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El emprendimiento femenino favorece la autonomía económica y calidad de vida de las mujeres. Estas son las leyes que lo incentivan en Colombia. Leer más.
El emprendimiento femenino no solo genera oportunidades de autonomía económica para las mujeres, también permite generar oportunidades de empleo y un medio de vida para miles de familias colombianas. Hoy, el país cuenta con una batería de normas para incentivar que cada vez más mujeres se lancen con éxito a emprender. Leer más.
Contenido del artículo
- El origen de las normas sobre el emprendimiento femenino - Decreto 810 de 2020: gestión de recursos para financiar proyectos - Ley de emprendimiento: incentivo para la creación de empresa - Ley Creo en ti, para apoyar mipymes con enfoque de género
De acuerdo con el “Informe Global de Brecha de Género 2021” -elaborado por el Foro Económico Mundial- Colombia ocupa la posición número 59 entre 156 países, gracias a diferentes criterios. Entre ellos que, con un promedio de 50%, supera a la mayoría de naciones en las que el porcentaje de mujeres que ocupan cargos directivos solo llega al 33%. Sin embargo, el país descendió 37 posiciones con respecto a 2020 porque registró disparidades en la participación de las mujeres en la fuerza laboral, por ejemplo.
“Según el DANE, en 2021 el desempleo fue de 18.1% para las mujeres y 10.6% para los hombres, una brecha laboral que se recrudeció con la pandemia. Pero en el mismo año se vio un incremento del 9.3% de mujeres emprendedoras frente a un 8.4% de hombres emprendedores, de acuerdo con Analitik”.
No obstante, está documentado que un gran número de emprendimientos femeninos surgen en contextos vulnerables. Estos emprendimientos por necesidad suelen tener ingresos bajos y pocas posibilidades de crecimiento, por lo que fracasan en los primeros meses o años de vida. Además, existe otra condición que los hace aún más retadores.
“Las mujeres suelen tener este tipo de negocios en sus hogares porque mientras generan un ingreso, están pendientes de los trabajos domésticos y de cuidado. Esto demuestra que las responsabilidades que históricamente se les asignan tienen un impacto directo en su autonomía y esto ve reducidas sus posibilidades de emprender”, asegura Natalia Escobar, líder del Proyecto de investigación para la caracterización del emprendimiento de subsistencia de mujeres en Cali del OEM.
¿Qué se ha hecho para cerrar estas brechas? En los últimos dos años, en Colombia se han promulgado leyes y otras normas que promueven el emprendimiento femenino. Estas son las principales:
Una de las principales normas que hoy rige el emprendimiento femenino en Colombia es el Decreto 810 del 4 de junio de 2020. Este se creó durante los primeros meses de la pandemia y recoge preocupaciones sobre su impacto en la generación de empleo y en el crecimiento económico expresadas por organizaciones nacionales e internacionales, dice Escamilla.
El decreto resuelve crear un patrimonio autónomo con el objetivo de promover, financiar, invertir y apoyar el emprendimiento de las mujeres en Colombia, así como propender por su formalización y fortalecimiento empresarial. Este patrimonio autónomo puede recibir aportes del Gobierno nacional para financiar proyectos.
Igualmente, puede obtener aportes de entidades territoriales y donaciones del sector público o privado, nacional e internacional. Los recursos, además de destinarse a apoyar el emprendimiento, pueden usarse para recolectar y analizar información sobre los ecosistemas de emprendimiento de las mujeres en el ámbito nacional, regional y sectorial.
Un consejo conformado por integrantes de organismos gubernamentales y no gubernamentales tiene a su cargo las decisiones relacionadas con la inversión y disposición de los recursos, pero la secretaría técnica recae en la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer.
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Otras normas, como la Ley de emprendimiento , fueron creadas con base en cifras recogidas sobre la participación de las mujeres en la economía. ONU Mujeres, por ejemplo, establece que la representación de las mujeres en sectores con alto crecimiento, como el desarrollo de Inteligencia Artificial, es de solo el 22%.
