El hidrógeno está llamado a tener un papel destacado en Colombia. En los planes de descarbonización es uno de los actores principales en el mundo y, por eso, debemos pensar en él de una manera especial
Conoce la importancia del hidrógeno en el sector del gas natural en Colombia y cómo este recurso impulsa la transición energética, la sostenibilidad y nuevas oportunidades para el desarrollo empresarial y ambiental.
Año tras año, el debate de la transición energética cobra mayor relevancia. Los países avanzan para lograrla y cumplir con los pactos ambientales, como los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) o los Acuerdos de París.
En este camino por el desarrollo de alternativas de energía aparece el hidrógeno, un elemento que por su versatilidad es un jugador clave en la transición que emprende la región y que es estratégico para el avance del gas en países como Colombia y otras áreas de América Latina.
Ariel Yépez-García, gerente del sector de Infraestructura y Energía en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), afirmó que “el hidrógeno tiene el potencial de desempeñar un papel importante en la transición energética, especialmente en sectores donde históricamente ha sido difícil reducir sus emisiones”.
En 2022, Promigas y Ecopetrol hicieron un anuncio al país: comenzarían a realizar pilotos para la producción de hidrógeno, a partir de su infraestructura. En el caso de Promigas, en la Estación Heroica y Ecopetrol en Reficar. Ambos esfuerzos muestran el interés de Colombia por generar este combustible, clave para la transición energética.
Varios expertos coinciden que es un proceso en el que Colombia apenas está empezando. Sin embargo, si funciona, convertiría al país en un referente internacional en temas de sostenibilidad.
El hidrógeno está llamado a tener un papel destacado en Colombia. En los planes de descarbonización es uno de los actores principales en el mundo y, por eso, debemos pensar en él de una manera especial
En esa línea de ideas, es clave el uso del gas y de la infraestructura existente, como se quiere hacer con los pilotos realizados por Promigas y Ecopetrol.
No podemos desarrollar tecnologías en contra de las necesidades básicas humanas (como pasó con el etano o el biodiésel). No quiero que pase lo mismo con el hidrógeno, que utilicemos el agua, que es un recurso vital, para la consecución masiva de combustible. Y por eso el gas toma una condición especial”, afirma Pulido.
Para entender la visión del decano, hay que comprender cómo es la producción de hidrógeno. Esta se clasifica por colores: el gris, que se obtiene con metano. El azul, que también es con metano, pero capturando el CO₂ que genera. El verde, que es a través de electrólisis de agua, al igual que el rosa. Y, finalmente, el hidrógeno negro y marrón, que se consigue por medio de la gasificación del carbono.
“Aquí se está optando es más que todo por el verde, el azul y el gris””, indica Clara Inés Pardo Martínez, profesora titular de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario.
En ese sentido, Pardo agrega que “Colombia tiene una gran ventaja: cuenta con el recurso para producir y eso no lo tienen todos los países. Por eso, organismos como el BID o el Gobierno de Inglaterra consideran que Colombia posee uno de los mayores potenciales para producir hidrógeno”.
Similar es la opinión de Benhur Palacio, analista de Inteligencia de Negocios de Bancolombia, quien asegura que “para que el efecto neto (del uso del hidrógeno) sea positivo, tiene que ser producido con fuentes bajas de carbono”.
Clara Inés Pardo dice que la meta más ambiciosa para el país debe ser impulsar el uso de hidrógeno en el transporte de vehículos ligeros y pesados, a la vez que en la industria. Sin embargo, hay limitantes.
“Para trabajar con el hidrógeno, primero debemos tener habilitadores jurídicos y regulatorios. Luego hay que obtener un avance en el mercado: no solo es tenerlo, sino que el vehículo cambie de tecnología. Y, finalmente, un impulso al desarrollo tecnológico e industrial”, insiste la docente.
A esos retos, Jeffrey León Pulido le suma otro: la seguridad del proceso. “Una simple gota de hidrógeno puede generar una detonación similar a la de una bala”, dice. De ahí que sea necesario garantizar la contención, el control y el manejo del combustible.
“Necesitamos de espacios adecuados para garantizar el almacenamiento y evitar catástrofes”. Para eso, hace falta el desarrollo de infraestructura y tecnología que supla dicha necesidad, estas innovaciones también aportarán a que “llegue hasta el rincón más lejano del país con la misma calidad que se encuentra, por ejemplo, en Cartagena, al lado de la refinería”.
De ahí que ambos expertos coincidan en que es necesario que haya un cambio de paradigma, frente a la necesidad del uso del hidrógeno generado a partir del gas. Aun así, hay tiempo. Pulido concluye que en “Colombia estamos dando nuestros primeros pasos. Está en la etapa de transición y apropiación de la tecnología”.
En una economía global que está virando en búsqueda de soluciones alternativas, América Latina y el Caribe es una de las regiones con mayor potencial y países como Colombia son reflejo de ello.
Esto, debido a su propia naturaleza, ya que la región posee abundante agua y sol, elementos cruciales para la obtención del hidrógeno en sus diferentes colores (ver infografía).
“La región cuenta con amplio potencial en términos de energías renovables no convencionales, incluidas energía geotérmica, eólica, solar, mareomotriz, undimotriz, biomasa y pequeñas centrales hidroeléctricas que pueden profundizar esta ventaja comparativa”.
La entidad multilateral explicó que esta ventaja comparativa en la producción del hidrógeno verde “también puede ayudar a sectores que son difíciles de descarbonizar, como el acero y el cemento”.
A finales de 2021, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), junto con otros organismos multilaterales, lanzaron la plataforma H2LAC, que funciona como una base de datos para alojar todas las propuestas sobre hidrógeno verde que se realizan en los países.
Dentro de este abanico de posibilidades, en la región, se presentan mayores potencialidades para su desarrollo, debido a su condición bioceánica y su posición geográfica, lo que les permite recibir fuertes vientos y rayos del sol para el avance de fuentes de energía como el gas.
Colombia apuesta por el hidrógeno para liderar la transición energética. Al contar con una hoja de ruta sostenible para la producción de este compuesto, el país busca posicionarlo para en el futuro satisfacer la demanda mundial. Descubre sus ventajas.
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