“Las certificaciones sostenibles que se usan en el sector agrícola, pecuario y agroindustrial, son el eje fundamental de cambio”.
Conoce qué son las certificaciones de sostenibilidad y porque permiten impulsar y fortalecer el agro que es un motor de transformación del país.
Las certificaciones sostenibles son acreditaciones voluntarias obtenidas por los productores y empresas para mostrar su compromiso ambiental, social y económico. Aquí te contamos más detalles, además de cuáles son y qué se requiere para obtenerlas.
La transformación que ha tenido el mundo en políticas sostenibles para generar un adecuado equilibrio en materia ambiental, social y económica, han permitido que los modelos económicos se adapten a estas nuevas exigencias de la sociedad y del planeta, en donde el cambio es y seguirá siendo una prioridad.
Es tan importante este tema que día a día más empresas y países se suman a generar conciencia y a ejecutar acciones a futuro que permitan reducir el impacto climático y el desarrollo de una sociedad incluyente.
Esto no es ajeno para ninguno de los sectores económicos, especialmente para el agro que juega un papel fundamental en la transformación hacia sistemas sostenibles. Recordemos que sobre este recae la seguridad alimentaria mundial y, a su vez, tiene uno de los desafíos más grandes en inclusión de la sociedad rural. Por esta razón, los países y especialmente los consumidores están demandando una rápida transformación que permita generar mayor armonía entre una producción eficiente y productiva, pero con mayor conciencia hacia lo ambiental y social.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), para ser sostenible, “la agricultura debe satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras, y al mismo tiempo garantizar la rentabilidad, la salud ambiental, y la equidad social y económica. La alimentación y la agricultura sostenibles contribuyen a los cuatro pilares de la seguridad alimentaria —la disponibilidad, el acceso, la utilización y la estabilidad— y a las tres dimensiones de la sostenibilidad —ambiental, social y económica.”
Colombia es un país de vocación agropecuaria (factor clave para el desarrollo económico) que cuenta con más de 2 millones de unidades de producción del agro (según la Encuesta Nacional Agropecuaria ENA 2019). Así mismo, de los 114 millones de hectáreas, cerca de 44 millones son para explotación agrícola y pecuaria; esto evidencia la importancia y el reto que se tiene para lograr la meta de modelos más eficientes y sostenibles.
Además, cerca del 60 % del uso de la tierra se encuentra dispuesta en unidades de cinco o menos hectáreas, lo que muestra un reto mayor para incorporar sistemas sostenibles en todo el territorio nacional pero que, a su vez, da la oportunidad de poder generar un impacto social, económico y ambiental a la población rural menos favorecida.
Los cambios que se vienen dando (y seguramente seguirán ocurriendo), no solo hacen parte del productor primario, sino que es la integración de toda la cadena productiva y social, que permite generar alternativas para promover aspectos tales como:
Una gestión responsable en las prácticas agrícolas.
Educación en nuevos sistemas de producción y uso del suelo.
Incorporación de tecnologías aplicadas al agro que mejoren productividad y favorezcan el uso inteligente de recursos.
Un sistema de pago diferenciado.
Una financiación por parte de la banca que promueva su incorporación (Línea Agrosostenible).
Certificaciones de sostenibilidad que le den confianza al consumidor de que dicho producto proviene de una granja o predio certificado.
“Las certificaciones sostenibles que se usan en el sector agrícola, pecuario y agroindustrial, son el eje fundamental de cambio”.
Las certificaciones sostenibles son acreditaciones voluntarias obtenidas por un productor, empresa, organización o servicio, que demuestre el compromiso ambiental, social y económico de sus acciones y que se ve reconocido con una etiqueta (o sello) dentro de su producto o servicio y que demuestra que ha cumplido a cabalidad los requerimientos técnicos exigidos por la organización o entidad que lo certifica.
Existen diversas organizaciones y entidades estatales que generan sus propios lineamientos normativos de cuáles deben ser los puntos de control y chequeo para dar origen a la certificación; así mismo, las empresas interesadas en ser certificadas deben dar la tranquilidad al productor (o trasformador) y al consumidor de que se están cumpliendo con los lineamientos normativos y que tienen un amplio sentido de responsabilidad social y ambiental.
Para el caso específico de la agricultura en Colombia se vienen promoviendo varias certificaciones que han contribuido a la implementación de sistemas sostenibles, en donde algunos de ellos se hacen obligatorios para la exportación de productos a diferentes mercados, y que, a nivel general, pero en diferente medida, se enfocan en temas como:
Criterios ambientales 🌳 💧
No deforestación, protección de ecosistemas y áreas de alto valor natural.
Protección de la biodiversidad.
Producción orgánica.
Uso responsable del agua y los recursos (producción limpia).
Medición y gestión de impacto climático.
Protección, conservación, regeneración del suelo.
Criterios sociales 👪👨👩👧
Legalidad laboral.
Salud y seguridad en el trabajo.
Pago justo e incentivos de precio al productor.
Interacción con comunidades y partes interesadas.
Derechos humanos.
Los temas en los que se enfocan estas certificaciones buscan garantizar que los sistemas productivos sean más eficientes y perdurables en el tiempo, y que se genere una simbiosis entre productividad y perdurabilidad, lo cual va a permitir que se sigan desarrollando actividades agropecuarias que sean rentables y sostenibles en el tiempo.
Por eso, para Miguel Aramburo Londoño de Bancolombia, “debemos avanzar rápidamente en la incorporación de acciones que nos permitan tener una agricultura sostenible, que se enfoque en el cuidado del medio ambiente y la inclusión social, acompañada de mejoras productivas y eficiencias, que le permitan al agro prosperar y mantenerse en el tiempo”.
Finalmente, Aramburo Londoño considera que para lograrlo solo es necesario poner un poco de voluntad y generar conciencia en la cadena productiva y la sociedad, sobre la importancia de su implementación y las ventajas que esto traerá para las generaciones futuras.
A continuación, te presentamos algunas certificaciones y sellos del agro. Ver Lista
La banca también juega un papel muy importante en esta transformación, y para Bancolombia, que tiene como propósito promover el desarrollo económico sostenible para lograr el bienestar de todos, el agro es un eje trasversal de cambio; por eso, cuenta con una línea de crédito especial llamada Agrosostenible, con tasas y beneficios especiales para los clientes que generan un impacto positivo en el medio ambiente.
Además, el banco desarrolló un nuevo modelo para los créditos de capital de trabajo, en donde las empresas puedan acceder a estos recursos fácilmente para la certificación o para el uso relacionado con éstas.
Y tú, ¿qué esperas para conocer detalles de la línea de crédito Agrosostenible?
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