cualquier otra parte, la subida de precios se fundamenta en la oferta y la demanda. La oferta representa la cantidad de bienes y servicios disponibles, mientras que la demanda es la cantidad que el consumidor está dispuesto a adquirir.
El desequilibrio entre oferta y demanda crea una sensación “de poco surtido” y contribuye a los aumentos de precios.
Aquí es donde entra la inflación, haciendo que la compra sea un acto cada vez más costoso. Imaginemos un escenario simple: cuando un comerciante tiene cinco manzanas y diez personas interesadas en comprar, la competencia es mínima. Cuando el número de compradores se duplica o triplica, se inicia una lucha por adquirir el producto, lo que termina en una escalada de precios.
Santiago Espitia, experto en análisis macro de Bancolombia, destaca en el episodio 49 de nuestro podcast Economia de a Pie que: la creciente demanda pospandemia ha generado un aumento generalizado en los precios, especialmente en tres sectores críticos: alimentos, entretenimiento y servicios regulados.
Arturo González, gerente analítico de Bancolombia, ofrece un ejemplo concreto utilizando un plato tradicional colombiano: el ajiaco, donde ingredientes como la papa y la mazorca han ido en alza.
En el mes de agosto del año 2023, según el informe del Sistema de Información de Precios y Abastecimiento del Sector Agropecuario (SIPSA), se observó un aumento de precios en el 56,4 % de los alimentos bajo monitoreo.
Se subrayó que los tubérculos, plátanos y granos experimentaron un alza en un 71,4 %; mientras que productos procesados, carnes y pescados aumentaron en un 63,8 %.
Estos números revelan cómo la inflación ha impactado directamente en los precios de los alimentos, y afecta el poder adquisitivo de los consumidores.
La creciente demanda de servicios de entretenimiento ha llevado a un aumento en los precios. Asistir a conciertos, restaurantes y eventos ahora resulta más costoso de lo anticipado, ya que más personas están dispuestas a comprar estos servicios. La ley de oferta y demanda dicta que cuando la demanda supera la oferta, los precios se disparan, y afecta directamente nuestras actividades económicas, incluso las de ocio.
Colocar lo obligatorio y necesario como prioritario y lo deseado (ocio, ropa, salidas), garantiza que nuestras finanzas personales estén bajo control y nos da la capacidad de sacrificar los gastos innecesarios.
Los servicios regulados, controlados por empresas privadas, también han experimentado aumentos. Tomemos el ejemplo del Transmilenio en Bogotá, que ha visto un incremento en su tarifa, que pasó de 2.500 a 2.950 COP a día de hoy. Estos incrementos, dictados por regulaciones internas de las empresas, afectan directamente nuestras finanzas.
Ante este panorama, es imperativo adoptar estrategias para reducir gastos y maximizar nuestros recursos y bienestar financiero.
La primera estrategia es la elaboración de un presupuesto detallado. Rastrear minuciosamente los gastos nos proporciona un control efectivo sobre nuestras finanzas al tomar decisiones financieras más informadas.
Paso seguido, el control de gastos es clave. Diferenciar entre lo obligatorio (impuestos), necesario (alimentación, arriendo) y lo deseado nos ayuda a estructurar un presupuesto sólido.
Colocar lo obligatorio y necesario como prioritario y, finalmente, lo deseado (ocio, ropa, salidas), garantiza que nuestras finanzas personales estén bajo control y nos da la capacidad de sacrificar los gastos innecesarios.
Al momento de comprar en los supermercados, la comparación de precios y la comprensión de la unidad de medida son estrategias valiosas. La regulación colombiana exige que los establecimientos informen el precio por unidad de medida (PUM), para tomar decisiones de compra más inteligentes.
El precio por unidad de medida (PUM) es un indicador que revela el costo de un producto en relación con su medida estándar (gramos, kilogramos, litros, mililitros, etc). Este valor se determina al dividir el precio total del producto entre las unidades de medida especificadas en cada paquete, es decir, la cantidad de producto incluida.
Este número, que a menudo se pasa por alto en los estantes del supermercado, brinda a los consumidores la capacidad de evitar la publicidad engañosa, optimizar sus compras y tomar decisiones informadas sobre la mejor relación calidad-precio.
Por ejemplo, si encontramos dos botellas de aceite en el supermercado: una de 2L con un costo de 52.720 COP y otra de 1L con un precio de 39.159 COP, el PUM revela el verdadero valor.
Al leer las etiquetas de cada botella, observarás que el aceite de oliva de 2 litros tiene un PUM más bajo (26.350 pesos/litro) en comparación con la botella de 1 litro (39,150 pesos/litro). En términos de costo por unidad de medida, la botella de 2 litros resulta ser una opción más económica.
La compra al por mayor constituye una estrategia efectiva a tener en cuenta. La comparación de precios entre diversos establecimientos facilita la identificación de las mejores ofertas.
Aprovechar tanto las promociones como los cupones de descuento contribuye a mitigar el costo final. Es necesario tener un ojo crítico al momento de evaluar ofertas como "lleve dos y pague uno", para garantizar verdaderamente un ahorro genuino y no un riesgo financiero.
Antes de realizar compras significativas, especialmente en productos de alto valor como los tecnológicos, es crucial preguntarse si realmente necesitamos el artículo y cuánto uso le daremos. Formular estas preguntas ayuda a evitar compras impulsivas y contribuir a un mayor control sobre los gastos personales.
Realizar el cálculo preciso del costo total y evaluar la conveniencia de los pagos a plazos contribuye a tomar decisiones financieras más fundamentadas.
Emplear la calculadora de nuestros teléfonos para estimar los gastos es sencillo y resulta eficaz. Realizar el cálculo preciso del costo total y evaluar la conveniencia de los pagos a plazos contribuye a tomar decisiones financieras más fundamentadas.
Enfrentar la realidad de una subida de precios requiere un enfoque estratégico. Desde la comprensión de los factores económicos que influyen en los precios hasta la implementación de tácticas prácticas, cada paso cuenta para asegurar que nuestra plata rinda y podamos disfrutar de los placeres de la vida sin comprometer nuestras finanzas personales.
Mantener el enfoque en metas financieras a largo plazo a pesar de las tentaciones diarias es fundamental. La consistencia en la toma de decisiones financieras contribuye a evitar patrones de gastos inconstantes.
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