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La economía 4.0 transforma cómo las empresas gestionan sus cadenas productivas, acercándose al cliente con soluciones personalizadas e integrando tecnología para decisiones complejas. Descubre cómo funciona y cómo ser parte de esta revolución.
Todo lo que sucederá en el futuro con los negocios está marcado por la llamada cuarta revolución industrial, industria 4.0 o economía 4.0, una era que ya empezó y en la que la tecnología y lo digital están cambiando radicalmente la vida de los seres humanos y su forma de comportarse en el día a día.
Juan Carlos Ortiz, CEO de DDB para Estados Unidos multicultural, España y Latinoamérica conoce las tendencias del mercado y de las marcas y ha participado como conferencista en las reuniones del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. El experto explica que el futuro estará definido por la consolidación de la llamada economía de las ideas en la que ya no se venden productos físicos, sino una forma de hacer las cosas, como lo vienen haciendo, por ejemplo, Facebook, Amazon y Google.
Los mayores avances tecnológicos y digitales en este tema se han presentado principalmente en Silicon Valley, en California (Estados Unidos). También en China, con la producción de sus propios modelos similares a los occidentales, y en India, donde el desarrollo tecnológico es hoy muy importante.
Existen nuevos consumidores y el reto de la industria es simplificarles la vida, ¿cómo? Adaptándose a las nuevas necesidades de los usuarios, quienes son más curiosos, más impacientes y exigentes.
La dinámica del mercado cada vez es más ágil pues los consumidores están bombardeados con información de productos y servicios que pueden adquirir a solo un clic de distancia y cada vez exigen respuestas en tiempo real, y ojalá las 24 horas al día. Así la cosas, el concepto de velocidad es esencial para la producción y para el consumo.
Benjamín Archila, presidente de Consensus Colombia, dice que cada vez más los usuarios desean tener atención personalizada, detallada e inmediata, y gana quien esté disponible en el momento en que el comprador necesite el producto o el servicio. La oportunidad entra a jugar un rol incluso más relevante que el precio. Si se habla de una compra online, la locación del punto de venta pierde relevancia mientras que la oportunidad y el responder en tiempo real las inquietudes de los clientes, gana espacio.
Y ante estos cambios en la forma de consumir, también se requiere un cambio en la manera de producir, y he aquí la importancia de la economía 4.0. Estos nuevos sistemas tecnológicos y digitales aumentarán la capacidad de producción en cualquier industria e incrementarán la velocidad en la producción de bienes, para poder responder a las necesidades del nuevo consumidor.
“La cuarta revolución industrial está cambiando todo: la política, la economía y la forma de hacer trabajo social”, asegura Ortiz. Asimismo, Jorge Hernández, director de Innovandes de la Universidad de los Andes, explica que estos cambios que trae la tecnología son transversales a todos los sectores de la economía y aquellas empresas que no se suban a este bus quedarán rezagadas.
Las empresas que lideran la economía 4.0 seguramente estarán incorporando herramientas del tipo internet de las cosas, inteligencia artificial, Big Data, analítica de datos, realidad virtual, impresión 3D, robótica y hasta nanotecnología. Como adoptantes tempranas de tecnologías, se convertirán en referentes y en anclas que jalonarán toda la transformación digital de su cadena de valor, logrando mayores eficiencias en sus procesos y altas tasas de productividad.
Para Archila de Consensus, con la aplicación de las nuevas tecnologías que hacen parte de la cuarta revolución industrial, todas las cadenas productivas deben incorporar digitalización y robotización, tanto en hardware como en software. ¿Pero es suficiente con solo adoptar nuevas tecnologías? Definitivamente, no.
Según Archila, lo que diferencia una empresa 4.0 de otra que se encuentre en una etapa anterior, más allá de que implemente las tecnologías ya mencionadas, es que tenga proyectada su visión de empresa y haya transformado su modelo de negocio en línea con lo que el consumidor va a requerir. “Si el empresario ya repensó su organización a la luz de esta realidad, ya puede considerar que su empresa es 4.0. Luego es más fácil buscar qué tecnología será la habilitante para su objetivo de negocio”, asegura Archila.
La Gerente de Nimbutech, Helena Hurtado, dice que la actual revolución industrial, basada en el uso de las nuevas tecnologías, transforma la cadena productiva tradicional, generando una evolución de todos los sistemas que interactúan en los procesos existentes. Así, la nueva cadena productiva es más organizada y se gestiona de manera diferente, logrando resultados más efectivos y eficientes.
Hurtado asegura que, con el impacto de las nuevas tecnologías en la manera de producir, es posible una adaptación rápida de la producción a la demanda y un aprovechamiento de todas las fuentes de información que puede tener el sector industrial conectado con los sistemas de manejo de información de bases de datos de clientes, redes sociales y otras aplicaciones del negocio.
Al final, eso se refleja en una mejora en los tiempos de producción, más acordes con las necesidades del cliente, y tiempos más efectivos y rentables de producción, gracias a la interrelación con otros procesos críticos de comercialización, calidad y satisfacción del cliente.
