¿Te interesa invertir en bienes raíces? Felipe Zuluaga de Mis Propias Finanzas nos muestra diferentes tendencias, modelos de negocio y estrategias prácticas para empezar a hacerlo. Conócelas en este artículo.
Invertir en bienes raíces puede parecer desafiante para las nuevas generaciones, pero el mercado inmobiliario se ha adaptado y, hoy en día, hay diferentes formas de empezar e invertir.
Creamos esta guía para ayudarte a entender cómo dar tus primeros pasos en el mundo de la inversión inmobiliaria, aprovechar oportunidades y apostar a tus propias metas.
En este artículo encontrarás modelos de negocio emergentes, estrategias de inversión y consejos prácticos que te permitirán invertir de manera inteligente para maximizar tu rentabilidad.
4 modelos de negocio están cambiando las reglas del juego
La forma en que vivimos ha dado un giro de 180º. Antes, las familias eran más grandes y querían casas enormes para quedarse a vivir por generaciones, hoy, la mayoría prefiere tener flexibilidad y sentirse parte de una comunidad. ¿Qué significa esto para quienes quieren invertir en bienes raíces?
El nicho de los proyectos enfocados en grandes familias es cada vez más pequeño.
Hay una mayor demanda en espacios compartidos y flexibles.
Modelos como colivings o multifamiliares pueden ser más rentables.
Esto significa que los modelos tradicionales de inversión se están transformando. Si queremos invertir en bienes raíces, debemos entender cuáles son las nuevas necesidades y formas de vivir. Felipe Zuluaga explica que estos son 4 de los modelos de negocio con mayor potencial:
Co-living: estos espacios son perfectos para los millennials. Apartamentos pequeños con áreas comunes para compartir. Las nuevas generaciones valoran la conexión y buscan sentirse parte de una comunidad.
Multifamily: este modelo de negocio está establecido en Estados Unidos y apenas está llegando a Colombia. Aquí, un desarrollador inmobiliario construye un conjunto residencial y no vende los apartamentos, sino que contrata a un operador para administrarlos y arrendarlos.
Senior living: estos espacios son diseñados para adultos mayores con servicios integrados como enfermerías y actividades diarias.
Renta Corta: son propiedades para alquiler temporal. Perfectos para vacaciones o para quienes son nómadas digitales.
Lo bueno, lo malo y lo feo de invertir en bienes raíces.
Antes de invertir tu plata, es esencial que consideres los puntos positivos y los desafíos que esto implica. Aquí te compartimos algunas claves para que tomes la mejor decisión:
Beneficios
Valorización: a largo plazo, los bienes raíces tienden a aumentar de valor.
Protección contra la inflación: los arriendos pueden ajustarse según la inflación.
Diversificación: reduce la volatilidad en un portafolio de inversión.
Mayor control: eres dueño de tu activo y puedes tomar decisiones estratégicas.
Riesgos
Vacancia: puedes quedar sin inquilinos por periodos prolongados.
Liquidez: no es fácil vender rápidamente.
Mantenimiento: un inmueble requiere inversiones periódicas para conservar su valor.
Ubicación: el valor de la propiedad varía dependiendo de la zona y su desarrollo.
Ahora que tienes en mente lo bueno y lo retador de invertir en bienes raíces, es momento de hablar de estrategias. Hay varias formas de sacarle provecho a tu inversión, estas son algunas opciones:
Estrategias de inversión
Renta tradicional: compra y arrienda a largo plazo.
Flipping: compra, remodela y vende a un precio mayor.
Renta corta: alquila tu inmueble de forma temporal a turistas o viajeros.
Fondos inmobiliarios: invierte a través de gestores profesionales.
Desarrollo inmobiliario: construye y vende desde cero.
Crowdfunding: invierte en proyectos inmobiliarios a través de plataformas digitales.
Factores que afectan la rentabilidad
Para tu estrategia de inversión ten en cuenta estas variables:
En renta tradicional: precio de compra, valor de la renta, costos de mantenimiento.
Flipping: precio de compra, costo de remodelación, precio de venta, tiempo de obra.
Renta corta: revisa que esté en una zona turística, precios por noche y costos de operación.
Fondos Inmobiliarios: experiencia del gestor, valorización y estrategia de salida.
Desarrollo Inmobiliario: tiempo de venta y construcción, costos de materiales.
Crowdfunding: regulaciones, costos del gestor, valorización esperada.
Cuando elijas la estrategia más conveniente para ti, debes considerar un punto clave en tu inversión:
Due Diligence (Análisis Cualitativo)
Como dice Felipe, es importante que hagas un análisis de competencia o benchmark. Este ejercicio te ayudará a entender los riesgos y los beneficios (varía dependiendo del tipo de activo y estrategia) del lugar que vas a comprar.
Para hacerlo, revisa temas como ubicación (accesibilidad, potencial de valorización, infraestructura cercana); regulaciones urbanísticas y planes de ordenamiento territorial, así como servicios cercanos al inmueble (colegios, hospitales y centros comerciales).
Consejos finales para no meter la pata
Explora distintas opciones: no todas las inversiones inmobiliarias funcionan igual. Analiza el mercado antes de decidir.
Haz Due Diligence: haz un análisis de competencia, investiga cada propiedad y proyecto antes de invertir.
No te dejes llevar por la emoción: evalúa objetivamente el riesgo y la rentabilidad.
Sigue las tendencias: modelos emergentes como los co-living y multifamiliares pueden ofrecer mejores oportunidades.
Diversifica tu inversión: no pongas todo tu capital en un solo activo.
Invertir en bienes raíces no es solo comprar propiedades. Es entender el mercado, analizar oportunidades y elegir estrategias que se alineen con tus objetivos financieros. Con la información correcta, puedes tomar decisiones inteligentes y rentables.
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