¿Necesitas capital para emprender un proyecto? Conoce las diferentes fuentes para adquirir el capital semilla que requieres para iniciar y consolidar tu negocio.
¿Necesitas capital para emprender un proyecto? Conoce las diferentes fuentes de financiación para emprendedores en el país, identifica la más idónea y empieza a consolidar tu negocio
Entre las opciones que existen para conseguir el dinero en esas primeras etapas de evaluación, depuración y consolidación del emprendimiento están las siguientes:
Están generalmente apalancados con recursos públicos, aportados por entidades cuya labor es financiar las iniciativas empresariales, bien sea con recursos no reembolsables o en condiciones favorables de tasa de interés. En Colombia, diferentes entidades realizan convocatorias para otorgar este tipo de recursos de financiación, entre ellas están:
iNNpulsa Colombia:es la Unidad de Gestión de Crecimiento Empresarial del Gobierno Nacional para promover el emprendimiento y la innovación. Tiene opciones de cofinanciación no reembolsables para cubrir porcentajes parciales en los proyectos, previo cumplimiento de los requisitos señalados en los términos de referencia de cada una de las convocatorias que realiza. Algunas las abre de manera directa y otras en alianza con las Cámaras de Comercio en las distintas ciudades del país. Precisamente, estas entidades también realizan convocatorias a lo largo del año para identificar iniciativas empresariales en etapas tempranas o ideas de negocio para brindarles acompañamiento en diversos aspectos.
Fondo Emprender: es operado por el SENA y otorga créditos condonables. Los recursos se asignan a través de convocatorias, algunas de ellas abiertas todo el año y otras que ponen a disposición por temporadas o para sectores económicos específicos. En 2018, el Fondo Emprender destinó más de $ 90 mil millones para capital semilla. Diana Sierra Ávila es Ángel Inversionista en tres start-ups de alimentos, desarrollo de software y una operadora de franquicias, además es experta en estructuración de fondos de capital privado. Ella asegura que los fondos de cofinanciación generalmente le entregan al empresario o al inversionista, por cada peso invertido, la misma suma ya sea en dinero o en acompañamiento, además le ofrecen asesorías con el propósito de impulsar la consolidación y el crecimiento del negocio.
“Ingresar a un programa de cofinanciación representa un gran reconocimiento y por lo tanto una buena señal para el mercado, lo que facilita buscar inversión privada en el futuro. Muchas veces estos proyectos de cofinanciación están enfocados en segmentos específicos del mercado, por ejemplo, emprendimientos culturales, de economía naranja o para regiones y comunidades específicas. Se trata de segmentos en los que la obtención de capital privado o crédito es más compleja”, explica Sierra.
Para ella, la ventaja más grande de los fondos de cofinanciación es quizás que normalmente estos recursos no son reembolsables, lo que obedece al concepto de riesgo en la inversión que se hace en un emprendimiento en etapa temprana.
Lograr el visto bueno para acceder a recursos de cofinanciación es complejo. Por eso la experta recomienda contar con un plan de negocios claro y un presupuesto definido de inversión. Además, hay otros aspectos altamente valorados por los fondos y los potenciales inversionistas, como la capacidad de los emprendedores de transmitir el propósito y los factores diferenciadores de su negocio.
Si no se cuenta con los recursos suficientes en el equipo o no se ha logrado pasar los filtros de las convocatorias de los fondos de cofinanciación, el crédito es sin duda una opción viable para avanzar con un emprendimiento soportado en un buen plan de negocios.
Pablo Noreña, Líder de Emprendimiento de Alto Impacto en Bancolombia, señala que la entidad fue pionera en Colombia en el diseño de un portafolio para emprendedores. “Son recursos para capital de trabajo que se otorgan a empresas que ya están vendiendo, con mínimo seis meses en el mercado y que nos demuestran que pueden llegar a tener un crecimiento exponencial o dinámico en poco tiempo, porque se fundamenta en una propuesta de valor diferenciada de su competencia”, asegura Noreña. Pablo señala que, en la mayoría de los casos, los emprendedores no buscan crédito porque desconocen cómo gestionar una deuda. Esta visión fue corroborada en el estudio Emprendedores en Crecimiento, desarrollado por la Universidad de los Andes, en donde se señalaba que la gestión de recursos financieros no es el fuerte de los emprendedores colombianos. “Solo un 10% de estos considera que es una de sus fortalezas y, por un amplio margen, se considera como la principal debilidad de la empresa”, explicaba el estudio presentado en el año 2017. De acuerdo con el ejecutivo, la financiación con el banco es más favorable en términos de costo para el emprendedor que la inversión privada, porque los ángeles inversionistas y los fondos de capital de riesgo tienen altas expectativas de retorno en un plazo relativamente corto.
