Conoce las obligaciones tributarias, aduaneras y cambiarias que impactan a las empresas que realizan operaciones de comercio electrónico. Prepárate para vender más y cumplir las normas. Lee más.
Al vender por internet se adquieren obligaciones aduaneras
A simple vista, pareciera que las ventas que una empresa hace a través de sus canales digitales, de un marketplace o de dropshipping están sujetas a las mismas obligaciones aduaneras, cambiarias y tributarias de cualquier compañía. Sin embargo, la naturaleza de esas transacciones exige un conocimiento y manejo específico.
Para empezar, las obligaciones aduaneras recaen sobre las empresas que hacen ventas al exterior o compras en otros países. El Decreto 1165 de 2019, o decreto aduanero, define a las ventas digitales como “courier”. Es decir, una modalidad de exportación de tráfico postal y envíos urgentes. Esta puede ser ejercida tanto por personas jurídicas como por personas naturales.
“Hasta hace un tiempo, había un tope de 5.000 dólares para ventas por internet. Si una operación lo sobrepasaba, se entendía como una exportación ordinaria. Ahora, el nuevo ordenamiento jurídico dice que cualquier empresa o persona puede vender por internet, independientemente del valor o el peso de la mercancía”.
Iván Blanco, socio de la firma Iván Blanco Consultores SASGeneralmente, la mercancía que se vende por canales digitales llega hasta su destinatario a través de una empresa de mensajería y tráfico postal, como DHL o Fedex. Esta es una mercancía de entrega expresa que no requiere pasar por un proceso de nacionalización ordinario en el destino. Entonces, ¿cuál es la obligación de quien vende a través de las plataformas online?
El experto recalca que el negocio o persona debe surtir un proceso formal aduanero que es expedito y consta de los siguientes pasos:
Realizar la venta por su propio e-commerce o un Marketplace.
Acudir a su empresa de tráfico postal y enviar la mercancía.
Conservar el documento o guía de transporte, pues hace las veces de declaración de exportación y acredita la salida de la mercancía hacia el exterior. No requiere de
agenciamiento aduanero.
La guía de transporte debe tener los datos mínimos relacionados con la venta. Es decir:
Datos de quien envía la mercancía.
Datos de quien recibe la mercancía en el exterior.
Descripción y peso de la mercancía.
De esta forma, la DIAN o autoridad aduanera puede conocer los términos de la negociación entre vendedor y comprador, así como la fecha en que se envió la mercancía.
“La norma – dice Blanco– establece que hay que conservar por tres años los documentos aduaneros o la guía de transporte. Si la empresa o persona no lo hace, y es requerida por la autoridad aduanera, se expone a una sanción”.
Adicionalmente, se recomienda a quienes exportan a través de un e-commerce que, dependiendo del país al que vendan, se aseguren de que cumplen con los requisitos de entrada a ese destino para conservar la condición de envíos de tráfico postal y evitar problemas con la mercancía.
Por ejemplo, Estados Unidos solo permite envíos bajo esta modalidad hasta por 800 dólares. Si una venta supera esa cifra, desde Colombia la mercancía puede salir sin inconvenientes, pero seguramente allá debe entrar bajo otra modalidad de exportación.
Otro tema que no se debe descuidar es el de las devoluciones. En ese sentido:
Hay que evitar enviar productos sensibles o que necesitan permisos, como el café, los manufacturados ciento por ciento en oro y los de especie vegetal o animal. Si se envían estos productos, seguramente serán devueltos y habrá que volverlos a nacionalizar bajo el régimen de importación ordinaria.
Los productos que se venden a través de un e-commerce y cumplen las condiciones de salida, pero tienen un defecto de fábrica o no superan las expectativas del comprador, sí pueden volver a entrar a Colombia bajo la modalidad de tráfico postal.
En el caso de quienes importan a través de internet, la norma exige que la mercancía no supere los 2.000 dólares, no pese más de 50 kilos, tenga una dimensión menor a 1.5 metros y no supere las seis unidades de la misma referencia. Si no se cumple alguno de estos requisitos, ya no se estaría hablando de una importación a través de tráfico postal, sino que pasa al régimen de importación ordinaria. En este caso, se requiere de los servicios de una agencia de aduanas y del pago de los tributos aduaneros correspondientes a la subpartida arancelaria, lo que hace que la entrega ya no sea tan expedita.
¿Cómo ofrecer seguridad en las compras en línea? Protege al cliente
Lee más
Si vendes a través del e-commerce, estas son tus obligaciones cambiarias
Las compañías y personas que venden por internet al exterior, así mismo, deben acogerse al régimen cambiario colombiano. Iván Blanco explica que este existe desde hace décadas y que las normas relativas al tráfico postal tienen varios años de vigencia, pero la dinámica reciente del comercio internacional las ha potenciado.
El régimen cambiario se refiere al deber que tienen las compañías y personas naturales de acreditar la salida y el ingreso de divisas con el fin de evitar el lavado de activos y la financiación del terrorismo. Para eso, existen unos controles a la salida e ingreso de las divisas al país que se deben cumplir cuando se hacen ventas o compras por medio del e-commerce.
¿Cómo funciona este régimen tanto para quienes venden a través de una plataforma externa, como para los que lo hacen por medio de su propia tienda virtual?
Los marketplace tienen una pasarela de pago o una plataforma a través de la cual reciben el dinero de los compradores. Luego, le pagan al vendedor. Pero quien tiene la responsabilidad de realizar el reporte de los pagos recibidos, según el régimen cambiario, es el marketplace. Este tiene unos plazos para enviar su reporte al Banco de la República y lo hace a través de un intermediario del mercado cambiario, como los bancos comerciales.
En este caso, tanto el marketplace como la pasarela de pagos y la persona natural o jurídica deben conservar los soportes de cada transacción. La factura electrónica es el documento cambiario por excelencia que acredita cada operación.
Las personas naturales o jurídicas que venden a través de su tienda virtual propia tienen la obligación de canalizar las divisas, según el régimen cambiario. Lo deben hacer con el soporte de los ingresos a sus cuentas y los extractos bancarios. Los importadores, por su parte, deben conservar el voucher o soporte de pago de la tarjeta de crédito y el extracto bancario.
No cumplir con el régimen cambiario también genera multas. La no conservación de los soportes, que debe hacerse durante cinco años, significa sanciones que se calculan en UVT (Unidad de Valor Tributario).
Te recomendamos leer:
Nuevo estatuto aduanero: esto es lo que debes tener en cuenta

Los negocios que venden a través de plataformas de e-commerce propias o de terceros, adicionalmente, están sujetos a las mismas normas tributarias que cualquier empresa y a normas que varían de acuerdo con la modalidad de venta que ejecuten, según la cartilla “Tributación del comercio electrónico y de las plataformas digitales Colombia – Medellín”, elaborada por la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia y la firma de asesores en impuestos Dosálvarez.
En ese sentido, son obligaciones tributarias comunes a todas las empresas, sin excepción:
Impuesto sobre la renta: aplica a las empresas constituidas legalmente en Colombia, incluidas las que venden por internet o comercializan productos de terceros. Grava todos los ingresos de fuente nacional y extranjera. La tarifa general es del 35 %.
Retención en la fuente: si se vende mediante una plataforma propia, la retención depende del bien o servicio ofertado. Si se vende a través de un marketplace, la retención se da por concepto de comisión y la tarifa aplicable es del 11 %. Si el pago se hace en otro país, se debe considerar su normativa.
Impuesto sobre las ventas (IVA): se parte del bien vendido y la territorialidad del impuesto. Por regla general, los bienes están gravados con el 19 % tanto si son vendidos por cuenta propia, como en la plataforma de un tercero. Por otro lado, el impuesto aplica para todas las ventas realizadas en el territorio nacional o desde el exterior.
Impuesto de Industria y Comercio (ICA): depende de la jurisdicción municipal donde se realiza la actividad, por ser un impuesto territorial. Las ventas se entienden como “realizadas” en el municipio desde el cual se despacha la mercancía.
Por otro lado, en lo que respecta a las obligaciones tributarias, es necesario analizar el tipo de contrato jurídico usado para las ventas por internet. El de mandato es uno de los más comunes:
Se refiere a cuando una parte ejecuta actos de comercio en nombre de otra o cuando una plataforma comercializa productos de terceros como si fueran propios.
El vendedor declara renta y practica retención en la fuente a la plataforma.
La plataforma, como emisora de la factura, verifica si los productos están gravados con IVA y lo cobra a los clientes. También cobra IVA al vendedor.
El pago del ICA depende de las reglas del municipio donde se desarrolla la actividad.