Las nuevas tecnologías contribuyen a mejorar la vida de las personas. Les ofrecen mejores diagnósticos y tratamientos, la posibilidad de hacer transacciones financieras mediante plataformas digitales y tener contacto con las realidades que se estudian.
La Cuarta Revolución Industrial —la irrupción de nuevas tecnologías físicas, digitales y biológicas—modificó la forma como las personas se comunican, interactúan, trabajan, producen bienes y acceden a los servicios. Entre las nuevas tecnologías se encuentran la inteligencia artificial, la robótica, la automatización, el internet de las cosas, el big data y el blockchain.
Para las Naciones Unidas, la industria 4.0 tiene un enorme potencial para que la economía mundial sea más sostenible, puesto que está presente en las industrias más importantes: finanzas, energía, transporte, educación, salud y comercio, que emplean las nuevas tecnologías y la innovación en sus procesos.
Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), su impacto es tal que alcanza los 11,5 billones de dólares, cifra que equivale al 15,5% del PIB mundial. Para el 2025, se espera que llegue a los 23 billones de dólares, 25% del PIB del mundo, de acuerdo con el estudio.
La digitalización permite que las industrias conozcan las necesidades de sus consumidores y adapten sus productos o servicios a ellos. Ahora las industrias están centradas en el cliente, en parte por la infinidad de datos que ofrece la conectividad: en 2020 se estima que habrá 20 mil millones de dispositivos conectados a internet, afirma la consultora Gartner.
¿Cómo ha cambiado la digitalización a cada industria?
1. Servicios financieros.
La irrupción tecnológica propició la creación de emprendimientos de tecnología financiera (fintechs), cuyo fin es ofrecer servicios a personas y empresas para realizar transacciones, solicitar créditos o gestionar las finanzas con plataformas digitales independientes de la banca tradicional. Estos emprendimientos emplean la inteligencia artificial para desarrollar chatbots, el blockchain para registrar las transacciones y el análisis de datos para proyectar el comportamiento financiero de sus clientes actuales y potenciales. La tecnología permite atender a personas y empresas a un costo más bajo y con mayor rapidez.
Entre las tecnologías que los bancos estudian y buscan implementar está el blockchain, que les permitiría reducir los intermediarios, conocer la trazabilidad del dinero, evitar el fraude y establecer contratos inteligentes.
Para Camacho, el consumidor de servicios financieros actual posee tres rasgos: es joven, requiere todo de forma digital (indistintamente de su estrato social) y es más consciente de los temas de desarrollo sostenible.
2. Educación.
La tecnología, especialmente la realidad virtual (RV), permite que el aprendizaje sea más vivencial, duradero e interactivo. Con unos lentes de RV, los estudiantes pueden hacer excursiones no presenciales a sitios icónicos como las pirámides de Egipto, el museo del Louvre y hasta explorar la superficie lunar.
Según un estudio de la Universidad Stanford, las percepciones captadas por la realidad virtual tienen una intensidad similar a las de la vida real, lo que facilita el aprendizaje. Con la plataforma Unimersiv, los estudiantes pueden aprender anatomía, historia o astronomía y tener experiencias enriquecedoras con los más diversos objetos, situaciones o lugares reproducidos virtualmente.
3. Transporte.
La digitalización ha cambiado el transporte urbano. En este sector existen tres grandes mercados: los vehículos eléctricos, que constituirán un tercio de los carros nuevos para 2030, según el Foro Económico Mundial; los carros no tripulados, que con inteligencia artificial podrán comunicarse con sus pasajeros para coordinar movimientos; y los servicios de movilidad por suscripción, como el uso temporal de vehículos (car sharing), cuyo modelo de negocio consiste en pagar una cuota por el uso del vehículo durante cortos períodos.
Estas nuevas alternativas de transporte se traducirán en un ahorro de 40% respecto a los carros de combustión para 2030 y en un transporte más confiable, eficiente y amigable con el medioambiente, de acuerdo con el Foro Económico Mundial y la revista Fortune.
4. Salud.
Un estudio del Foro Económico Mundial resaltó que la biotecnología, la ingeniería genética, la inteligencia artificial, la analítica de datos y el internet de las cosas revolucionarán los servicios de salud en los próximos años.
La inteligencia artificial apoya a los médicos en el diagnóstico y en la toma de decisiones, en ocasiones con mayor precisión que los galenos. De hecho, se han desarrollado máquinas que permiten realizar diagnósticos a partir de imágenes, y ya existen sistemas para la detección de retinopatía diabética, cáncer de pulmón y osteoporosis.
5. Sector energético.
La generación y distribución de energía se beneficia de las tecnologías de la industria 4.0 porque permiten optimizar procesos, reducir la pérdida de energía y tomar decisiones más asertivas. La clave está en el análisis predictivo y el internet de las cosas, con los que es posible identificar desviaciones en el consumo y los patrones de comportamiento, mientras que la automatización facilita el trabajo rutinario que debe hacerse para garantizar el suministro eléctrico.
La industria 4.0 podría reducir el consumo de energía hasta en 20%, estima el Banco Mundial. Además, el sector de la energía deberá adaptarse a las demandas de los consumidores, que desean energía asequible y sostenible. Es decir: energía proveniente de las renovables.
La Cuarta Revolución Industrial permite que las industrias sean cada vez más sostenibles y receptivas con los clientes y con el medioambiente. Su avance en diversos sectores económicos tiene un objetivo común: la eficiencia operativa, la integración de los consumidores a cada innovación y mejorar la calidad de vida de las personas.
La Cuarta Revolución Industrial —la irrupción de nuevas tecnologías físicas, digitales y biológicas—modificó la forma como las personas se comunican, interactúan, trabajan, producen bienes y acceden a los servicios.
Recuerda:
La Cuarta Revolución Industrial tiene el potencial de impulsar la economía y mejorar la calidad de vida en todo el mundo. La tecnología ha hecho posible la creación de nuevos productos y servicios que aumentan la eficiencia y satisfacen las necesidades de los consumidores. Acceder a servicios financieros, usar temporalmente un carro o aprender en el lugar de los hechos: todo se puede hacer con la tecnología.