El sector lácteo colombiano avanza entre recuperación del consumo, innovación y retos como la informalidad y el clima. Conoce con Ana María Gómez, presidenta ejecutiva de Asoleche, las claves que definirán su futuro y las oportunidades para 2026.
Desde hace un tiempo, el sector lácteo en Colombia ha enfrentado diversos retos en materia de consumo en los hogares. Sin embargo, la informalidad, el cambio climático y la inflación también han sido determinantes en esta actividad del sector agropecuario.
Frente a esos escenarios, desde la Asociación Colombiana de Procesadores de la Leche (Asoleche) han implementado distintas estrategias para seguir fortaleciendo aquellos frentes que afectan a productores, industria y consumidores de este sector.
En Capital Inteligente hablamos con Ana María Gómez Montes, presidenta ejecutiva de Asoleche, quien explicó cómo se ha evidenciado una leve recuperación desde finales de 2024, manteniendo la tendencia este 2025, las expectativas positivas que mantienen y las ventajas competitivas que tiene Colombia por los beneficios del producto y la calidad que se maneja.
C.I.: ¿Cómo ha sido el comportamiento del consumo de leche y sus derivados en 2025 y cuáles son las expectativas para este cierre de año?
Ana María Gómez. “En 2025, el consumo de leche y sus derivados en Colombia ha crecido a una tasa interanual cercana al 3,5 %. Esto representó un panorama más alentador en materia de acopio formal presentando un crecimiento equivalente de 3,5 % en el acumulado a septiembre de 2025, comparado con el mismo periodo del año anterior.
Se espera que al cierre de 2025 e inicios de 2026 continúe la tendencia al alza en consumo de leche, mejorando el promedio de los colombianos de 141 litros de leche por persona al año, una cifra inferior a los 170 litros que recomienda la FAO.
En este sentido, este año Asoleche ha liderado una campaña de sensibilización frente al consumo de lácteos, y junto al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, desarrolló un estudio de consumo para entender cuáles factores estaban incidiendo a la baja, y está coordinando la ejecución -junto con otros actores de la cadena láctea- de una estrategia para revertir la curva desde argumentos científicos actuales y comprobados”.
C.I.: Además del consumo, el cambio climático, la informalidad y la inflación también golpean al sector ¿Cómo se preparan para combatir estos factores?
Ana María Gómez. “En cuanto al consumo de lácteos en los hogares colombianos se ha observado una leve recuperación este año, sin embargo, todavía no se ha logrado mejorar la sensible disminución que se observó desde el 2022.
Si bien el cambio climático no alcanzó a marcar picos de sobreproducción en 2025, este sigue representando un factor de riesgo para las épocas de altas lluvias cuando la productividad de las fincas aumenta y la tasa de consumo se encuentra aún deprimida, y la inflación sigue afectando la capacidad adquisitiva de los consumidores.
Por otra parte, la informalidad del sector cercana al 50 % continúa afectando transversalmente a la cadena, ya que los productores que venden la leche cruda en el sector informal reciben menos ingresos por pagos inferiores al precio regulado, en detrimento del campo colombiano y la productividad de las diferentes regiones y, por otra parte, a los consumidores que reciben productos para el consumo que no garantizan las condiciones de inocuidad y conservación adecuadas”.
C.I.: En febrero de 2025 el gremio afirmó que, a pesar de los retos, este año se veían mejores perspectivas para el sector. A cierre de año, ¿qué tanto ha cambiado esa perspectiva?
Ana María Gómez. “La perspectiva del sector sigue siendo positiva con miras a la consolidación de la tendencia de recuperación del consumo, la constante innovación de la industria transformadora y el compromiso de los productores primarios con la mejora de la productividad en los hatos.

Sin duda, el sector lácteo colombiano todavía tiene retos por enfrentar, entre ellos, la mejora de capacidades productivas a lo largo de la cadena que resulten en una mayor competitividad de los lácteos nacionales frente a las dinámicas internacionales del mercado, que les permitan posicionarse tanto con el consumidor local como en el mercado internacional.
Desde Asoleche seguiremos trabajando por la articulación de la cadena con miras a fortalecer la producción local y crecer el mercado colombiano, sin dejar de lado las oportunidades que representan las nuevas tendencias en el mundo”.
C.I.: ¿El sector ha implementado alguna innovación este último año? Y con todo el auge de las nuevas tecnologías ¿hay alguna de ese tipo?
Ana María Gómez. “El sector lácteo colombiano se mantiene en ‘modo innovación’ constantemente para mejorar la nutrición y seguridad alimentaria de los colombianos, y promover el desarrollo sostenible y bienestar del campo de nuestro país.
Así mismo, la sostenibilidad ambiental se ha integrado al ADN de toda la cadena impulsando alternativas amigables con el medioambiente, minimizando y reutilizando el desperdicio en las diferentes fases de producción, reduciendo la huella de carbono en plantas de procesamiento, optimizando tecnologías de empaques biodegradables o de economía circular, y creando más subproductos de la industria de la leche en oportunidades de negocio que responden a necesidades nutricionales y funcionales de los consumidores como el kéfir (bebida láctea fermentada), o el Ghee (mantequilla clarificada), entre otros.”
C.I.: Teniendo en cuenta la calidad de los productos lácteos, ¿cómo está Colombia a nivel competitivo frente a otros países?
Ana María Gómez. “La producción láctea en Colombia destaca por ser de libre pastoreo, lo que brinda características de calidad muy apetecidas por el consumidor.
Es indudable el potencial del sector para seguir desarrollándose a partir de la innovación en todos los eslabones de la cadena, con mejores prácticas en ordeño, acopio y transporte desde las fincas hasta procesos de transformación industrial formal cada vez más innovadores, pasando por una logística y comercialización más eficientes. Esto buscando posicionar a los lácteos colombianos como unos de los más apetecidos de la región y así lograr un incremento del comercio internacional”.