La discriminación en las escuelas afecta la salud mental de los jóvenes, generando sentimientos de aislamiento y tristeza. Prevenirla y crear entornos inclusivos es fundamental para apoyar el bienestar emocional y que todos se sientan seguros y aceptados.
¿Te imaginas un mundo donde todos los niños, niñas y jóvenes se sientan valorados y aceptados por quienes son? Un lugar donde puedan desarrollarse plenamente y alcanzar sus sueños. Un mundo sin miedo al juicio, donde cada persona pueda ser ella misma sin temor a ser rechazada.
La discriminación escolar, lamentablemente, es una realidad que afecta a muchos jóvenes en todo el mundo. Cuando un estudiante es excluido, ridiculizado o ignorado por su identidad, orientación sexual, género, raza o cualquier otra diferencia, su salud emocional se ve gravemente afectada. Esta violencia invisible, que puede parecer inofensiva para algunos, deja huellas profundas en el bienestar emocional de quienes la sufren.
Sin embargo, podemos cambiar esta realidad. Es posible crear un entorno escolar donde cada niño, niña y joven se sienta seguro, respetado y apoyado. Un espacio donde la diversidad sea celebrada y la inclusión sea la norma. La clave está en reconocer el impacto de la discriminación y comprometernos a erradicarla, trabajando juntos para construir espacios seguros para todos.
La historia de Sergio Urrego
El caso de Sergio Urrego nos dejó una profunda huella. Un joven lleno de vida que, como tantos otros, se enfrentó a la crueldad de la discriminación. Su partida nos recordó la importancia de construir un mundo donde cada joven se sienta valorado y aceptado.
Tras la dolorosa pérdida de su hijo, Alba Lucía Reyes, aunque marcada por el dolor, decidió transformar ese sufrimiento en esperanza. Fue así como nació la Fundación Sergio Urrego, con el firme propósito de prevenir el suicidio juvenil y crear entornos escolares libres de discriminación.
La Fundación trabaja incansablemente para crear espacios seguros donde los jóvenes puedan sentirse aceptados, acompañados y apoyados en su desarrollo. El dolor de Alba Lucía la impulsó a ser una voz firme por la inclusión y los derechos, demostrando que el amor y la lucha por un futuro mejor son más fuertes que cualquier adversidad.
En el episodio 30 de nuestro Alba Lucía nos abrió su corazón, compartiendo sus reflexiones profundas, no solo desde su rol como madre, sino también como directora de la Fundación, guiada por el amor y la lucha. Su incansable trabajo en defensa de los derechos humanos y la inclusión ha sido un faro de inspiración para muchos.
La discriminación y cómo afecta nuestra salud mental
La discriminación es cuando una persona es tratada de manera injusta solo por ser diferente, ya sea por su raza, género, orientación sexual, identidad de género, discapacidad o religión.
Aunque todos podemos ser distintos, estas diferencias no deberían ser motivo para que alguien se sienta menos, inferior o rechazado. Sin embargo, la discriminación tiene un gran impacto en la salud mental, especialmente en los jóvenes, quienes son más vulnerables a las presiones sociales y emocionales.
Pero, ¿qué es discriminación escolar? Esta forma de discriminación, también conocida como bullying o acoso escolar, puede adoptar muchas formas. No siempre se trata de violencia física; a menudo comienza con el rechazo social, los rumores, la exclusión o las burlas. Puede ser emocionalmente devastadora, pues no solo hiere la autoestima, sino que también genera sentimientos de soledad, tristeza y desesperanza.
En algunos casos, la humillación constante puede hacer que un joven se sienta invisible, sin valor, como si no perteneciera a ningún lugar.
Cómo nos afecta psicológicamente
La discriminación puede tener efectos catastróficos en nuestra salud emocional. Cuando nos enfrentamos a la exclusión o al rechazo, es fácil empezar a sentir que no somos lo suficientemente buenos, que no merecemos ser aceptados o, incluso, que nuestra identidad está equivocada.