El crédito bancario permite que el emprendedor mantenga el control total sobre su negocio porque el banco no estará constantemente indagando si se cumplió la promesa de valor, las métricas de desarrollo del producto, el número de clientes, la tasa de conversión de clientes y su recurrencia en las compras.
Es cierto que para las empresas que apenas están iniciando, la obtención de un crédito es una tarea maratónica. Generalmente, las entidades solicitan que los emprendedores tengan activos para ofrecerlos como garantías y que demuestren un historial de ventas. Por lo que muchos solicitan préstamos de consumo a título personal, pero estos tienen una tasa de interés más alto y un plazo más limitado para el pago.
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El primer capital semilla que recibe un emprendedor suele ser de familiares o amigos, sin embargo, el estudio adelantado por la Universidad de los Andes señala que para los fundadores de las empresas este tipo de recursos tienen un alto costo emocional porque se corre el riesgo de deteriorar la relación.
Personas con excedentes de liquidez que ven la inversión en emprendimientos o startups como una opción para diversificar su portafolio. Por lo general, invierten montos pequeños, entre los $50 millones y los $ 150 millones en diversas empresas nacientes.
En estos esquemas, el emprendedor mantiene la mayoría de las acciones y control de su iniciativa. La meta de un ángel inversionista es que en algún momento la empresa se consolide y logre levantar recursos de inversión de un Fondo de Capital Privado para salir con una rentabilidad jugosa.
Es una financiación colectiva, bien sea al inicio de un negocio o en etapas más avanzadas que requieren importantes fondos. Este mecanismo tiene como eje principal el aporte de múltiples actores que se unen para consolidar una masa de recursos más grande. En Colombia se expidió este año el Decreto 1357, que reglamentó la operación de plataformas de crowdfunding.
Dado que gran parte del éxito de esta forma de financiación descansa en la publicidad que se da al proyecto, las plataformas de financiación colectiva más importantes en la actualidad tienen soporte en la web, por su alcance multitudinario y su bajo costo comparativo. Algunas de las más populares son goteo.org, Merkami y Ulule.
Los inversionistas privados también aportan contactos, proveedores, clientes potenciales o alianzas estratégicas y asesoran en cuanto a mejores prácticas de la industria para impulsar el crecimiento de la iniciativa. Por eso es necesario pensar de manera estratégica al elegir un inversionista dado que el socio será fundamental para apalancar nuevos proyectos.
La desventaja de la inversión privada es que existe un costo al perder la autonomía en la dirección de la empresa, ya que los nuevos socios sí tendrán derecho a participar en la definición de la estrategia de negocio y, específicamente, harán un control permanente del cumplimiento de metas en número de clientes, conversión de clientes, ingresos y rentabilidad.
A diferencia del crédito, normalmente un inversionista tiene el objetivo de vender su participación en la empresa una vez haya cumplido su expectativa de valoración algo que no sucede cuando se solicita apoyo a un banco.
Los fondos de inversión en Colombia están regulados por el Decreto 2555 de 2010 y se dividen en dos grandes grupos: 1) los Fondos de Inversión Colectiva, que invierten en títulos que son negociados en bolsa (acciones, deuda pública o deuda corporativa local o extranjera) o títulos de contenido crediticio (descuento de contratos o factoring) y, 2) los Fondos de Capital Privado (FCPs), que invierten en empresas en diferentes etapas de madurez, proyectos de infraestructura o desarrollos inmobiliarios. Estos últimos, dada su naturaleza, son de alto riesgo, tienen una duración estimada de 10 años y no contemplan pagos durante la vida del fondo sino solo en su finalización, cuando se vendan las inversiones que realizaron.
Las condiciones particulares de operación del fondo están establecidas en un reglamento, que debe obtener una no objeción por la Superintendencia Financiera de Colombia.
