La educación superior en Colombia ha experimentado transformaciones en los últimos años, impulsadas por factores como la globalización, avances tecnológicos y demandas del mercado laboral. ¿Hacia dónde se dirige ahora? Conózcalo en este artículo.
Actualmente, Colombia cuenta con un sistema de educación superior diverso y en constante evolución, compuesto por universidades públicas y privadas, instituciones técnicas y tecnológicas, con una amplia gama de programas académicos en diferentes áreas del conocimiento.
Así mismo, las reformas educativas, como la Ley 30 de 1992 y la creación del Sistema Nacional de Acreditación han sido fundamentales para mejorar la calidad de la educación superior. Además, se ha promovido la internacionalización de las instituciones, permitiendo a los estudiantes acceder a programas de intercambio y dobles titulaciones con universidades extranjeras.
A pesar de los avances significativos en términos de acceso y cobertura, persisten desafíos importantes como la inequidad en el acceso a la educación superior de calidad, la pertinencia de los programas académicos en relación a las necesidades del mercado laboral y la calidad de la formación impartida.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES) del Ministerio de Educación y el análisis del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana, hay tres hechos y reflexiones sobre las cifras presentes de matrículas en el país:
La matrícula total en educación superior (que incluye pregrado y posgrado en todos los tipos de instituciones de educación superior) aumentó en el segundo semestre de 2023, comparado al mismo período 2022.
El incremento en la matrícula a primer curso (es decir "primíparos" o nuevos estudiantes) en 2023 es jalonado especialmente por la matrícula en pregrado en programas universitarios de ambos sectores (oficial y privado), técnicos y tecnológicos del sector oficial.
Las matrículas en la educación superior aumentaron especialmente por el incremento del 4,3% de las matrículas en posgrados en el 2023, frente al 2022. De hecho, 4 de cada 5 nuevos estudiantes de posgrado se matriculó en el sector privado.
José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA, ha resaltado sobre estas cifras que es necesario un mayor esfuerzo y sincronía entre las acciones que emplean las instituciones en Colombia para promover mayor cobertura, pues hay “un claro desinterés del Gobierno por las instituciones de educación superior privadas y también, para el sistema mixto de la educación superior”.
Tendencias emergentes en la educación superior
Ante esta coyuntura, el panorama está siendo moldeado por una serie de tendencias que están redefiniendo la forma en la que se enseña, se aprende y se interactúa con el conocimiento.
Algunas de las tendencias más destacadas, teniendo en cuenta las cifras mixtas y los retos que presenta el número de estudiantes que se matriculan en universidades en Colombia son las siguientes:
La digitalización y el aprendizaje en línea: La adopción de tecnologías digitales y plataformas de aprendizaje en línea ha experimentado un crecimiento exponencial, especialmente a raíz de la pandemia de Covid-19. Esto ha abierto nuevas oportunidades para ampliar el acceso a la educación superior, flexibilizar los modelos de aprendizaje y personalizar la experiencia educativa.
El enfoque en habilidades blandas y competencias transversales: El mercado laboral actual demanda profesionales no solo con conocimientos técnicos sólidos, sino también con habilidades blandas y competencias transversales, como la comunicación efectiva, el trabajo en equipo, la resolución de problemas y el pensamiento crítico. Las instituciones educativas están incorporando cada vez más estas habilidades en sus programas académicos.
La internacionalización de la educación superior: La movilidad estudiantil y docente, los programas de doble titulación y las alianzas estratégicas con instituciones extranjeras son cada vez más comunes en el panorama de la educación superior en Colombia. Esto enriquece la experiencia educativa, amplía las oportunidades laborales y promueve la interculturalidad.
La educación basada en competencias y el aprendizaje experiencial: El enfoque en el desarrollo de competencias y la aplicación práctica del conocimiento está ganando terreno en la educación superior. Las instituciones están implementando metodologías de aprendizaje activo, proyectos colaborativos y prácticas profesionales para brindar a los estudiantes una formación más integral y conectada con la realidad laboral.
Es así como las instituciones de educación superior en Colombia están respondiendo a las cambiantes demandas del mercado laboral a través de diversas estrategias y acciones, entre las que se destacan:
Actualización y rediseño de programas académicos: esto se hace con el fin de garantizar la pertinencia y alineación del pensum con las necesidades del mercado laboral. Para lograrlo, deben incorporarse nuevas áreas de conocimiento, la actualización de contenidos y la adopción de enfoques pedagógicos innovadores. Algunos pregrados destacados en el país por su innovación reciente y oferta disruptiva son: ingeniería geomática, ofertado por las universidades del Valle y Quindío; ingeniería marino-costera de la Universidad del Magdalena; sports management de la Universidad del Rosario e ingeniería en energía inteligente, de la Universidad ICESI.
