“Según una base de datos de más de 16.000 proyectos grandes, solo el 9 % se ajusta al presupuesto y al calendario. Si se añaden los criterios de cumplimiento de los beneficios prometidos, el porcentaje desciende al 0,5 %, es decir, uno de cada 200.”
Pocos megaproyectos en el mundo se culminan con éxito en el tiempo planeado y con los recursos estimados inicialmente. Bent Flyvberg, experto en desarrollo de grandes proyectos, nos comparte varios consejos para realizarlos adecuadamente. Lee más aquí.
“Según una base de datos de más de 16.000 proyectos grandes, solo el 9 % se ajusta al presupuesto y al calendario. Si se añaden los criterios de cumplimiento de los beneficios prometidos, el porcentaje desciende al 0,5 %, es decir, uno de cada 200.”
Cuenta Bent Flyvberg en su libro ‘¿Cómo hacer grandes cosas?’ que “cuando el Empire State Building fue inaugurado oficialmente por el presidente Herbert Hoover -exactamente como estaba previsto, el 1 de mayo de 1931- ya era una celebridad local y nacional. Su altura era sobrecogedora. La eficiencia de su construcción fue legendaria (…). Se había estimado que costaría 50 millones de dólares. Acabó constando 41 millones (679 millones de dólares en 2021). Esto es un 17 % debajo del presupuesto, o 141 millones de dólares en 2021. La construcción finalizó varias semanas antes de la ceremonia de inauguración”.
¿Cuál fue el secreto? El Empire State Building y otros proyectos exitosos siguieron un patrón que Flyvberg denomina “piensa despacio, actúa rápido”. Sin embargo, es extraño pensar que, si esta es una estrategia determinante para los grandes proyectos, ¿por qué tanta gente hace lo contrario? Básicamente porque se apresuran a comprometerse con resultados, pero no lo hacen de manera adecuada.
Por esta razón, te compartimos cinco consejos determinantes de Bent Flyvberg para desarrollar grandes proyectos, no solo en el ámbito de la construcción y la infraestructura, sino en cualquier sector económico y en diferentes ámbitos.
Piensa despacio, actúa rápido: esta es la clave del éxito en los megaproyectos. Aunque parece bastante obvio, no es el modo en que suelen desarrollarse muchas obras. El historial de los grandes proyectos demuestra que lo común es pensar rápido y actuar despacio. Precisamente, Flyvberg cree que los proyectos no salen mal, sino que empiezan mal porque no se hace una planificación estratégica sólida, por lo cual es vital aprender de la experiencia pasada, tanto propia como de otros proyectos similares. Esto incluye analizar los éxitos y los fracasos para extraer lecciones que puedan mejorar la ejecución de futuros proyectos.
Piensa de derecha a izquierda: a menudo los proyectos se inician lanzándose directamente a una solución, incluso a una tecnología específica. Ese es el lugar equivocado para empezar. Es mejor comenzar haciendo preguntas y considerando alternativas. Al principio hay que asumir siempre que hay más cosas que aprender y es necesario empezar por la pregunta más básica de todas: ¿por qué? Así mismo, en la planificación de proyectos, una herramienta estándar es un diagrama de flujo que expone, de izquierda a derecha, lo que hay que hacer y cuándo; el proyecto concluye cuando se alcanza el objetivo, situado en la casilla final de la derecha.
Desarrolla proyectos de forma modular (como un juego de Lego): la modularidad es más rápida, más barata y mejor, lo cual la hace más valiosa para proyectos de todo tipo y tamaño. Pero, para construir a una escala verdaderamente enorme -la escala que transforma las ciudades, los países, incluso el mundo-, la modularidad no solo es valiosa sino indispensable. Según Flvvberg, modularidad es una expresión un poco tosca para la elegante idea de grandes cosas hechas de cosas pequeñas. Un bloque de Lego es una cosa pequeña, pero juntando más de nueve mil de ellos se puede construir una de las mayores composiciones que permite Lego: una maqueta a escala del Coliseo de Roma. Eso es modularidad.
Contrate a un maestro de obras: según Flyvberg, el maestro de obras—así llamado por los hábiles albañiles que construyeron las catedrales medievales de Europa—posee toda la phrónesis necesaria para hacer realidad su proyecto. Porque se querrá a alguien con una profunda experiencia y un historial probado de éxito en lo que sea que se necesite hacer, ya sea una reforma en casa, celebrar una boda, crear un sistema informático o levantar un rascacielos. Pero los maestros de obras no siempre están disponibles o son asequibles, en cuyo caso habrá que pensar más y considerar algunas de las siguientes opciones.
Acierte con el equipo: dice Ed Catmull que “dé una buena idea a un equipo mediocre y lo estropeará. Dé una idea mediocre a un gran equipo, y la perfeccionará o se le ocurrirá algo mejor. Si acierta con el equipo, es probable que este acierte con las ideas”. Sin duda, tener un equipo gran equipo es vital para que los proyectos funcionen. Pero ¿quién es el responsable de elegirlo? Esta es la principal tarea del maestro de obra (líder). Por eso, el papel de maestro de obras no es tan solitario como parece; los proyectos los realizan los equipos. El consejo de Flyvberg es que cuando sea posible, es necesario contratar a un maestro de obras y al equipo del maestro de obras.
Bent Flyvbjerg es un geógrafo danés, planificador urbano, filósofo y escritor del libro ¿Cómo hacer grandes cosas?
Es profesor emérito de la Universidad de Oxford, profesor Villum Kann Rasmussen y catedrático de Gestión de Programas Principales en la Universidad de TI de Copenhague. Trabaja para mejorar el liderazgo de proyectos en las empresas y el gobierno. Es el académico más citado del mundo en gestión de proyectos y programas y está incluido en el prestigioso Top 2 % de los académicos más citados del mundo de la Universidad de Stanford.
Fuentes:
Evento de Bancolombia: ‘Construir realidades (Medellín, 2024)’. Charla de Bent Flyvberg “¿Cómo hacer grandes cosas?”.
Flyvberg, B., & Gardner, D. (2023) ¿Cómo hacer grandes cosas? Ediciones B.
En este nuevo episodio conversamos con Cipriano López, vicepresidente de Innovación y Sostenibilidad del Banco, y Franco Piza,BBanca sostenible en su propósito y ambición de continuar siendo uno de los bancos más sostenibles del mundo.
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