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Las sequías afectan sectores como la agricultura y el comercio. La gestión eficiente del consumo de energía y agua es clave para que las empresas enfrenten el fenómeno de El Niño. Descubre como mitigar el cambio climático y enfrentar este desafío.
Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), que actualiza sus pronósticos cada mes, el fenómeno de El Niño se sentirá con fuerza entre los últimos meses de 2023 y los primeros de 2024, debido a la actual presencia de dicho fenómeno en la cuenca del océano Pacífico tropical y la condición cálida del océano Atlántico.
En ese sentido, se estima que durante octubre y diciembre de 2023 habrá un déficit en las precipitaciones de entre 10 % y 20 % con respecto a los promedios históricos en el norte de Colombia. Por otro lado, para el trimestre comprendido entre enero y marzo de 2024, se pronostica una disminución de las lluvias de entre 10 % y 30 % en las regiones Caribe, Andina, Pacífica y algunos sectores de la Orinoquía.
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En ese contexto, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, asegura que el fenómeno de El Niño representa varios retos para diferentes sectores de la economía, que deben prepararse con el fin de mitigar sus efectos y reducir las posibles afectaciones para la productividad de los negocios. Según el dirigente gremial, estos segmentos, son:
Agricultura:
es altamente dependiente de las condiciones climáticas. Las sequías y altas temperaturas no favorecen a los cultivos, especialmente a los de maíz, arroz y café. Una disminución de la producción agrícola puede conducir a un aumento de precios.
Energía:
la generación de energía hidroeléctrica se ve afectada ante la disminución de lluvias. Esto conduce a una mayor dependencia de fuentes de energía más costosas, como los combustibles fósiles, lo que a su vez se traduce en aumentos en las tarifas eléctricas.
Abastecimiento de agua:
la reducción de las precipitaciones y la disminución de los niveles de agua en ríos y embalses pueden llevar a escasez de agua para uso doméstico e industrial, impactando en la operación de las empresas.
Industria manufacturera:
los procesos industriales requieren grandes cantidades de agua y energía, por lo que cualquier interrupción en el suministro o el aumento de costos de estos recursos incide tanto en la producción como en la rentabilidad.
Turismo:
las condiciones climáticas extremas, como las altas temperaturas y la sequía, desalientan a los turistas, afectando negativamente a los hoteles, restaurantes y otros negocios relacionados con el turismo.
Comercio minorista de alimentos:
como la producción agrícola tiende a disminuir debido a las sequías y altas temperaturas, se reduce la disponibilidad de alimentos. Esto conduce a un aumento de precios y reducción de la demanda de productos perecederos.
Comercio de textiles y confecciones:
El Niño hace que suban los costos de producción y que escaseen materiales claves como el algodón.
Comercio de bienes de consumo no esenciales:
los efectos económicos que causan los fenómenos climáticos conducen a una disminución en la demanda de productos como los de lujo, entretenimiento o tecnología, afectando a los minoristas que los comercializan.
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Teniendo en cuenta lo anterior, el presidente de Fenalco afirma que una tarea importante para el sector Comercio es incorporar la autorregulación, es decir, autogestionar sus consumos de energía o agua, por ejemplo, porque más allá de lograr ahorros en dinero, ese compromiso representa grandes ventajas:
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Siguiendo la línea de la autorregulación, los comerciantes colombianos, liderados por Fenalco, firmaron un acuerdo para hacerle frente al impacto del fenómeno del Niño, que se puede ver reflejado en el desabastecimiento de agua. Estas son algunas de las acciones a las que cualquier empresa se puede unir:
Apagar los enfriadores antes del cierre del negocio.
Ajustar la temperatura a 1 ºC o 2 °C por encima de 25 °C.
Mantener puertas y ventanas cerradas.
Reducir la iluminación si hay presencia de luz natural.
Apagar los avisos luminosos al cierre del negocio.
Reducir el encendido de electrodomésticos en zonas con poca afluencia.
Regar zonas verdes en horas específicas y días limitados.
Verificar el cierre adecuado de neveras y congeladores.
Mantener limpias las ventanas para aprovechar la luz natural.
Por su parte, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural está ejecutando un plan para apoyar al sector Agropecuario frente a los efectos que puede generar el fenómeno de El Niño. Sus objetivos son identificar impactos del fenómeno en las cadenas productivas y mitigarlo en comunidades rurales dispersas. Hasta el momento se han entregado semillas resistentes a la sequía; instalado sistemas de almacenamiento de agua; adecuado espacios para almacenar bloques nutricionales para ganado y realizado campañas de vacunación para animales en municipios de departamentos como La Guajira y el Cesar.
En este artículo compartimos los principales hallazgos del Sexto Informe de Evaluación (AR6) del IPCC “Cambio climático 2023: Informe de síntesis”, una herramienta clave para la toma de decisiones a nivel territorial y empresarial.
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