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La escasez de medicamentos en Colombia es una condición que hoy sigue siendo secuela de la pandemia del covid-19. Conoce más.
En meses recientes, la escasez de medicamentos en Colombia se convirtió en un tema recurrente. Ha habido preguntas de qué está pasando, por qué faltan medicinas y qué respuestas se pueden encontrar.
Sin embargo, las autoridades nacionales en el tema y expertos coinciden en algo: la escasez de medicamentos en Colombia no es nueva. Por el contrario, es un tema que viene desde hace varios años y, por esa duración en el tiempo, encuentra su origen en distintas causas. Además, el seguimiento que se le ha hecho también muestra que no son siempre los mismos medicamentos los que hacen falta.
En un informe institucional del Ministerio de Salud, la entidad explicó que “el desabastecimiento o escasez de medicamentos es una problemática presente a nivel mundial, que se ha acentuado después de la pandemia del covid-19”.
En ese sentido, indica que ocurre de manera temporal o definitiva, según cada caso. Y en dicho informe se mencionan cuáles son las diez principales causas de la escasez de medicamentos en Colombia.
Para empezar, el incremento de la demanda. También, las restricciones por marcas o fabricantes en la contratación entre EPS y gestores farmacéuticos. Se cuentan como problema, además, las entregas incompletas o a destiempo a los gestores farmacéuticos.
A esto se suman factores burocráticos, como el cumplimiento de requisitos regulatorios y trámites ante el Invima -autoridad encargada del control de medicamentos en Colombia-.
En cuanto a la producción, puede deberse a problemas de adquisición de materias primas e, incluso, por asuntos de mercado, como la pérdida de interés en la comercialización de ciertos medicamentos por baja rentabilidad, las diferencias entre fabricantes y distribuidores, y la escasez de marcas comerciales, pero no de medicamentos con la misma composición.
Y, por último, la falta de oportunidad en la información sobre la demanda insatisfecha y la oferta disponible.
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En varios de esos puntos coincide Leonardo Arregocés, consultor senior del Banco Mundial y director de Medicamentos y Tecnologías en Salud del Ministerio entre 2020 y 2022.
Uno de los problemas, según Arregocés, tiene que ver con las EPS liquidadas. Cuando un usuario de una EPS liquidada, que no atendía sus necesidades, pasa a una EPS que sí cumple, aumenta la demanda. Esto impacta en la disponibilidad de medicamentos. Otro tema coyuntural, sumado a la pandemia, fue la crisis de contenedores en 2022. Algo que, por ejemplo, impactó la cadena de producción de anticonceptivos ese año.
El experto también insiste en los trámites represados en el Invima. “Los trámites de medicamentos biológicos y de síntesis química represados eran, en agosto de 2022, unos 18.000. El productor no puede comercializar sin un trámite aprobado”.
En junio de 2023, el Invima publicó un listado en el que, de 214 medicamentos incluidos, 36 están desabastecidos. Este es el informe más actualizado de esta problemática en Colombia.
Arregocés indica que se debe entender como un todo y que las causas de la escasez de desabastecimiento, a veces, se mezclan. Esto lo explica con un ejemplo. Mientras estaba en el Ministerio de Salud, un productor, por la crisis de contenedores, dejó de recibir las cajas para empacar los medicamentos. Es decir, estos los podía producir, pero no tenía cómo empacarlos y, por tanto, comercializarlos. Como solución, consiguió un proveedor nacional para el problema. “Ahora, ese proveedor no podía hacerlo con las mismas artes. Pero esto lo tenía que aprobar el Invima y el Invima se demora en hacerlo. Se pisan los problemas”, concluye.
Ante esta realidad, el Ministerio de Salud, en marzo, indicó que existe el sistema de monitoreo del estado de abastecimiento de medicamentos. A partir de este, se generan alertas tempranas, para prestar atención a la problemática.
En asuntos concretos, la cartera indicó que “desde el Invima se fijó el compromiso para priorizar los trámites de medicamentos en desabastecimiento, de forma que, en la medida que se considere un riesgo de este, se puede dar agilidad a la gestión”.
También, y en respuesta a que varias de las causas son por dinámicas del mercado, informó que se inició “un trabajo conjunto con la Superintendencia de Industria y Comercio para que intervenga en el marco de su competencia”.
Con este panorama, María Fernanda Álvarez, analista de Inteligencia de Negocio de la vicepresidencia de Negocios de Bancolombia, indica que “el Ministerio de Salud y el Invima deberán monitorear estos medicamentos, profundizar las mesas de trabajo con los actores del sistema de salud y por supuesto, diseñar estrategias para que Colombia avance en la producción nacional de medicamentos”.
Fuentes:
La tasa Libor comienza su último año de vigencia desde que se anunció su salida del mercado global en 2021. Conoce cómo se reemplazará leyendo esta nota
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