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Descubre los desafíos y oportunidades de la producción de gas en Colombia, según expertos, para el 2025 se proyecta una dependencia de importaciones. Lee más.
El gas desempeña un papel fundamental como la segunda fuente de energía más importante para el país. Su utilización abarca diversas áreas, desde el ámbito doméstico, donde se presenta como un sustituto crucial de la leña (porque genera menos emisiones y supone un menor costo para los usuarios), hasta su contribución esencial en la generación eléctrica, especialmente durante periodos de fenómeno del Niño cuando la generación hidroeléctrica resulta insuficiente. Además, el gas se emplea en procesos industriales clave, como la producción de alimentos, el procesamiento de metales y el calentamiento de agua, entre otros.
De acuerdo con la Unidad de Planeación Minero – Energética (UPME), en 2022, la oferta total de energía primaria de Colombia era de 2.237 PJ (petajulios), distribuida de la siguiente manera:
Petróleo: 36 %
Gas natural: 27 %
Carbón mineral: 13 %
Agua: 13 %
Leña: 6 %
Biocombustibles: 4 %
Otros renovables: 1%
* Fuente: Balance Energético de Colombia (UPME)
El gas desempeña un papel clave en la transición energética al satisfacer la creciente demanda de energía y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Además, actúa como un sustituto de otras fuentes de menor calidad, como el carbón. La transición energética implica un cambio a largo plazo en la composición de nuestra matriz energética, y aunque se están desarrollando fuentes renovables para el futuro, es imperativo contar con una solución a corto y mediano plazo, donde el gas natural juega un papel fundamental.
En 2022, la Unión Europea reconoció al gas natural como una fuente de energía verde para cumplir con sus objetivos de transición energética y neutralidad de carbono, y destacó sus beneficios ambientales. Estos incluyen reducciones significativas, hasta en un 99 % de material particulado fino (PM2.5), una disminución del 70 % en dióxidos de nitrógeno y reducciones de dióxido de carbono en comparación con otros combustibles.
Según las estimaciones de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA), el gas natural emite casi un 45 % menos de CO2 que el carbón y un 25 % menos que la gasolina. Haz click para ver la tabla La Unidad de Planeación Minero – Energética (UPME) es una unidad administrativa especial del Ministerio de Minas y Energía que planea el desarrollo sostenible de dichos sectores para la formulación de las políticas y toma de decisiones del Estado. Dentro de sus principales funciones se encuentra realizar anualmente las proyecciones de demanda de gas natural por sector de consumo.
La última actualización de esta proyección se hizo en diciembre de 2023, donde se evidenció un crecimiento promedio anual para el periodo 2023 – 2032 de 0,4 % en el escenario medio, lo cual está por debajo del crecimiento histórico del periodo 2009 – 2022 de 1,4 %. Se estima para 2024 una demanda promedio de 1.089 GBTUD (1 GBTUD = 1.000 MBTUD = 1.000 MBTU por día) y en 2032 una demanda de 1.103 GBTUD.
Cada año, el Ministerio de Minas y Energía divulga la declaración de producción de gas natural, proporcionando así la base para analizar el potencial de producción en Colombia durante los próximos 10 años. El pronóstico de esta producción se calcula considerando el desarrollo de las reservas de gas y la capacidad actual y proyectada de los campos de producción. El informe resalta una producción potencial promedio de 1.089 GBTUD en 2024, disminuyendo a 286 GBTUD en 2032, lo que implica una reducción anual promedio del 14,5 %.
Además de la producción potencial, hay que tener en cuenta la capacidad instalada de la única terminal (SPEC LNG) de regasificación de gas natural licuado (GNL) de Colombia, ubicada en Cartagena. Esta cuenta con una capacidad de aproximadamente 450 GBTUD y se espera una expansión de su infraestructura en el segundo semestre de 2026 para llegar a los 530 GBTUD. Su capacidad representa cerca del 50 % de la demanda actual, lo cual muestra su importancia para satisfacer la demanda nacional cuando la producción no es suficiente.
