En este año, nos enfrentamos ante una recesión económica mundial que ha sido agravada por sucesos como la pandemia de COVID-19 y el conflicto Rusia-Ucrania.
“La crisis económica nos está respirando en la nuca”. Esta frase resume el episodio 23 de nuestro pódcast Economía de a pie. En efecto: el estancamiento económico de Estados Unidos, China y la Unión Europea indica que la crisis que se anuncia desde 2022 ha llegado.
Según el Banco Mundial, la recesión de 2023 puede ser de las más complejas sufridas por el mundo en los últimos 150 años.
La economía como un organismo enfermo
Las crisis económicas se caracterizan por una disminución significativa y sostenida de la producción y el empleo. Para entender bien por qué ocurren, se puede hacer una analogía con las enfermedades. La gripa, por ejemplo, puede desencadenarse por factores externos como pasar mucho tiempo en lugares fríos sin abrigo. Otras veces ocurre por factores internos, como tener las defensas bajas.
La economía de un país puede verse afectada por factores externos (como la covid-19) o internos, como las decisiones de los bancos centrales sobre las tasas de interés, la oferta de dinero y la política cambiaria; las guerras; la especulación financiera; las burbujas inmobiliarias, entre otros.
Tal como sucede con la gripa, cuando algunos de estos factores se intensifican y comienzan a afectar a otros aspectos de la economía, se puede desencadenar una crisis sistémica.
Si, por ejemplo, la producción en un sector industrial se ralentiza, pueden disminuir el empleo y la demanda de bienes y servicios relacionados con esa industria. Esto puede contraer la producción y el empleo en otras industrias relacionadas, y crear un efecto dominó que afecta a toda la economía.
Causas de la crisis económica actual
Detrás de la actual crisis económica se encuentran varios factores:
La pandemia y sus consecuencias
Todos vivimos los confinamientos decretados para enfrentar la covid-19, que contrajeron la producción y los ingresos de las familias. Luego, a medida que se relajaban las restricciones, muchos bancos centrales disminuyeron las tasas de interés para estimular el consumo y la inversión. Estos incentivos impulsaron la demanda de bienes y servicios, y permitieron una recuperación rápida de la economía.
De acuerdo con Arturo González, nuestro gerente de Cuantitativa y Analítica en Bancolombia, a finales de 2020 y durante el 2021 las personas compraron más, las empresas invirtieron en maquinaria y se reactivó la construcción y con ello la demanda de materiales. No obstante, la capacidad de las empresas para producir no se recuperó con la misma rapidez. Como consecuencia, escasearon los productos y servicios en el mercado y, con la escasez, vino el aumento de los precios.
Cuando la economía de Colombia y del mundo parecía estar recuperándose, en febrero de 2022 apareció otro factor disruptivo: la guerra entre Rusia y Ucrania. Aunque estos países están a miles de kilómetros de distancia de Latinoamérica, tienen un efecto colateral en países como Colombia y, sobre todo, en Europa. Rusia suministraba a Europa el 40% del gas natural y el 27% de su petróleo importado, de acuerdo con la BBC. En julio de 2022 el suministro de gas ruso había disminuido a un 15%, lo que hizo disparar los precios y puso en apuros a los sectores que dependen de este recurso, según el diario Los Angeles Times.
Las tensiones entre Rusia y Ucrania y la interrupción del suministro energético podrían tener un efecto cascada en el continente europeo, debilitar su economía y reducir la demanda europea de exportaciones desde otros países.
Guerra comercial entre China y Estados Unidos
Otro de los conflictos, aunque menos comentado, es la guerra de precios entre China y Estados Unidos, que se ha intensificado con las tensiones por Taiwán. Esta situación podría tener un efecto significativo en el comercio internacional, pues China es un proveedor importante de bienes para todo el mundo.
La economía como un organismo enfermo
Las crisis económicas se caracterizan por una disminución significativa y sostenida de la producción y el empleo. Para entender bien por qué ocurren, se puede hacer una analogía con las enfermedades. La gripa, por ejemplo, puede desencadenarse por factores externos como pasar mucho tiempo en lugares fríos sin abrigo. Otras veces ocurre por factores internos, como tener las defensas bajas.
La economía de un país puede verse afectada por factores externos (como la covid-19) o internos, como las decisiones de los bancos centrales sobre las tasas de interés, la oferta de dinero y la política cambiaria; las guerras; la especulación financiera; las burbujas inmobiliarias, entre otros.
Tal como sucede con la gripa, cuando algunos de estos factores se intensifican y comienzan a afectar a otros aspectos de la economía, se puede desencadenar una crisis sistémica.
Si, por ejemplo, la producción en un sector industrial se ralentiza, pueden disminuir el empleo y la demanda de bienes y servicios relacionados con esa industria. Esto puede contraer la producción y el empleo en otras industrias relacionadas, y crear un efecto dominó que afecta a toda la economía.
Fuentes