Para Hurtado, una empresa 4.0 se diferencia de las demás por la posición que puede tomar en su mercado gracias a las ventajas competitivas que ofrece el manejo inteligente de la tecnología:
La digitalización de procesos, la optimización de recursos enfocados en su gestión comercial, el buen aprovechamiento de la información, los datos que pueden obtener fácilmente, la seguridad y el estandarizado de la información del negocio, son características que con la madurez digital que logran, les permite tener ventajas en las perspectivas que intervienen en el proceso, como comunicación, colaboración, cultura digital, movilidad, seguridad, servicios en la nube, análisis de datos, inteligencia de negocios y automatización de procesos.
Las nuevas tecnologías, como el Internet de las cosas y la inteligencia artificial, crean nuevas oportunidades de negocio y una relación más íntima entre el consumidor y el ofertante. Por ejemplo, al habilitar tecnologías del internet de las cosas se pueden conocer mucho mejor las necesidades, las tendencias y los gustos de los usuarios. ¿Cómo aprovechar estas oportunidades? Estos son algunos ejemplos exitosos:
Comercialización de cacao con sensores infrarrojos: Este es un caso concreto que ha manejado Consensus. A través de los sensores se pudo registrar la cantidad de bultos que se iban almacenando. De esa forma, se automatizó una labor manual, que generaba grandes márgenes de error, además se bajaron los costos de desplazamiento de personal y ahora se lleva un control exacto del stock en tiempo real, pues los datos se envían de inmediato por internet al sistema central. Tener esta información detallada, precisa e inmediata, le permite al empresario conocer qué productos tienen mayor movimiento, qué días, en qué horarios, a qué tipo de clientes y a qué lugares se están despachando. De esa manera, se documenta todo el proceso para una posterior toma de decisiones.
¿Cómo representa esto una oportunidad de negocio?
Cualquier tienda que instale internet de las cosas para la gestión de su inventario puede tomar decisiones de negocio basadas en los datos que reporte su sistema. Rápidamente se puede decidir si continuar distribuyendo determinado producto en un punto de venta porque no tiene buena rotación, o incrementar las unidades de otro que está siendo más demandado.
Esto cambia totalmente la cadena tradicional en la que, por ejemplo, un proveedor despacha cada lunes en una central determinado número de productos, con la incertidumbre de en cuánto tiempo van a ser vendidos o en cuál punto de venta. Tener información en tiempo real de cuáles productos se están agotando en un punto de venta, rompe la idea del camión que distribuye a diestra y siniestra cada lunes y los envíos se vuelven automatizados.
Del mismo modo, una máquina vendedora de snacks y bebidas puede autoabastecerse sola sin intervención humana, comunicando directamente los datos sobre los productos con bajo inventario y generando una orden de compra para el proveedor.
Pero no solo el manejo de los inventarios con las nuevas tecnologías trae diferentes oportunidades de negocio. Implementar los avances de la economía 4.0 en la forma de producir también aporta nuevos mercados y rendimientos para los emprendedores. Descúbrelos a continuación.
Casos exitosos
Lavadora inteligente: La cadena productiva en un hogar inteligente también cambia. La combinación de tecnologías como Inteligencia Artificial, Computación en la nube y el Internet de las cosas, son protagonistas en este cambio. Ya no es necesario que el usuario esté pendiente de qué cantidad de detergente le queda en la casa para ir a comprar de nuevo. Así se evita el dolor de cabeza de querer lavar ropa justo cuando ya no tiene jabón. La lavadora inteligente con un chip de internet se comunica antes de que el producto se termine y lo solicita al supermercado digital, descarga el valor automáticamente de la tarjeta de crédito o débito del consumidor, y se distribuye al día siguiente al domicilio.
Envíos inteligentes: En Estados Unidos, Amazon ya opera esta modalidad incluso con envíos el mismo día. Este modelo cambia no solo la cadena de valor del cliente y el supermercado sino del proveedor del producto y la tienda. Y el cambio va más allá. Se puede incluso eliminar la tienda o el supermercado como intermediario y se establecen nuevas cadenas productivas de reparto directo entre el fabricante del producto y el cliente. Así, el fabricante actúa también como plataforma y distribuidor rompiendo por completo el modelo tradicional.
Tienda virtual inteligente: Una tienda para la que no resulte buen negocio tener un local físico con todos los gastos administrativos que esto implica, puede incluso convertirse en una tienda inteligente virtual, bien sea ciento por ciento o solo algunos días. Así la tienda puede atender en canal físico entre semana y online sábados y domingos 24 horas. El no requerir de espacios físicos de almacenamiento, hace que la distribución a domicilio cobre un protagonismo importante, que sean unos los que se especialicen en bodegaje y almacenamiento y otros sean quienes tengan las plataformas de distribución y venta.