Dada su tesis de inversión, los fondos relevantes para que los emprendedores canalicen inversión del público son los fondos de capital privado, que tienen los siguientes participantes:
Sociedad Administradora: encargada de la contabilidad del fondo, de reportar y de velar por el cumplimiento del reglamento y de la normatividad. Generalmente, la remuneración está alrededor del 0,5% - 0,2% de tasa efectiva anual (e.a.) del valor del fondo y la paga el inversionista. Estas pueden ser Fiduciarias o Sociedades Administradoras de inversión que son vigiladas por la Superfinanciera.
Gestor Profesional: responsable de elegir y monitorear las inversiones y realizar todas las actividades que se requieran para que las empresas logren su objetivo de crecimiento y valorización. Usualmente, miembros del equipo gestor hacen parte de las juntas directivas o de cargos operativos dentro de las empresas en las que realizan inversiones. Su remuneración mensual está entre el 1,5% y el 1,8% del valor del fondo, además de comisiones de éxito que se cobran al final de la vida del fondo si se cumple con la rentabilidad mínima ofrecida al inversionista.
Inversionistas: el monto mínimo de inversión es de 600 salarios mínimos mensuales legales vigentes (SMMLV) y se requieren al menos dos inversionistas. En este caso, el inversionista suscribe un compromiso de inversión en el que se compromete a entregar el dinero cuando el gestor profesional lo requiera, para hacer las inversiones objetivo del fondo. Normalmente, estos inversionistas son fondos de pensiones, aseguradoras, oficinas de familia o individuos de altas rentas.
Los FCPs que adquieren empresas están concentrados por sector según las habilidades del equipo gestor. Por ejemplo, hay fondos especializados en adquisición de empresas del sector salud, fintech –financial technology-, restaurantes y hotelería, por mencionar algunos. Recibir financiación de un fondo representa para una empresa mayor valorización, un ejercicio intenso de negociación y es una buena noticia, pues aparte de tener el soporte de expertos en el crecimiento de la empresa, es un reconocimiento al equipo de emprendedores y significa el ingreso a un exclusivo círculo de compañías de alto potencial.
Los fondos de capital privado también se clasifican según el tipo de empresas en las que invierten:
Fondos de inversión en Private Equity: compran participaciones accionarias mayoritarias en empresas maduras que pueden generar valor mediante la compra de otras empresas o mejoras en sus procesos internos.
Fondo de inversión en Venture Capital o empresas en etapa temprana: adquieren participaciones que no son mayoritarias y acompañan el crecimiento de la empresa para la búsqueda de nuevos inversionistas; en cualquier caso, el objetivo siempre es vender la compañía una vez se haya obtenido el valor esperado, bien sea a un tercero o haciendo una emisión de acciones en bolsa, este último no es tan común en Colombia.
Noreña explica que, en el país, aunque los fondos de inversión operan normalmente, la figura no está del todo desarrollada. “Los fondos están en una etapa muy precaria de desarrollo y además es un tema que es supremamente costoso por la administración vía costo de inversión, es por esta razón, por el costo, que no está muy intensificada esta posibilidad”.
Los Fondos de Capital Privado buscan compañías que ya tienen una trayectoria: un modelo de negocio validado por el mercado objetivo e ingresos demostrados, aunque no necesariamente utilidades, y que tengan un equipo de emprendedores que se complemente. De acuerdo con Sierra, los FCPs son propietarios de empresas como Andrés Carne de Res, Kokoriko, Rappi o Bodytech, clínicas, edificios de oficinas y centros logísticos, entre otros.
Usualmente, no participan en ideas de negocio o emprendimientos que apenas están desarrollando su producto mínimo viable o haciendo los esfuerzos de generar la primera venta. Para este grupo de empresarios la solución para obtener capital son los Ángeles Inversionistas.
Realizar un emprendimiento es como cultivar una planta: hay una siembra, luego un desarrollo y, finalmente, está la cosecha. En la primera fase es fundamental el capital semilla, recursos que suelen provenir de los mismos emprendedores, de sus familiares o amigos, de ángeles inversionistas y, en algunos casos, de entidades de apoyo. Estas últimas, más que dinero, ofrecen ayudas orientadas a visibilizar al emprendedor dentro del ecosistema y le facilitan el acceso a otros medios de financiación.
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