En internet existe mucha información, pero entre todo el contenido que ves, varios pueden ser falsos. Si no sabes cómo identificarlo o qué pasos seguir para verificar esos datos, sigue esta guía que comparte con nosotros Laura Sanabria Rangel.
Todos, en algún momento, hemos caído en una mentira en internet. Cada vez hay más información en línea, redes y plataformas, y los usuarios gastamos menos tiempo en consumir contenido a profundidad.
Hoy se habla de la regla de los ocho segundos. Si en ocho segundos una persona no se siente entretenida, pasa al siguiente contenido. Esto crea un escenario propicio para la desinformación: usuarios desprevenidos en diversos asuntos, el anonimato que les proporciona a los desinformantes plataformas como las redes sociales y tecnología cada vez más sofisticada entre las que está la inteligencia artificial.
Por eso, hoy te presentamos una guía breve para cuidar tu agenda informativa y prevenir tomar decisiones poco informadas o bajo datos engañosos.
1. Sal de las redes sociales
Antes de creer en un dato, revisa quiénes lo difunden. ¿Te llegó por una cadena de WhatsApp? ¿Lo comparte un perfil en Facebook anónimo? ¿Hay información verificada afuera, como en medios de comunicación? Siempre, si una noticia o contenido es real, tendrá respaldo en fuentes oficiales: páginas web del gobierno o agencias de noticias nacionales o internacionales.
Usualmente aquellas publicaciones que solo navegan en redes sociales son falsas.
2. Desconfía de aquello que busque despertar emociones
Una táctica de los desinformantes es apelar al miedo, la rabia o lo milagroso. ¿Por qué? Porque si una publicación en redes promete volverte millonario con solo una pequeña inversión, seguro vas a pensar con menor claridad. O si una cadena en WhatsApp asegura que extraños están ingresando de manera masiva a los conjuntos residenciales, ante la duda vas a desconfiar. O si un medicamento garantiza curar la hipertensión, te olvidas de que es una enfermedad que no tiene cura.
De nuevo, el mejor consejo sigue siendo el primero de esta guía: ¿hay información oficial que respalde eso que veo fuera de las redes sociales? Si no es así, desconfía de esos anuncios grandilocuentes.
3. Medios que no son medios
Buscar la autoridad al disfrazarse de medio de comunicación es una buena estrategia para cautivar incautos. Hoy son famosas cuentas en X, TikTok o Facebook con miles de seguidores que bajo una fachada de institución seria propagan desinformación.
La estrategia es sencilla. Ponerse un nombre y tener una identidad visual, compartir diariamente contenido y aprovechar el algoritmo. Por eso, si ves una noticia de un medio que no conoces, recuerda revisar: ¿tiene página web? ¿cita a sus fuentes u omite datos? ¿esa “noticia” está en otros medios? ¿ese portal tiene rostros detrás, es decir, hay periodistas haciéndose cargo de la información que dan?
4. Cuidado con la IA y los montajes
Hoy, crear una imagen falsa es más fácil que nunca. La inteligencia artificial permite generar imágenes y videos hiperrealistas de eventos que no ocurrieron, mientras que programas de edición permiten hacer montajes convincentes en minutos.
Y en plataformas que privilegian el contenido audiovisual se viralizan rápidamente porque "una imagen vale más que mil palabras" y nuestro cerebro tiende a confiar en lo que ve.
¿Cómo identificar una imagen sospechosa? Para fotografías creadas con IA observa los detalles: manos con dedos de más o de menos, textos incomprensibles en letreros de fondo, sombras que no coinciden con la iluminación o rostros con proporciones extrañas son señales típicas de imágenes generadas con IA. En montajes, busca bordes borrosos, diferencias en la calidad o resolución entre elementos de la foto.
Pero no confíes solo en tu ojo, usa las herramientas tecnológicas a tu favor. Puedes hacer una búsqueda inversa de imágenes en Google (arrastra la foto al buscador) para ver si ya circulaba antes con otro contexto. También existen páginas en internet gratuitas como TinEye que te ayudan a rastrear el origen de una imagen.
Una recomendación final, pero clave: una búsqueda rápida en Google dice más de lo que crees. Normalmente con solo poner una parte de esa cadena viral o buscar la imagen en redes, te ayudará a saber si estás frente a una desinformación. Si es información que ya ha sido desmentida aparecerán artículos relacionados, o como mínimo encontrarás resultados en páginas confiables.
Y ante la duda: nunca compartas. La mejor práctica de cuidado es no amplificar un contenido del que no tienes certeza. Recuerda que cada vez que compartes información falsa, contribuyes a que más personas caigan en el engaño.
Pero si no obtienes respuesta sobre esa imagen, video o información que ves en Internet, escríbenos al WhatsApp del Detector de La Silla Vacía y nosotros lo verificamos por ti.