Gas: el compuesto llamado a acelerar la transición energética

La descarbonización y sustitución de combustibles fósiles por energías más limpias siguen siendo unas de las metas más ambiciosas de los países alrededor del mundo para los próximos años, en línea con lo establecido en el Acuerdo de París de la ONU (Organización de Naciones Unidas) donde se pactó limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1,5° Celsius para 2050.

En ese contexto, el gas natural se convierte en una alternativa de gran relevancia pues este es considerado como el compuesto de menor emisión de dióxido de carbono (CO2) y contaminantes y durante épocas ha jugado un rol fundamental en el reemplazo del carbón, tanto en el uso doméstico, como en el de diferentes industrias.

Puntualmente desde el sector energético, “el gas no solo permitiría sustituir el uso de petróleo o gasolina, sino también le daría un respaldo a la generación de energía en el país para suprimir las termoeléctricas a carbón”, comentó Benhur Palacio, analista de inteligencia de negocios de Bancolombia.

De hecho, la Bolsa Mercantil de Colombia (BMC) reportó que solo en abril de este año el consumo promedio diario de combustibles por parte de las plantas termoeléctricas estuvo encabezado por el gas natural con 144 Gntud (unidades térmicas inglesas) que representó el 68,9% del total. El carbón, por su parte, registró una incidencia de 29,6 % y los combustibles líquidos del 1,5 %.

Naturgas afirma que el gas permite una reducción de material particulado fino hasta de un 99 %, y tiene una reducción de óxido de azufre y de nitrógeno del 75 %. Además, en vehículos, representa una disminución de entre el 30 % y el 50 % de CO2 en comparación con combustibles fósiles.

“El gas natural se confirma como la pieza clave del rompecabezas para acelerar la transición a las energías renovables, porque es un energético de bajas emisiones, económico y disponible en Colombia, que brinda respaldo y confiabilidad a la generación eléctrica frente a las intermitencias de la energía eólica y solar", expresó Luz Stella Murgas, presidente del gremio.

Grandes compañías como Shell y Ecopetrol han entendido que el compuesto hace parte fundamental de sus objetivos de transición energética y eso ha hecho que ya tengan planes trazados en esa materia.

Ecopetrol ha comunicado que, en relación con el gas, “fuente de energía fundamental en la transición energética, el Plan 22 – 24 incluye inversiones en proyectos por más de US$1.800 millones, destacando el desarrollo de proyectos de exploración y producción en el Piedemonte Llanero, Caribe Continental y Costa Afuera”.

Específicamente para el primer trimestre de 2023, la compañía ejecutó inversiones por US$155 millones, de los cuales cerca de US$130 millones se destinaron a proyectos de gas con foco en los activos ubicados en el Piedemonte y en actividad de bloques exploratorios principalmente en SDLA, Tayrona y Llanos 9.

Shell, por su parte, resaltó que el gas supone más de la mitad de la producción de la compañía. “En Shell creemos que este energético será fundamental para desarrollar un futuro sostenible para la energía, especialmente en la generación de electricidad. Únicamente en este proceso, el gas natural produce aproximadamente la mitad del CO2 y una décima parte de partículas contaminantes del aire que el carbón”.

“Estamos participando en varios proyectos para captar y almacenar de forma segura el CO2 y mitigar el uso de hidrocarburos. Por ejemplo, sustituir una central eléctrica alimentada con carbón por una planta alimentada con gas que incluya captación y almacenamiento de carbono puede recortar las emisiones de CO2 hasta en un 90 %.%. También tenemos una década de experiencia en energía eólica y participamos en nueve proyectos relacionados en Norteamérica y Europa”, agregó la firma.

De otro lado, en la presentación de resultados del primer trimestre de 2023, Mónica Contreras, la presidente de TGI (Transportadora de Gas Internacional) manifestó que la compañía propondrá una hoja de ruta de gas natural con 22 recomendaciones.

En ella, se buscará, primero, garantizar la oferta de gas en el mediano y largo plazo; asegurar que el mercado de gas sea más flexible y competitivo y dar señales positivas a la demanda para fomentar su consumo.

¿Qué pasa con otras energías renovables?

Aunque el objetivo es llegar a tener una matriz energética compuesta 100 % por energía renovables, la transición hacia la consolidación de un sistema basado en fuentes como la eólica y la solar aún requiere de unas adaptaciones importantes con las que todavía no cuenta con el país.

Al no contar aún con las herramientas para garantizar seguridad energética con energías 100% renovables, se hace necesario contar con un respaldo termoeléctrico a gas para hacer confiable el sistema energético.

Una de las ventajas del gas natural, como manifiesta Theodore Kahn, director Asociado de Control Risks, es que esta es una fuente de energía versátil y robusta, pues sirve para muchos tipos de usos y ya tiene infraestructura, redes de almacenamiento y transporte establecido.

“Esto es muy importante porque las fuentes renovables no convencionales como la solar y eólica siguen siendo intermitentes0 y el desafío de almacenamiento no se va a resolver en el corto plazo. Por estas razones, el gas natural facilita la transición energética a nivel global sin sacrificar la seguridad energética”, dijo.

¿Qué riesgos tiene el sector actualmente?

¿Pero cómo está el sector en la actualidad? Según el último reporte de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), la producción promedio de gas comercializado durante marzo de 2023 presentó un descenso de 1,21 % frente al mismo mes de 2022 (1.065 mpcd -millones de pies cúbicos día- vs 1.078 mpcd). Pese a esto, el sector reportó un aviso de descubrimiento en el pozo Tororoi-1 del contrato E&P LLA-87.

“Los combustibles fósiles no van a desaparecer, ni los vamos a dejar de necesitar de la noche a la mañana, ahí es cuando el gas sirve como respaldo. Además, el gas es fundamental para la seguridad alimentaria de nuestro país, pues es el principal insumo para la producción de urea”, expuso Luis Guillermo Acosta, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet).

Y es que desde su posesión, el nuevo Ejecutivo de Colombia viene impulsando una política de no exploración de hidrocarburos, lo que muchos han calificado como un riesgo para el sector porque afectaría la seguridad energética de país, que en el momento están vigentes para los próximos 8 años si la producción se mantiene constante.