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¿Cómo se compone el Presupuesto General de la Nación para el 2024?
El proyecto del Presupuesto General de la Nación para 2024 ha priorizado sectores como Educación y Salud. Lee más aquí.
Te contamos los objetivos, beneficios, desafíos y puntos clave de la sustitución de leña por gas natural en territorios rurales y zonas periféricas de Colombia.
El gas natural se ha convertido en el combustible de la transición energética en Colombia. Además de tener una importante reducción de gases de efecto invernadero —en comparación con otros energéticos tradicionales—, ha sido un impulsor de calidad de vida, desarrollo de territorios y reducción de pobreza. A este se suma el Gas Licuado de Petróleo (GLP o gas en pipeta) como otro energético limpio, eficiente y de rápida instalación. Estos dos combustibles se convirtieron en recursos, en recursos estratégicos para la sustitución de leña y la expansión de viviendas en el país, especialmente, en las zonas que aún carecen de ellos. La expansión del gas natural y el GLP son fundamentales para cumplir con el propósito de generar una transición a combustibles más limpios en Colombia, pues de acuerdo con datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) —en su más reciente Encuesta de Calidad de Vida— alrededor de 1,8 millones de hogares aún cocinan con leña y con residuos contaminantes. Esto implica bastantes retos en materia de cobertura, por lo cual el Gobierno de Colombia, a través de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), ha elaborado herramientas como el Plan Nacional de Sustitución de Leña (PNSL) para orientar el proceso de sustitución gradual de combustibles de uso ineficiente y altamente contaminantes (CIAC) utilizados para la cocción doméstica de alimentos en los hogares colombianos tales como leña, madera, carbón de leña, carbón mineral, petróleo, gasolina, queroseno, alcohol y materiales de desecho, entre otros.
A su vez, Naturgas ha señalado que Colombia debe aumentar el promedio anual de cobertura de gas natural para familias de estrato uno y dos en un 30 %, lo que permitirá alcanzar una cobertura promedio de 303.200 nuevos usuarios por año.
Todo esto abriría la posibilidad de fortalecer la implementación de Ley 2128 de 2021, que busca:
Incentivar el abastecimiento del gas natural en hogares, industrias y transporte.
Masificar su uso en el territorio nacional.
Crear programas de sustitución de combustibles nocivos para la salud.
Brindar mayor competitividad a la industria del gas natural en la transición energética.
Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas, explica que “el gas natural es fundamental para reducir la pobreza energética en las familias vulnerables al ser un energético que está disponible en Colombia. La pobreza energética no es solo un problema de las zonas rurales, sino también de las zonas urbanas, especialmente, en las periferias de la ciudad”.
En el PNSL elaborado por la UPME se plantea que para 2050 todos los hogares del país cuenten con una alternativa energética limpia y eficiente para la cocción de alimentos. En este propósito se iniciaron acciones concretas para que entre 2023 y 2026 se cumplan objetivos a mediano plazo, incluidos en el Acuerdo de París y los ODS (Agenda 2030 de la ONU) y objetivos en el largo plazo (2050, coincidiendo con el periodo contemplado en la Estrategia Carbono Neutral). Acelerar el cambio hacia combustibles más limpios es clave para los hogares colombianos, pues en el país, anualmente, se consumen cerca de 5,1 millones de toneladas de leña para cocinar, generando emisiones de gases de efecto invernadero por su combustión cercanas a 7,9 millones de toneladas de CO2 equivalentes al año. Lo anterior se asocia principalmente a:
Condiciones de pobreza multidimensional. Especialmente en zonas rurales a bajos niveles de cobertura para el acceso a gas combustible.
Prácticas culturales.
Disparidad entre los costos privados percibidos por los hogares en relación con el valor de la leña y el costo social que representan las externalidades derivadas del uso de CIAC, sobre todo, respecto al deterioro de la salud, el tiempo invertido en la recolección de leña y la degradación ambiental.
De acuerdo con los análisis de viabilidad técnica efectuados, para los 1,38 millones de hogares que no cuentan con combustible alternativo a los CIAC, las redes de gas natural y de GLP representan una alternativa proyectada para el 32,9 % de los hogares, el GLP en cilindros para el 37,9 %, la energía eléctrica para el 19,3 % y el biogás para el 9,8 %. Así, se propone avanzar de manera progresiva en el proceso de sustitución llegando al 11,6 % de los hogares mencionados al año 2026, al 39,3 % en el año 2030 y al 100 % en el año 2050.
