Bancolombia
La innovación aplicada a los retos sistémicos en las empresas ayuda a la incorporación de nuevas ideas, procedimientos, servicios o productos dentro de una organización con el fin de mejorar sus procesos y su eficiencia. Lee detalles aquí.
En el mundo empresarial, las organizaciones se enfrentan a desafíos constantes donde los problemas cotidianos son solo la punta del iceberg. También existen retos sistémicos que, si no se abordan adecuadamente, pueden comprometer la sostenibilidad, perdurabilidad y el crecimiento de una empresa. Abordar estos problemas va más allá de mejorar procesos operativos o incrementar ganancias económicas; es una estrategia clave para alcanzar el éxito a largo plazo.
Los retos sistémicos son problemas estructurales que afectan a una organización y a los múltiples actores con los que interactúa. Estos desafíos son complejos, pues resultan de múltiples causas internas (cultura organizacional, procesos o tecnologías obsoletas) y externas (cambios en las dinámicas de mercado, coyunturales como el covid o estructurales como ausencia de conectividad en una región del país) y sus soluciones requieren la participación de diferentes actores dada su multidimensionalidad. A diferencia de los problemas operativos diarios, los retos sistémicos requieren un enfoque integral y a menudo implican cambios fundamentales en la forma en que opera la empresa y cómo ésta interactúa con sus grupos de relación.
El cambio climático, las formas de acceso a productos y servicios financieros, la disrupción tecnológica o comprensión de nuevas formas de lenguaje son algunos ejemplos de retos sistémicos en el mundo.
Por tal motivo, afrontar estos desafíos y encontrar los mecanismos más adecuados para su resolución impactan en las distintas dimensiones de la empresa, desde su operación interna, hasta cómo se relaciona con el entorno y otros actores del sistema (entidades públicas, comunidades, competidores, aliados, proveedores y empleados; solo por mencionar algunos de ellos).
Identificar y comprender los retos sistémicos es el primer paso hacia su resolución. Para muchas empresas, estos problemas pueden pasar desapercibidos o ser ignorados debido a la urgencia de las operaciones diarias.
Una empresa que no aborda sus problemas sistémicos está destinada a enfrentarse a consecuencias negativas a largo plazo, como la disminución de la productividad, la pérdida de competitividad, la desconexión con sus aliados, clientes o proveedores e incluso, una moral baja entre los empleados por la poca conexión de los propósitos individuales con la misión de la compañía y su contribución social. Por ello, estas son algunas estrategias para profundizar en su conocimiento y solución.
Diagnóstico integral: es crucial realizar un diagnóstico exhaustivo para identificar las raíces de los problemas sistémicos. Esto implica analizar todas las áreas de la empresa, sus interacciones, y las interdependencias con otros actores del sistema y pueden agravar el problema o ser una fuente potencial de soluciones. El uso de herramientas desde el tradicional análisis DOFA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas), modelos de análisis de causa raíz o modelos iceberg para el entendimiento de problemas pueden ser muy útiles en esta etapa.
Cambio cultural: los retos sistémicos están profundamente arraigados en creencias estructurales, hábitos o comportamientos de las personas dentro de una organización o sistema. En este sentido, promover un cambio cultural implica derribar las creencias o supuestos que perduran en los equipos, como la idea de que las soluciones solo se encuentran dentro de la organización, evitando buscar fuentes de solución externas o el fomentar una mentalidad abierta al cambio y la innovación, así como alentar la comunicación abierta y la colaboración entre los empleados.
Reingeniería de procesos: los procesos obsoletos o ineficientes son una fuente común de problemas sistémicos. La reingeniería de procesos implica rediseñar radicalmente los procesos empresariales para mejorar su eficiencia y efectividad. Esto puede incluir la adopción de nuevas tecnologías, la automatización de tareas, la eliminación de redundancias y la incorporación de esquemas de colaboración con terceros como “joint ventures” o alianzas. Estas colaboraciones permiten a las organizaciones acceder a conocimientos, capacidades tecnológicas o activos estratégicos que de otra forma no podrían obtener.
Liderazgo transformacional: el liderazgo es un componente crítico en la resolución de retos sistémicos. Los líderes transformacionales inspiran y motivan a sus equipos a aceptar y adoptar cambios. Además, tienen la capacidad de ver más allá de los problemas inmediatos y diseñar estrategias a largo plazo para la mejora continua. Esta característica es fundamental en la solución de retos sistémicos, ya que desarrollar soluciones a estos problemas implica pensar a largo plazo y considerar la posible aparición de escenarios o consecuencias indeseadas, permitiendo gestionar posibles riesgos emergentes.
Innovación y adaptabilidad:las empresas deben estar dispuestas a innovar y adaptarse a los cambios del mercado. Esto implica estar al tanto de las últimas tendencias y cambios tecnológicos, y estar dispuestos a incorporarlas en la operación diaria de la empresa. También es crucial estar abiertos a cocrear y desarrollar nuevas soluciones, productos y servicios a partir del entendimiento del contexto en el que opera la organización y se encuentran clientes, proveedores y otros grupos de relación. Esto permite que emerjan soluciones de valor compartido que beneficien a múltiples actores, no solo a uno de ellos.
Numerosas empresas han logrado transformar sus operaciones y alcanzar el éxito al abordar sus retos de manera sistémica. Un ejemplo destacado es el de General Electric (GE) bajo el liderazgo de Jack Welch en los años 80 y 90. Welch implementó una serie de cambios radicales en la cultura y los procesos de GE, lo que resultó en un crecimiento significativo y una mayor competitividad en el mercado global.