Estos sentimientos pueden generar una profunda vergüenza y un aislamiento emocional, dejándonos con la sensación de estar solos, desconectados de los demás. Para los niños, niñas y jóvenes, este tipo de trato injusto puede resultar aún más doloroso, ya que están en una etapa crucial de su desarrollo emocional.
Algunos efectos de la discriminación escolar pueden ser la depresión y la ansiedad, las cuales afectan su bienestar general y su capacidad para socializar, estudiar o disfrutar de actividades cotidianas.
En casos extremos, el dolor emocional causado por el acoso constante puede aumentar el riesgo de pensamientos suicidas, pues los jóvenes sienten que no hay salida a su sufrimiento.
¿Qué tipos de discriminación existen?
Los jóvenes pueden enfrentar muchas formas de discriminación, cada una con su propio dolor: el bullying, ya sea cara a cara o en línea, el rechazo por ser quienes son o por cómo se identifican, el racismo, la discriminación por su discapacidad o incluso burlas por sus creencias o estilo de vida.
Cada una de estas experiencias les hace sentir que no son aceptados, que no son valiosos. Lo más difícil es que, aunque cada uno de estos actos de discriminación puede parecer diferente, todos comparten un mismo resultado: dejan marcas profundas en la salud emocional de quienes lo sufren.
El suicidio y su relación con la discriminación escolar
El suicidio es una de las principales causas de muerte entre los jóvenes en Colombia, y es doloroso reconocer que, en muchos casos, está relacionado con la discriminación escolar.
Lo más triste es que las víctimas no siempre muestran señales claras de su sufrimiento. Muchos jóvenes, aunque están lidiando con un dolor profundo, no actúan de manera ‘extraña’ o ‘problemática’, lo que hace más difícil identificar sus emociones.
Sin embargo, las estadísticas no mienten: en Colombia, según el Sistema Unificado de Convivencia Escolar (SUICE), el 23% del estudiantado, reportó ser víctima de acoso escolar regularmente en sus instituciones educativas, lo que equivale a casi uno de cada cuatro estudiantes.
¿Como podemos entre todos prevenir el suicidio?: un reto necesario en Colombia
La prevención contra el suicidio es una tarea urgente. Es fundamental que se comprenda que la vida de cada niño, niña y joven es invaluable y que todos debemos tomar medidas para protegerla:
Si eres papá o mamá:
Presta atención a los cambios de comportamiento: si tu hijo o hija se aísla o pierde interés en actividades que antes le gustaban, podría estar enfrentando dificultades emocionales.
Habla con ellos abiertamente: pregunta cómo se sienten y si algo les está molestando. A veces, solo necesitan saber que pueden hablar sin ser juzgados.
Observa su comportamiento social: si notas que evita interacciones con amigos o en la escuela, puede ser una señal de que algo no está bien.
No minimices sus problemas: no digas frases como "no es para tanto". Valida sus sentimientos para que se sientan escuchados y comprendidos.
Si eres estudiante:
Evita hacer comentarios hirientes: no bromees ni hagas comentarios sobre la orientación sexual, género, raza o cualquier aspecto personal de otro estudiante.
Apoya a tus compañeros: si notas que alguien está aislado o triste, invita a esa persona a participar y hazle saber que no está solo/a.
Habla con un adulto de confianza: si te sientes inseguro o presencias bullying, no dudes en compartirlo con un profesor o familiar.
Si eres docente
Ten en cuenta: el derecho a no ser discriminado es un derecho humano fundamental, especialmente en el entorno escolar, donde los jóvenes pasan la mayor parte de su tiempo:
Fomenta un ambiente de inclusión: evita comentarios que puedan estigmatizar a los estudiantes, tanto hombres como mujeres. Promueve la aceptación y la diversidad en el aula.
Permanece atento a los cambios emocionales: si un estudiante parece triste o retraído, acércate a él o ella. A veces, el simple hecho de preguntar "¿cómo estás?" puede marcar la diferencia.
Capacítate sobre la prevención: participa en programas de formación sobre salud mental y prevención del suicidio para saber cómo actuar ante señales de alerta.
