“Subir el ACPM para el año entrante es una solución acertada, no obstante, el Gobierno tiene que ser muy cauto y saber que eso tiene que hacerlo en forma proporcionada”.
Luego de los aumentos progresivos que se han hecho de la gasolina corriente en Colombia, el Gobierno hará incrementos del ACPM desde el 2024. Te contamos los impactos que tendría esta decisión.
Desde octubre de 2022 el precio de la gasolina corriente en Colombia ha tenido aumentos progresivos. Esto se da como una medida del Gobierno Nacional para reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios al Combustible (FEPC) y equiparar el precio interno con el precio internacional. Según los cálculos del Comité de Regla Fiscal, el déficit del FEPC para este año superaría los $32 billones. No obstante, con el desmonte que en estos meses se le ha hecho al subsidio de la gasolina, se calcula que para el cierre del año ese faltante se ubique en $18,5 billones. Por otro lado, se proyecta que para el 2024 se sigan haciendo modificaciones en la gasolina corriente. Adicionalmente, empezarían a modificarse los valores del combustible ACPM (Aceite Combustible Para Motores), también conocido como diésel, un renglón que hasta ahora no había tenido ajustes.
El precio del ACPM se había dejado como estaba por la relación directa que tiene con la inflación considerando que este tipo de combustible se utiliza, en su gran mayoría, para abastecer al transporte de carga del país y su incremento podría tener efectos directos en los costos de los fletes de transporte. Hay que tener presente que por cada 10 % de aumento en el precio interno de la gasolina, la inflación se ajusta un 0,6 % aproximadamente.
“Al parecer, el Gobierno está decidido a autorizar las alzas del precio del ACPM a partir de enero del año entrante, a riesgo de que si no lo hace, estaría incumpliendo la regla fiscal con todas sus consecuencias. Aunque esta decisión tendrá un enorme costo político para el Gobierno y puede afectar el orden público, me parece que es una medida responsable”, afirmó Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía. Para el exministro, la otra justificación del alza de precios tiene que ver con la coherencia, “porque no es entendible que si el país tiene el compromiso contraído con el Acuerdo de París (2025) de descarbonizar la economía y de reducir sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en un 51 % para el 2030, siga subsidiando el precio del combustible que contribuye en un 12 % de la totalidad de sus emisiones”.
Desde la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet) recuerdan que aunque el FEPC fue creado con un buen propósito, el proceso de cálculo tuvo varios vacíos, pues fijó unas condiciones de cotización en el momento y cuando estas bajaron o subieron mucho, “el proceso que estaba detrás para calcular el monto de subsidio del Gobierno desbordaba todos los cálculos que se habían hecho previamente para diseñar este modelo”. “El Estado siguió acumulando pasivos de este fondo hasta llegar a un punto en el que se prendieron las alarmas por la cantidad de dinero acumulado de forma pasiva, o sea, toda la parte que se adeuda del Gobierno al Estado por el subsidio”, resaltó Luis Guillermo Acosta director ejecutivo de Acipet. Agregó que “tarde que temprano teníamos que llegar a una solución de este FEPC, en donde los combustibles de Colombia fueran los mismos del mercado mundial.”
“Subir el ACPM para el año entrante es una solución acertada, no obstante, el Gobierno tiene que ser muy cauto y saber que eso tiene que hacerlo en forma proporcionada”.
A septiembre de este año, el FEPC tenía un saldo de casi $25 billones, que es el dinero que se le adeuda a Ecopetrol. El incremento del precio de la gasolina corriente en estos últimos meses ha permitido que no se acumule un restante considerable en ese fondo y esto se ha hecho sin ajustes en el tema del diésel.
“Es probable que esto genere un impacto en la inflación y ocasione algunos problemas de orden público en el transporte terrestre de mercancías. Es importante tener en cuenta que el 98 % de los vehículos de carga que funcionan en el país, lo hacen con combustible de diésel. El impacto en la inflación se generaría porque el incremento en el precio del ACPM se traslada al transporte terrestre de mercancías vía precios y porque problemas de orden público generarían una disminución en la oferta de bienes”, explicó Benhur Palacio, de Bancolombia.
En la actualidad, el precio promedio del diésel es de aproximadamente $9.300 por galón en las principales ciudades de Colombia. De acuerdo con Sergio Cabrales, experto en energía de la Universidad de Los Andes, se requiere un aumento de un poco más de $5.200 por galón, lo que representa un incremento de más del 56 % respecto al precio actual, para que el FEPC no subsidie dicho costo.
“Esto, sumado al posible aumento en las tarifas de los peajes en los próximos tres meses genera un aumento significativo en los costos del transporte terrestre de carga, lo cual también afecta los precios de los alimentos, dado que en su mayoría utilizan esta forma de transporte”, expuso Benhur Palacio.
En línea con lo anterior, Julio César Vera, presidente de la Fundación XUA Energy indicó que subir el precio del diésel tiene varios efectos positivos para el país. “Reducirá el déficit en el FEPC por este producto, que a día de hoy es de cerca de $6.800 pesos por galón entre el precio interno y el precio internacional de referencia, que es de $1,2 billones de pesos por mes aproximadamente. Por cada $400 de aumento en el precio se reduce el valor que subsidia el estado en $75.000 millones por mes”.
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