Otro caso notable es el de Toyota, que a través del desarrollo del sistema de producción "Toyota Production System" (TPS), resolvió problemas sistémicos relacionados con la eficiencia y la calidad. TPS se ha convertido en un modelo de excelencia operativa adoptado por muchas empresas en todo el mundo.
Un tercer caso notable es el de la multinacional Danone y su proyecto Ecosistema (“Ecosystem” por su denominación en inglés), un programa global con el que busca cocrear soluciones sostenibles y socialmente responsables en colaboración con ONG, pequeñas empresas, gobiernos locales y comunidades. Este programa desarrolla proyectos que buscan solucionar problemas de sostenibilidad y desarrollo social, adaptados a las comunidades donde se desarrollan y en el proceso empoderan pequeños productores agrícolas para el desarrollo de modelos de negocio inclusivos con las comunidades. Ejemplos de esto son "Milk Collecting Communities" en Indonesia y Nutriplanet en África.
Recientemente, uno de los casos más sonados en cuanto a la resolución de retos sistémicos corresponde a OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT. Esta empresa ha revolucionado el mundo contemporáneo, atendiendo las necesidades y requerimientos que ha traído la inteligencia artificial, extendiendo soluciones a casi todas las industrias y sectores productivos del mundo. Algunos de los retos sistémicos que ha solucionado ChatGPT incluyen el acceso y democratización del conocimiento, la reducción de la brecha lingüística, la asistencia educativa técnica y la inclusión digital.
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La manera en que la inteligencia artificial ha irrumpido en casi todos los ámbitos de nuestra vida y los retos que ello conlleva, han invitado a una reflexión sobre los desafíos y oportunidades en el mundo empresarial.
María Clara Palacio, líder de Inclusión Financiera de Bancolombia, destaca sobre la importancia de incorporar dinámicas de innovación en las organizaciones que es clave identificar que “somos un sistema dentro de un sistema. Podemos usar herramientas con esas capacidades que tenemos que crear. Pero reconozcámonos que como un minisistema hacemos parte de un sistema muy grande. Cuando colaboramos y sumamos actores para resolver un problema, va a ser mucho más potente, pero lo tenemos que reconocer y tiene que ser genuino desde nuestro propósito. Justamente el reconocernos como sistema nos hace sentirnos parte de un todo”.
Por su parte, Andrés Camilo Chaves, líder Innovación Social y gerente de proyectos en la Fundación Mi Sangre, resalta que para resolver retos sistémicos en las organizaciones se debe partir de una conversación “como un norte en términos de fortalecimiento de competencias, primero desde el nivel individual, pasando a las competencias que tenemos que fortalecer en los equipos. Es clave la escucha generativa, la capacidad de colaborar en todos los niveles de nuestras organizaciones. También hay que darles importancia a las redes, cómo nos conectamos con las personas dentro del ecosistema y vamos a lograr trascender en algo: potenciar y posicionar la corresponsabilidad de todos los sectores pues deseamos crear de manera colaborativa. Si queremos llegar rápido, vamos solos. Pero si queremos llegar lejos trabajemos con otros”.
Igualmente, Victoria Botero, líder del Laboratorio Rural en Bancolombia, agrega que “la verdadera innovación, esa que genera un impacto profundo y una transformación verdadera nace de un reto sistémico. Con la innovación buscamos la diferenciación, la competitividad. Nada entrega más competitividad que resolver un rato sistémico porque es tan complejo y difícil de lograr que resolverlo de verdad nos da mucha competitividad”.
Abordar y resolver los retos sistémicos trae consigo una serie de beneficios que son fundamentales para el éxito y la sostenibilidad a largo plazo de una empresa:
Mejora de la eficiencia operativa: al eliminar procesos ineficientes y mejorar la coordinación entre las diferentes áreas de la empresa, se puede lograr una mayor eficiencia operativa. Esto se traduce en una reducción de costos, un mejor uso de los recursos y mayores estándares de productividad.
Aumento de la innovación: una cultura que fomente la innovación es vital para mantener la competitividad en el mercado. Al resolver problemas sistémicos, las empresas pueden crear un entorno donde la innovación florezca y se generen nuevas ideas y productos que generan valor compartido para las organizaciones y grupos de relación.
Mayor satisfacción de los empleados: los colaboradores que trabajan en un entorno bien organizado y eficiente tienden a estar más satisfechos y motivados. Esto no solo mejora la moral del equipo, sino que también reduce la rotación de personal y aumenta la productividad, el cual se origina de la alineación del propósito individual de los empleados con el impacto que genera la organización en su entorno.
Mejora de la satisfacción del cliente: la resolución de problemas sistémicos a menudo resulta en una mejor calidad de los productos y servicios al ser concebidos desde el entendimiento de la realidad y contexto de los clientes. Esto, a su vez, mejora la satisfacción del cliente y fortalece la lealtad hacia la marca.
Sostenibilidad a largo plazo:las empresas que abordan sus retos sistémicos están mejor preparadas para enfrentar cambios en el mercado y mantenerse sostenibles a largo plazo. Esto incluye la capacidad de adaptarse a nuevas tecnologías, regulaciones y expectativas de los clientes.
Resolver los retos sistémicos es esencial para las empresas y organizaciones que logran identificar y abordar estos problemas de manera efectiva. No solo mejoran su eficiencia operativa y competitividad, sino que también crean un entorno donde la innovación y la satisfacción de los empleados pueden prosperar. Adoptar un enfoque proactivo y estratégico para resolver estos problemas es, sin duda, una de las claves para el éxito empresarial en 2024.
Conferencia ‘La innovación aplicada a retos sistémicos de Bancolombia’.
Retos de Innovación BID: https://www.iadb.org/es/quienes-somos/topicos/desarrollo-urbano-y-vivienda/retos-de-la-innovacion
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