Al cruzar los dos insumos de demanda y producción, se puede identificar en qué momento se pronostica una oferta insuficiente para la demanda en el escenario medio. Teniendo en cuenta la producción nacional y que la demanda de las termoeléctricas ha sido menor a lo esperado por la UPME durante este periodo del fenómeno del Niño, tendríamos insuficiencia de oferta en enero de 2025. Al considerar la capacidad adicional de la importación de gas, tendríamos suficiente oferta hasta diciembre de 2026 cuando se espera el próximo fenómeno del Niño fuerte y si de nuevo la demanda es menor a lo esperado, entonces tendríamos suficiente oferta hasta febrero de 2029.
La situación actual puede ser preocupante, pues la seguridad energética juega un papel crucial en el bienestar y desarrollo económico del país. Tanto el gobierno como el sector privado deben colaborar en la búsqueda de soluciones que garanticen el suministro de este recurso vital.
La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) emite anualmente un informe sobre las reservas y recursos contingentes de hidrocarburos, proporcionando una visión detallada de las cantidades disponibles en el país. Estas reservas se dividen en tres categorías según sus probabilidades de recuperación:
Probadas (1P) con una probabilidad mayor o igual al 90 %.
Probables (2P) con una probabilidad mayor o igual al 50 %.
Posibles (3P) con una probabilidad mayor o igual al 10 %.
Las reservas probadas, que representan la mejor estimación de los recursos disponibles, muestran una tendencia negativa. En 2015, cerramos con 4.122 gigapies cúbicos (GPC), y para 2022, la cifra disminuyó a 2.817 GPC, lo que implica una reducción del 31,66 %. Este declive subraya la importancia de tomar medidas efectivas para revertir esta tendencia y asegurar la estabilidad en el suministro de hidrocarburos.
Los recursos contingentes son las cantidades de hidrocarburos potencialmente recuperables de acumulaciones conocidas, pero no son considerados comerciales debido a una o más contingencias:
Ambiental y/o social
: permisos y trámites ambientales, negociación de tierras, consulta previa y/o permisos arqueológicos.
Técnica
: la recuperación comercial depende de tecnologías aún en desarrollo o la evaluación técnica es insuficiente para determinar esa recuperación.
Económica
: costos de operación, precios de los hidrocarburos, deficiencia de mercado y/o falta de infraestructura.
Asuntos legales y/o contractuales
: requerimientos contractuales y/o impedimentos legales.
Finalización de contrato
: terminación del contrato origina reporte de los volúmenes como recursos contingentes.
Igual que las reservas, los recursos contingentes también se dividen en tres categorías de probabilidad de estimación:
C1 >= 90 %
C2 >= 50 %
C3 >= 10 %
Colombia tiene unos recursos contingentes interesantes que especialmente se concentran en aguas profundas offshore (costa afuera) en el Caribe colombiano, aunque, actualmente el país no cuenta con la infraestructura para transportar dichos recursos al territorio nacional.
Hay pozos que se ubican hasta a 70km de la costa que requerirán inversiones significativas para hacer el proyecto comercialmente viable. A cierre de 2022, la estimación alta de los recursos contingentes se ubicó en 5.807 GPC (3C = C1+C2+C3) o en términos de años serían 14.8 años.
En conclusión, la producción nacional de gas ha sido históricamente suficiente para atender la demanda interna. Sin embargo, las proyecciones indican que en 2025 nos veremos obligados a depender de importaciones de gas, planteando un riesgo significativo. En una situación hipotética donde la capacidad de la única terminal de regasificación del país no pueda utilizarse, se presentaría una crisis en el suministro de este combustible.
Es imperativo que el gobierno no solo fomente el desarrollo de la producción nacional, sino que también impulse la creación de la Regasificadora del Pacífico para diversificar la oferta. Lamentablemente, las dos últimas convocatorias de este proyecto han quedado desiertas debido a la falta de interés por parte de los inversionistas.
Aunque el riesgo de escasez pueda parecer distante, la realidad es que estamos cerca de una situación crítica de suministro. Desde hoy, es crucial otorgar garantías al sector para incentivar las inversiones a largo plazo necesarias para cumplir con la demanda futura.
Fuentes:
Conoce un completo análisis de por qué se está presentando la crisis energética actual en el mundo y qué implicaciones tiene para Colombia.
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