De igual manera, la Encuesta de Calidad de Vida del DANE y los análisis realizados arrojan que los departamentos en donde se registra mayor consumo de estos combustibles para cocinar son Córdoba, Cauca, Nariño, La Guajira y Boyacá.
Por tal motivo, gremios como Naturgas resaltan la importancia de expandir las conexiones a gas natural que hoy en día cubren cerca del 67 % del territorio nacional y más de 36 millones de colombianos que se benefician de este recurso.
En los últimos 20 años Colombia pasó de tener 1,9 millones de hogares con gas natural a más de 10,5 millones. De ellos, cerca del 60 % de usuarios están concentrados en estratos uno y dos, logrando casi 80 % de cobertura en áreas donde hay perímetro de red, pero con importantes retos aún en zonas de difícil acceso, instalación y gestión de redes.
Por su parte, Gasnova expresó que entre 2022 y 2026 se espera reemplazar los combustibles contaminantes en 159.000 hogares, de los cuales el 76,5 % usarán GLP por ser la solución más eficiente e inmediata en áreas de difícil acceso como algunas zonas rurales. Las metas a futuro son incluso más ambiciosas, pues a 2050 se espera que el GLP tenga una participación en 1 '377.000 hogares. Lo anterior representa un incremento en la participación de GLP a un 37,1 % (actualmente es de poco más de 20 %), entendiendo su ventaja para el suministro, comercialización y distribución, con un sistema comercial sólido y múltiples agentes para la distribución en todos los departamentos del país, impactando especialmente a aquellas zonas de Colombia en donde no es fácil la conexión a gas natural por sus condiciones técnicas.
Con la expansión de estos combustibles limpios, se proyecta que para el año 2026 Colombia reduzca el consumo nacional de leña usada en la cocción doméstica de alimentos hasta en un 10,1 %; para el año 2030 en un 34,3 % y, finalmente, para el año 2050 se espera reducir hasta en un 87,3%.
Respecto a la línea base de emisiones de gases de efecto invernadero, la UPME estima que la sustitución gradual en el uso de leña para cocinar traería una reducción por combustión cercana a:
857.000 toneladas de CO2 equivalentes para 2026.
2,8 millones de toneladas de CO2 equivalentes para 2030.
7,3 millones de toneladas de CO2 equivalentes para 2050.
Gasnova agrega que el GLP es una alternativa con alta viabilidad técnica para sustituir de forma inmediata el uso de recursos contaminantes —como la leña o el carbón— en la mayoría de los departamentos del país, pues no requiere de grandes inversiones o desarrollos tecnológicos. En cuanto a la expansión de conexiones a gas natural en zonas donde hay mayor deficiencia, coincide con aquellas donde se requieren mayores inversiones y desarrollos de proyectos de vivienda de interés social, tales como la Amazonía, el Pacífico y la Orinoquía. Según datos de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), el déficit habitacional en el país afecta, aproximadamente, a 5,28 millones de familias que ven peores condiciones de calidad de vida por la precariedad de viviendas, ya sea por las deficiencias en su construcción, la insuficiencia del espacio para albergar a diversas familias o la falta de acceso a servicios básicos como acueducto, gas y electricidad. En zonas rurales la situación se agrava debido a la falta de proyectos, pero también a un crecimiento a veces desigual, donde las autoridades locales no logran desarrollar la infraestructura necesaria para garantizar la prestación de servicios públicos.
Según cifras del DANE, esta situación afecta especialmente a departamentos que presentan un mayor déficit habitacional, como Vichada (94,2 %), Vaupés (91,3 %), Guainía (87 %) y Amazonas (84,5 %).
Crear una estrategia de expansión de gas natural y GLP en áreas donde haya perímetro de red o en zonas rurales no solo generará efectos virtuosos en la transición energética, sino también, un balance adecuado en los frentes económico, ambiental y social. Regresa al especial Fuentes
PNSL de la UPME:
https://www1.upme.gov.co/sipg/Publicaciones_SIPG/Resumen_Ejecutivo_2023.pdf
Naturgas e importancia del gas natural: https://www.bmcbec.com.co/publicaciones/posts/noticias/noticias/gas-natural-ingrediente-principal-para-erradicar-brechas-de
Estudio Asobancaria: https://www.asobancaria.com/2023/10/09/edicion-1397-el-potencial-de-la-politica-de-mejoramiento-de-vivienda-en-colombia/
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