Las cajas de compensación en Colombia enfrentan un panorama actual marcado por cambios en el sector salud, competencia y expectativas de los afiliados. Conozca los desafíos, perspectivas y focos para las cajas de compensación en este artículo.
Las cajas de compensación en Colombia han sido un pilar fundamental en el acceso a servicios de salud y bienestar para los trabajadores y sus familias. Sin embargo, el panorama actual presenta desafíos significativos que ponen en perspectiva la sostenibilidad de su modelo de negocio en esta área y, además, nuevos horizontes sobre cómo pueden diversificar su presencia en otros sectores.
Muchas cajas de compensación en el país (incluidas algunas de las más grandes como Compensar, Cafam, Comfama o Colsubsidio) prestan servicios directos o indirectos por medio de las EPS (Entidades Promotoras de Salud), las cuales se enfrentan a un futuro incierto debido a los cambios propuestos por el Gobierno Nacional y la insuficiencia de recursos para la vigencia actual.
Cifras de la Asociación Nacional de Cajas de Compensación Familiar (Asocajas) revelan que las cajas que participan en el sector salud aseguran a 20,8 millones de personas en el sistema, lo que representa 42 % de la población en Colombia. De ese total, al menos 9,5 millones de personas pertenecen al régimen contributivo y 11,3 millones al subsidiado.
Este ha sido un componente significativo de sus ingresos y la posibilidad de perder esta línea de negocio ha generado preguntas sobre su sostenibilidad financiera y la forma en que podrían adaptarse a un nuevo contexto económico y normativo.
¿Qué está pasando con el negocio de salud de las cajas de compensación?
En los últimos años, el sistema de salud en Colombia ha sido objeto de diversas propuestas con el propósito de mejorar la eficiencia, calidad y cobertura del servicio. Entre las reformas más recientes, se ha planteado la transformación de las EPS en gestores de salud y vida, un cambio que implicaría una nueva estructura operativa y, potencialmente, la pérdida del rol tradicional de las cajas de compensación en la prestación directa de servicios de salud.
Las cajas de compensación familiar, al manejar una parte importante del sistema, han tenido que adaptarse a estas modificaciones regulatorias. De hecho, 11 cajas de compensación han sido intervenidas por la Supersubsidio. Esta situación refleja los retos y desafíos que enfrentan estas entidades en un contexto de reestructuración del sistema de salud.
Algunos de los factores más relevantes que marcan puntos álgidos para las cajas de compensación son:
Cambios en el sistema de salud: la Ley 100 de 1993 introdujo un sistema de aseguramiento en salud basado en la competencia entre Entidades Promotoras de Salud (EPS) y las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS). Este cambio generó un nuevo escenario en el que las cajas de compensación se vieron obligadas a adaptarse y competir con otras entidades del sector.
Presiones financieras: el aumento de los costos de la atención médica, la alta siniestralidad en algunos regímenes y la disminución de los ingresos por aportes patronales han afectado la sostenibilidad financiera de las cajas de compensación en el negocio de salud.
Intervenciones y liquidaciones: en los últimos años, varias cajas de compensación han sido intervenidas o liquidadas debido a problemas financieros y de gestión. Esta situación ha generado incertidumbre y desconfianza en el sector y ha puesto en evidencia la necesidad de fortalecer la supervisión y el control por parte del Estado.
Cambios demográficos y epidemiológicos: el envejecimiento de la población y el aumento de las enfermedades crónicas plantean nuevos retos para el sistema de salud y para las cajas de compensación, que deben adaptarse a las necesidades cambiantes de la población.
¿Cuál es la visión de negocio de las cajas de compensación?
Ante este panorama, las cajas de compensación han replanteado su visión de negocio y han buscado estrategias para diversificar sus fuentes de ingresos, asegurando su sostenibilidad a largo plazo.
De esta manera, hay varias áreas y sectores en los que han incursionado para evitar la dependencia del negocio de la salud y asegurar la sostenibilidad financiera. Algunas de las líneas de negocio más fuertes en la actualidad son:
Ejemplos de ello los muestran entidades como Colsubsidio, la cual sumó 96.529 empresas afiliadas en 2023, con 1.499.597 trabajadores inscritos y presencia en 19 departamentos de Colombia, consolidando a la organización como una de las empresas más robustas del país.
Así, los ingresos se situaron en $7,2 billones, con un incremento del 19 % con respecto a 2022. Estos se reinvirtieron en los subsidios que otorga la caja de compensación y en los programas de los servicios sociales que presta. Los activos ascendieron a $7,7 billones con un incremento del 18 % y el patrimonio alcanzó los $3 billones con un incremento del 7 %.
“Estos resultados son el reflejo de un trabajo continuo con nuestras empresas afiliadas, y más allá de evidenciar con cifras los logros, nuestra mayor satisfacción se da al saber que, detrás de estos números, hay millones de trabajadores y familias que hemos visto cumplir sus metas y que hemos logrado trascender para mejorar la vida y el futuro de todos ellos”.