Es así como Amazon se perfila como la tienda más grande del mundo sin ser el más grande en bodegaje. Lo mismo ocurre con Ebay. Su rol en la cadena productiva es actuar como plataforma para que el cliente encuentre lo que busca y son los fabricantes o los distribuidores directos los que localmente tienen el stock de los productos. Un modelo donde la plataforma es global y el distribuidor local.
Una de las tendencias que más se ve en esta etapa de las industrias es la flexibilización de los procesos debido al cambio que supone el evitar almacenar grandes cantidades de producto y prometer productos y servicios personalizados.
La fabricación industrial, entonces, se flexibiliza entregando más productos genéricos en grandes cantidades, mientras que los detalles o las terminaciones quedan reservados para otras empresas que los adapten según los gustos de sus clientes y sus valores de marca.
En la era industrial, los productos se fabrican en masa, iguales para todos, con dimensiones y características estándar, por lo que las cadenas productivas no son flexibles sino también estándares, pero lo propio del 4.0 es la inteligencia aplicada a las necesidades de quien adquiere el bien.
También se pueden construir en tiempo real nuevos productos y servicios al aplicar inteligencia artificial. Se realizan análisis predictivos de potencial de mercado para solicitudes de consumidores y se pueden minimizar costos de creación de productos, planeación de inventarios, uso de capacidad de recursos de fabricación, y potenciar el uso de impresión 3D para elaboración de prototipos y productos finales a bajo costo.
Una empresa que entre en la dinámica 4.0 también puede administrar de manera más eficiente el consumo de energía. Mientras en el modelo tradicional no hay manera de medir el consumo o la generación de energía, el modelo 4.0 lo hace de manera inteligente, enviando más potencia de energía en los momentos críticos cuando más se necesite, o menos cuando así lo indique la carga de energía. Por ejemplo, el sistema es capaz de determinar en qué momento van más clientes a un lugar para así aumentar la iluminación. Un sensor de movimiento es clave para encender o apagar la electricidad según el uso. Una máquina de producción industrial también puede trabajar con más o menos voltaje según el momento.
Asimismo, las fuentes de energía alternativas como solar o eólica cobran protagonismo en el modelo inteligente pues un panel solar, por ejemplo, puede estar almacenando energía durante el día para distribuirla según el consumo durante la noche, de acuerdo con la información que guarde el sistema eléctrico central digital. Los servidores de una empresa también se encenderán o apagarán automáticamente y en tiempo real según la cantidad de usuarios que los estén utilizando, algo difícil de hacer manualmente.
Nuevos modelos como el cobro de electricidad más efectivo según el consumo o prepago también se ajustan más al modelo medido inteligentemente.
El hogar inteligente depende de esta tecnología 4.0 pues ya no es necesario que el usuario se encuentre físicamente en el lugar donde se encuentran los aparatos pues remotamente pueden predecir la hora de llegada de los habitantes para tener caliente el agua de la ducha, o el aire acondicionado a la temperatura preferida por los usuarios, o calentar la comida el tiempo justo para que esté lista tan pronto se llegue a casa, o incluso alimentar inteligentemente a las mascotas a la hora exacta y en el lugar exacto sin la presencia humana en la casa. Esto supone una reducción en el consumo de energía pues se utiliza solo en el tiempo exacto y no requiere de bombillos encendidos para poner a funcionar el microondas o la lavadora.
La inclusión de nuevas tecnologías debe ir acompañada de gestión del cambio, para asegurar que haya una adopción correcta de los sistemas, una optimización real y efectiva de los procesos y asegurar así un verdadero cambio real en la cadena.
En las industrias 4.0, la transformación de los procesos involucra una mayor integración entre comercialización, producción y distribución. Y la digitalización de estos sistemas es la que convierte a los procesos en experiencias más personalizadas y ágiles. Por eso, las industrias deben desarrollar una cultura digital para alinear sus tecnologías con los procesos y con los miembros de la organización.
Todos estos procesos de automatización son posibles gracias a las capacidades que están desarrollando las empresas para administrar sus datos y analizarlos, apoyados en tecnologías como el Big Data, el Internet de las Cosas y la Inteligencia Artificial, que cada vez ganan más participación en las empresas. Pero más allá de los desarrollos tecnológicos, la adaptación a la economía 4.0 implica un cambio de mentalidad en las empresas.
Adoptar estas nuevas tecnologías en las empresas implica inversiones altas desde el punto de vista del volumen. Por eso Bancolombia apalanca el financiamiento que requieren los negocios para su transformación digital. Se trata de una financiación a mediano y largo plazo que no comprometa el flujo de la empresa. Una solución para empezar a aprovechar las ventajas que ofrece la transformación de las industrias 4.0.
Los cambios que trae consigo la economía 4.0 son de fondo y exigen grandes renovaciones en todas las áreas de las empresas. Pero más allá de las tecnologías, el cambio tiene que ser cultural y organizacional, pues ser una industria 4.0 implica una planeación orientada al cliente y a la superación de los retos.
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