Crea un entorno de apoyo: escucha sin juzgar, mostrando empatía y ofreciendo ayuda para que el estudiantado se sienta seguro y respaldado.
Los programas de prevención del suicidio en Colombia deben incluir estrategias para erradicar la discriminación y también deben capacitar a los docentes y padres para que reconozcan algunos signos y sintomas del suicidio en niños, niñas y jóvenes.
La familia como pilar en la prevención del suicidio
Cuando un joven está pasando por momentos difíciles, el papel de la familia es crucial. Un padre o una madre que escucha y apoya puede marcar la diferencia en la vida de su hijo. Es importante recordar que muchos jóvenes, por miedo a ser juzgados o no ser entendidos, guardan sus emociones y pensamientos en silencio.
A veces, simplemente preguntar cómo se sienten o si han tenido pensamientos suicidas puede marcar una gran diferencia. Muchos jóvenes guardan sus problemas porque admitir pensamientos como 'me quiero morir' o 'me quiero matar' puede resultar muy difícil. Sin embargo, si los padres crean un ambiente de confianza, es más probable que sus hijos se abran y busquen apoyo.
Alba Lucía, la madre de Sergio, lo expresa con claridad y profundidad: la familia es la primera línea de defensa en la prevención del suicidio. Cuando los padres validan las emociones de sus hijos, los escuchan sin juzgarlos, les dan espacio para ser ellos mismos, tienen el poder de cambiar el curso de su vida.
Escuchar con el corazón puede ser el acto más poderoso para prevenir tragedias, porque es en la conexión emocional y el apoyo inquebrantable donde se encuentra la verdadera fortaleza.
Algunas recomendaciones adicionales para papás y mamás:
Ofrece apoyo constante: hazles saber que, sin importar lo que pase, siempre estarás allí para ellos, en los momentos buenos y en los difíciles.
Crea un ambiente de confianza: fomenta un hogar donde se sientan seguros para compartir lo que sienten sin miedo a ser castigados o rechazados.
No tengas miedo de preguntar directamente sobre pensamientos suicidas: aunque pueda parecer difícil, preguntar directamente si han tenido pensamientos suicidas puede ser crucial. Es importante que sepan que pueden hablar de ello sin sentirse culpables o avergonzados.
Busca ayuda si es necesario: si sientes que la situación te supera o que tu hijo o hija necesita más apoyo, no dudes en buscar ayuda profesional.
Fomenta actividades que promuevan el bienestar emocional: anima a tu hijo a practicar actividades que le ayuden a sentirse bien consigo mismo, como hacer ejercicio, meditar o pasar tiempo con amigos.
Reconoce y celebra sus logros: a veces, los jóvenes se sienten invisibles o no valorados. Reconocer sus esfuerzos, por pequeños que sean, y celebrar sus logros les ayudará a sentirse más seguros y apoyados.
Conclusión
Si este tema te ha tocado o te gustaría aprender más sobre cómo prevenir la discriminación y el suicidio, te invitamos a escuchar el capítulo #30 de nuestro En él, compartimos experiencias profundas y reflexiones, además de aprendizajes para cambiar esta realidad que afecta a tantos jóvenes.
También te invitamos a conocer más sobre la Fundación Sergio Urrego, una organización que trabaja con todo el corazón para crear conciencia y ofrecer apoyo a aquellos que han sido víctimas de discriminación.
Juntos, podemos crear un mundo más inclusivo y lleno de amor, donde todos nuestros niños, niñas y jóvenes se sientan valorados y escuchados. Si esta información puede ayudar a alguien que conoces, no dudes en compartirla.
Fuentes
El Colombiano. (2024). Acoso escolar en Colombia sigue en aumento.
Ministerio de Educación Nacional. (2023). Ministerio ratificó su compromiso en contra de la discriminación racial en la celebración de los 10 años de la Ley de Convivencia Escolar.
ConsultorSalud. (2023). Suicidio en Colombia aumenta 16 por ciento.
Procuraduría General de la Nación. (2024). Suicidio disparado en Colombia: la cuenta pendiente de los trastornos mentales.