Luis Carlos Arango Vélez, director general de Colsubsidio. #FF7F41Por su parte, Comfama prevé llegar en 2024 a $2,7 billones en ingresos, superando los casi $2,4 billones del año pasado. David Escobar, director de la organización, destacó que, durante los 70 años de operación de la caja de compensación, ha logrado acompañar a 120.000 empresas que realizan sus aportes, 1,3 millones de trabajadores beneficiados y 4,4 millones de ciudadanos en total atendidos.
“Comfama tiene tradición de inversión y ejecución de estrategias de iniciativas sociales en temas como: educación, vivienda, empleo y bienestar de sus afiliados. La estrategia para seguir creciendo es generar más ingresos por fuera del aporte obligatorio del 4 % que hacen las empresas. Ya en 2023, el 40 % de los ingresos llegaron de fuentes de negocios diversificados diferentes a los aportes de las empresas”, dijo Escobar.
En este sentido, para Comfama destacan apuestas como la línea de educación, tras la compra de la institución educativa Cesde para potencializarla desde 8.000 estudiantes que tenía antes de ello hasta más de 80.000 estudiantes hoy en día. Esta institución genera $65.000 millones en ingresos anuales y ya tiene sede en 76 municipios de Antioquia y operación en Pereira, Cali y Cartagena, mientras prepara la apertura en ciudades como Bucaramanga y Barranquilla.
En tanto, Carlos Mauricio Vásquez, director general de Compensar, destacó que, en 2023, cerca de 1,3 millones de personas fueron beneficiadas con $1,08 billones en subsidios, lo que incluyó iniciativas en sectores como el de vivienda, educación y trabajo. “Entregamos 1.626 viviendas y beneficiamos a 7.692 personas a través de los programas habitabilidad. En el frente de educación, atendimos 474.000 personas quienes desarrollaron más de 597.000 actividades”, indicó Carlos.
Otra área clave para el futuro de las cajas de compensación es la innovación tecnológica. Con el avance de la digitalización y la inteligencia artificial, estas entidades tienen la oportunidad de transformar sus operaciones y servicios, haciéndolos más accesibles y eficientes para los afiliados. Inversiones en plataformas digitales para la gestión de beneficios, servicios en línea y la utilización de big data para personalizar ofertas y mejorar la experiencia del usuario, son algunas de las áreas en las que podrían enfocarse.
Más focos para la diversificación de ingresos y conclusiones
Ante este panorama, la diversificación para reducir la dependencia del negocio de salud y asegurar la sostenibilidad a largo plazo de las cajas de compensación es un foco estratégico para consolidar su posición en el mercado colombiano. Adicionalmente, deben aprovechar su experiencia y su cercanía en pro de contribuir al bienestar y la calidad de vida de sus afiliados.
El reemplazo de los ingresos del sector salud no es una tarea sencilla para las cajas de compensación. Para ello, una estrategia bien diseñada de diversificación e innovación podría permitirles compensar esta pérdida a largo plazo, incluyendo:
Expansión geográfica: una forma de compensar los potenciales ingresos perdidos de la salud sería expandirse a nuevas regiones donde actualmente no tienen presencia, tal como lo hacen Colsubsidio y Comfama. Esto podría incluir alianzas estratégicas con otras cajas de compensación o entidades privadas para ampliar su base de afiliados y su alcance de servicios.
Alianzas y sinergias: formar alianzas con empresas privadas, públicas y ONGs para ofrecer servicios conjuntos que beneficien a los afiliados y generen ingresos adicionales. Por ejemplo, alianzas con clínicas privadas para servicios de salud especializados o con universidades para programas de formación.
Nuevos modelos de negocio: implementar modelos de negocio innovadores, como la economía colaborativa, para optimizar recursos y reducir costos. Un ejemplo es el desarrollo de plataformas de servicios compartidos entre afiliados o la creación de fondos de ahorro comunes para proyectos comunitarios.
A pesar de los desafíos, las cajas de compensación han mostrado una notable capacidad de adaptación a lo largo de los años. Su visión de negocio en el futuro cercano parece estar enfocada en la diversificación y la innovación en otros servicios complementarios.
La transformación es un desafío, pero también una oportunidad para fortalecer su rol como actores clave en el desarrollo social y económico del país para lo cual deberán ser proactivas en la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos y estar dispuestas a transformarse para seguir siendo relevantes en un entorno en constante cambio.
Fuentes:
https://www.valoraanalitik.com/entrevista-comfama-cumple-70-anos-apuesta-por-mas-inversion-y-pide-cuidar-las-instituciones
https://www.valoraanalitik.com/colsubsidio-entrego-mas-de-15-billones-en-subsidios-en-2023-y-sumo-mas-de-96-000-empresas-afiliadas