No obstante, el Banco Mundial afirma que gracias al aumento de los ingresos de las mujeres latinoamericanas entre los años 2000 y 2010, la pobreza extrema en la región se redujo en 30%. Harvard Business Review, por su parte, estima que si las mujeres tuvieran las mismas oportunidades de emprender que los hombres, el Producto Interno Bruto Mundial podría aumentar entre 3% y 6%.
“En ese sentido, con la promulgación de este tipo de leyes, en términos generales, se busca impulsar la participación de las mujeres en la economía del país, así como brindar alivios y motivaciones para beneficiar los emprendimientos femeninos en Colombia. Esto con el ánimo de cerrar la brecha en términos de desempleo y participación laboral”, asegura la coordinadora de formación del OEM.
La Ley de Emprendimiento o Ley 2069 del 31 de diciembre de 2021 brinda un marco regulatorio que facilita el nacimiento de nuevos emprendimientos y empresas y les permite crecer para así incentivar la creación de empleo. De acuerdo con Escamilla, esta ley cuenta con cinco ejes claves que:
Medidas para simplificar procesos, trámites y tarifas, como los relacionados con registros ante el Invima.
Criterios diferenciados para el acceso de las mipymes al sistema de compras públicas.
Promoción del acceso al financiamiento e inversiones en ciencia, tecnología e innovación.
Unificación de un patrimonio autónomo en cabeza de iNNpulsa Colombia a través del cual se gestionarán recursos para apoyar el emprendimiento.
Promoción de la educación y de las habilidades para el emprendimiento a través de entidades como el SENA.
Con respecto al patrimonio autónomo creado mediante el Decreto Legislativo No. 810 de 2020, la ley aclara que se denominará "Fondo Mujer Emprende" y estará a cargo de iNNpulsa Colombia que, en alianza con otras entidades, debe diseñar y ejecutar iniciativas para “promover, apoyar y financiar el emprendimiento, formalización y fortalecimiento empresarial de las mujeres”.
Este patrimonio autónomo cuenta con recursos por US$31.000.000 con los que se propone apoyar a por lo menos 8.070 mujeres y 774 proyectos productivos este año.
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La Ley 2125 del 4 de agosto de 2021 o Ley “Creo en ti”, así como la anterior, fue diseñada a partir del rol de las mujeres en la generación de empresa y el crecimiento económico. Por medio de esta se establecen incentivos para la creación, formalización y fortalecimiento de micro, pequeñas y medianas empresas lideradas por mujeres.
Yanire Braña, CEO de MET Community, organización internacional sin ánimo de lucro que apoya y promueve el emprendimiento femenino sostenible, responsable e innovador, explica que esta norma también se enfoca en la promoción del espíritu emprendedor entre las estudiantes, una labor que le corresponde al SENA y al Ministerio de Educación.
“La Ley ‘Creo en ti’, adicionalmente, se refiere a la financiación, inversión y asistencia técnica destinada a promover el emprendimiento femenino y la formalización empresarial, de manera que las entidades estatales no solo promuevan el emprendimiento, sino que asignen recursos de su presupuesto para el desarrollo de las mipymes lideradas por mujeres”.
Finalmente, hace referencia a la necesidad de sellar alianzas para promover el desarrollo empresarial femenino, así como la inclusión financiera; establece que cada año en marzo se realizará la semana del emprendimiento femenino para realizar actividades que visibilicen o llamen la atención sobre este tema, además dispone la creación de un premio para reconocer a mujeres emprendedoras. “A pesar de que el emprendimiento femenino en Colombia se ha desarrollado en un contexto favorable, aún existen brechas que cerrar, como lograr que los negocios de las mujeres logren superar la barrera de dos años de existencia. A pesar de que ellas tienen una esperanza de vida más alta que los hombres, a partir de los 40 años tienen dificultades para conseguir empleo, por ejemplo”, concluye Braña.
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