¿Piensas que para liderar la innovación debes tener un cargo o ser director de un área? Sigue leyendo, acá te contamos cómo puedes generar cambios gigantes sin importar en qué rol estés.
Russell Lakov decía que "un problema bien formulado es un problema medio resuelto". Y es verdad, porque justamente en los retos del negocio en donde nace la innovación.
Martin Cooper es un buen ejemplo. Él era gerente de división en Motorola y tenía la convicción de que podía liderar un cambio. Persiguió su idea a pesar de los obstáculos internos y técnicos; fue tan persistente que finalmente realizó la primera llamada desde un teléfono móvil en 1973. Esto nos demuestra que el liderazgo que transforma no siempre requiere un título formal. A veces, la innovación proviene de quienes están más cerca del problema.
Antonio Hoyos, experto en estrategia e innovación, nos dice que liderar es una decisión personal que a veces resulta incómoda porque implica retar y cuestionar lo establecido. La innovación no es exclusiva de los altos directivos; es una actitud que puede surgir en cualquier nivel de una organización.
De hecho, Antonio habla de un concepto que denomina como "rebeldía cotidiana", se trata de pequeñas acciones que rompen reglas con la intención de mejorar, no para molestar, sino para cuidar. ¿Pero cómo fomentarla e impulsarla con la innovación? Hay algunos pasos claves que puedes seguir sin importar tu rol:
Crear ambientes que la permitan y la celebren.
Generar seguridad psicológica en el equipo, permitir el debate y la diversidad.
Una actitud positiva del líder también es crucial y se transmite al equipo.
La autonomía es fundamental, contribuye a la exploración y el aprendizaje por ensayo y error.
Apertura al escuchar, reconociendo la diversidad y haciendo las preguntas correctas.
Hablando de preguntas, hay algunas claves que pueden servirte como guía e incluso te ayudarán a medir cómo está la innovación en tu organización: ¿qué cosa pequeña podrías cambiar hoy para trabajar mejor mañana?, o ¿qué parte del proceso actual ya no tiene sentido? Piensa en estas respuestas y recuerda que Daniel Pink destaca que la autonomía, maestría y propósito son los motores de la motivación en el siglo XXI.
Liderar sin un cargo formal es reconocer que la interacción diaria es una oportunidad para inspirar. El liderazgo no se trata de autoridad, sino de influir por medio del ejemplo, la pasión y el propósito. Cada conversación puede sembrar posibilidades. Como dijo Steve Jobs, "la innovación es lo que distingue a un líder de un seguidor".
Escucha ahora este episodio de Innovación Bancolombia y explora cómo liderar es una decisión personal, de qué manera cuestionar con propósito puede transformar a los equipos y por qué es tan importante crear espacios seguros donde las ideas florezcan.