Desarrollo de programas de formación continua y educación ejecutiva: la formación a lo largo de la vida es cada vez más importante en un mundo laboral en constante cambio. Las instituciones están ofreciendo estos programas para permitir a los profesionales actualizar sus conocimientos, adquirir nuevas habilidades y mantenerse competitivos en el mercado laboral.
Fortalecimiento de los vínculos con el sector productivo: se están estableciendo alianzas estratégicas con empresas y organizaciones para promover la colaboración en investigación, desarrollo e innovación para facilitar la inserción laboral de los graduados.
Fomento del emprendimiento y la innovación: Las instituciones están creando espacios y programas para fomentar el espíritu emprendedor y la capacidad de innovación entre los estudiantes, brindándoles las herramientas y el apoyo necesarios para desarrollar sus propias ideas de negocio.
En este sentido, destacan iniciativas como la ANDI Del Futuro, la red de emprendedores de la ANDI donde convergen empresas jóvenes, sostenibles, diversas, dinámicas e innovadoras que generan valor para la sociedad. A su vez, instituciones como la Universidad de Antioquia y la Universidad EAFIT han establecido incubadoras de empresas y programas de apoyo al emprendimiento, brindando a los estudiantes las herramientas necesarias para convertir ideas innovadoras en negocios viables.
Programas en declive y recuperación en técnicas y tecnologías
El mercado laboral en Colombia está experimentando una creciente demanda de profesionales en áreas como la tecnología de la información, la ingeniería o la salud. Programas académicos en estas áreas, especialmente en aquellas que incorporan un enfoque interdisciplinario y hacen énfasis en el desarrollo de habilidades blandas y competencias transversales, tienen una alta vigencia y ofrecen buenas perspectivas laborales.
Por otro lado, algunos programas tradicionales, especialmente los que están enfocados en áreas saturadas o con baja demanda laboral, pueden estar experimentando un declive en relevancia. Es importante que los estudiantes realicen una investigación exhaustiva sobre las perspectivas laborales y las tendencias del mercado durante el proceso de elección de su programa académico.
En contraparte, los programas técnicos y tecnológicos (T y T) durante el 2023, experimentaron un crecimiento de las matrículas de estudiantes de primer curso en el sector público llegando a los 249.233.
Si bien las ciencias sociales y humanidades siguen siendo importantes para el desarrollo integral de los estudiantes, han perdido fuerza en comparación con programas más técnicos y orientados al mercado laboral. La demanda de profesionales en áreas como la filosofía y la literatura ha disminuido, haciendo que algunas universidades reduzcan la oferta de estos programas o los integren como complementos en programas multidisciplinarios.
Así mismo, las carreras tradicionales que no ofrecen una especialización clara o que no están vinculadas a las nuevas demandas del mercado laboral han visto una disminución en su popularidad. Por ejemplo, programas en derecho o economía sin un enfoque específico en áreas emergentes como el derecho digital o la economía verde han experimentado una menor inscripción en Colombia.
Las matrículas del sector privado en programas técnicos y tecnológicos se han mantenido casi estables, pues desde el 2021 los aumentos han sido leves. Para ese año se registraron 69.250 estudiantes nuevos y en 2022 esta cifra se incrementó hasta los 87.404. Finalmente, llegaron al 2023 con 83.096 matrículas nuevas.
El sector productivo ha entendido cada vez más esta diferenciación y la demanda de este tipo de profesionales tiende a crecer. Frente a este panorama, la oferta y la demanda comienzan a entrar en juego y las cifras dan fe de un marcado auge a nivel nacional.
Conclusión de tendencias de educación superior en Colombia
La educación superior en Colombia se encuentra en un momento de transformación y adaptación en un mundo cada vez más complejo y globalizado. Las instituciones educativas están respondiendo a estos desafíos con innovación, flexibilidad y un compromiso con la formación de profesionales integrales y preparados para enfrentar los retos del futuro.
Los estudiantes, por su parte, deben ser proactivos en la búsqueda de información, la elección de programas académicos pertinentes y el desarrollo de habilidades y competencias que les permitan destacar en el mercado laboral.
El futuro de la educación superior en Colombia dependerá de la capacidad de las instituciones y los estudiantes para adaptarse a las tendencias emergentes y aprovechar las oportunidades que ofrece el mundo contemporáneo.
Fuentes: